Capítulo 47

1.6K 127 1
                                    

~~ Narra César ~~

Durante el camino al aeropuerto intenté de nuevo comunicarme con tn, pero la llamada seguía sin entrar. Mis manos sudaban, sentí la mano de mi gemelo posarse en mi hombro, lo mire y me dedicó media sonrisa, a lo que no pude corresponder.
El camino fue en silencio, ninguno de mis hermanos tenía el valor para decir nada, y yo no tenía ánimos de hablar con nadie.

Llegamos al aeropuerto y entramos rápido, la gente nos miraba extrañados, pues teníamos puestos nuestros trajes naranjas, eramos sumamente llamativos.

-buenas tardes- dijo Carlos llegando a la altura del mostrador

-buenas tardes caballeros- nos sonrió una mujer del otro lado

-queremos 3 boletos para el siguiente vuelo a Phoenix- dije rápido

-permitame un momento- dijo un poco espantada la mujer ante mi actitud y comenzó a revisar en su computadora

-tranquilo plebe- me dijo Cristhian posando su mano en mi hombro, a lo que yo solo suspiré

-el siguiente vuelo sale en 30 minutos- dijo la chica -van a documentar equipaje?- nos preguntó a lo que Carlos negó con la cabeza -entonces ya podrían ir a sala de abrodar-

-perfecto- dije

-que sean esos tres señorita por favor- dijo Carlos

-intentare comunicarme con Cornelio- dije y me aparté un poco de mis hermanos

Mire mi celular, de tantos intentos de llamada a Tn, mi batería había bajado al 45%, ingresé a contactos y marque el número de Cornelio.

-que rollo plebe- me contestó del otro lado -ya estás en el aeropuerto?- se escuchaba algo agitado

-que pedo mijo, que está pasando?- dije preocupado

-estás o no en el aeropuerto?- me volvió a cuestionar

-simon, ya estamos aquí- pause -que sabes de tn?- pregunte por fin

-Cesar...- dijo pausando

-no mames plebe, ya dime qué pedo- dije frustrado

-la escolta que estaba por llegar a tu casa para esperar a Tn fue interceptada, los bajaron del carro, los encañonaron y los golpearon- sentí un fuerte dolor de cabeza -cuando se pudieron comunicar con la otra escolta se percataron que tn nunca llegó a casa de tus papás, no sabemos nada de ella-

-no mames Cornelio no mames- dije frustrado, con una mano en la nuca y caminando de un lado a otro

-tranquilo plebe- dijo -ya tengo a toda mi gente buscándola, hablé con tus suegros y ellos van a levantar la denuncia por desaparición a la policía-

-donde te vemos?- pregunté un tanto paralizado

-será mejor que nos veamos en mi casa- dijo -tu casa y la de tus papás ya están aseguradas, si alguien intenta acercarse será visto-

-de acuerdo, ya vamos a abordar el avión- dije y me despedí de Cornelio, estaba completamente en shock, mi mujer había Sido secuestrada.

Me sentía en una pesadilla, parecía que nada fuera real, solo miraba a la gente caminar de un lado a otro, al sentir la presencia de mis hermanos frente a mi, no pude más, los abrace y ellos me correspondieron, me solté a llorar como un niño pequeño, ésto era sumamente estúpido de creer, únicamente pasa en las novelas, en las películas de acción y en esos Kdramas que en ocasiones le gusta ver a mi Tn.
Después recordé que todo eso es basado en hechos reales, y esta era mi horrible realidad, mi esposa estaba en peligro en manos de algún pervertido y yo estaba muy lejos para poder hacer algo.

Les conté a mis hermanos lo que había platicado con Cornelio, los semblantes de ambos se tornaron rojizos, al igual que sus ojos, los cuales se llenaron de lágrimas que reflejaban miedo y coraje.
Abordamos el avión, ninguno de los tres decía nada, únicamente nos sentamos en nuestros asientos y abrochamos los cinturones.
Fue el vuelo de 1 hr 20 minutos más largo de mi vida.

Al llegar al aeropuerto de Phoenix mi teléfono timbró.

"Mi escolta personal los está esperando en el estacionamiento"- Cornelio

Salimos al estacionamiento y nos encontramos con una camioneta negra, vidrios polarizados y sumamente llamativa, mis hermanos y yo siempre habíamos bromeado con ser "alucines" "buchones", etc, no sabía que se sentía de esta forma, con ese miedo de perder todo a tu alrededor.

-buenas noches- dijo uno de los hombres que bajo de aquella camioneta -señores Parra, el señor Cornelio nos envía por ustedes, suban- abrió la puerta trasera y mis hermanos y yo, dudosos, subimos

Después de un trayecto de 30 minutos llegamos a una casa al fondo de un gran pasillo de árboles.
Bajamos de la camioneta e ingresamos a la casa, después de que una mujer con un atuendo casual nos abrió la puerta.

-llegaron- escuché la voz de Cornelio, apareció frente a nosotros -que rollo plebes-

-que sabes de mi cuñada?- preguntó Carlos después de saludar a Cornelio

-no mucho- suspiró -la policía está haciendo su investigación por su lado y nosotros por el nuestro-

-todo esto es legal verdad?- preguntó Cristhian asustado

-si- dijo Cornelio con una pequeña risa -me gusta tener mi gente de seguridad, uno nunca sabe, no solo los narcos la pueden tener-

-bueno ese es tema para otra ocasión- dije -dime que puedo hacer?- pregunté mirandolo

-necesito que le den a ellos- me señaló dos señores que miraban una computadora junto con el papá de Cornelio -toda la información que puedan- pauso -creo que los cuatro sabemos quién puede estar detrás de esto- los tres asentimos

Nos acompañó hasta esa oficina fría, entramos y los señores nos comenzaron a cuestionar, trataba de mantenerme lo más tranquilo posible, aunque por dentro estaba muriéndome, sabía que aquella gente nos ayudaría. Dimos todos los datos posibles, nombres, direcciones que recordabamos, señales específicas, etc.

-tengo entendido que tn se estaba transportando en tu automóvil- me preguntó uno de aquellos señores y yo asenti

-tu auto tiene un GPS de rastreo por robo- dijo el otro señor

-no lo sé- dije confundido

-lo tiene- dijo firme el primer hombre -todos los autos de ese modelo lo tienen-

-veamos- el otro hombre comenzó a meter algunos datos a la computadora

Me preguntó algunos datos míos y del auto, daba los datos que vagamente recordaba, con tanta presión no lograba recordar todo.

-los melliz están preguntando por ti y por tn- me dijo Carlos tras recibir un mensaje, sentí un vacío en mi estómago

-pueden ir con ellos?- pregunté suplicando un si de mis hermanos, a lo que ellos asintieron

-dare indicaciones para que los lleven- dijo Cornelio y yo agradecí con la mirada

Abrace a mis hermanos, quienes me confortaron con un fuerte abrazo.

-todo va a estar bien- me dijo mi gemelo pegando mi frente con la suya a lo que yo asenti con los ojos cerrados

Ellos salieron con Cornelio y yo regrese la mirada a los señores, quienes después de unos minutos se levantaron rápido.

-tenemos la ubicación- dijo uno de ellos, un escalofrío recorrió mis brazos -vamonos- gritó

Todos salimos de la casa, yo subí a la camioneta de aquellos sujetos, a mi lado subió Cornelio, me sentía en una película de acción, pero con la diferencia que tenía algo de terror en ella.

LO TUYO Y LO MIO ❤️Where stories live. Discover now