Felipe
Probablemente aquella conversación fue la más interesante de toda mi vida, nunca nadie, ninguna mujer se había atrevido a hablarme de tal forma. Y para ser claros, jamás había conocido a una mujer como ella, cuando Kitin la mencionaba con ilusión yo solo la imaginaba como una mujer normal, de esas que son condescendientes, bonitas y amables, pero fue más que eso. Inteligente, sensata, coherente, con carácter, hermosa, pero no solo una hermosura física, si no también intelectual, te hace querer saberlo todo de ella, aún me cuestionó el porque no me la puedo sacar de la mente si solo fueron escasos segundos o tal vez minutos que se sintieron verberes.
Era como ver a mi amor platónico, esa mujer que siempre veía en la pantalla la tenia en vivo y a todo color era aún más hermosa en persona, la primera vez que la vi pensé que no podía ser real tanto porte y profesionalismo, casi nunca prestaba atención a lo que decía, yo me pediría en sus ojos color verde, no me imaginaba que esa mujer que me inquietaba tanto iba a resultar ser amiga de Kitin. Cuando la vi llegar, mi corazón latio rápidamente, era ella. Y mi gran oportunidad, para conocerla mejor.
¿Que sientes por Eva? Me lo cuestionaba con gran regularidad, desde que nos conocimos fue una atracción mutua, como esa llama de fuego que se enciende en tu interior y que busca ser sosegada, era la mujer más atractiva que había visto en aquel bar en el que mi amigo Haakon me había invitado para presentarme a su prometida Mette, cuya mejor amiga era Eva, una modelo de ropa interior Noruega, era tan alta que por primera vez mi cuello no se tuvo que inclinar hacia abajo, no sé si fue amor a primera vista, o solo era el deseo de una mujer sexy.
Mis anteriores relaciones eran muy privadas y nada fuera de lo convencional, mi primer amor lo viví con Victoria Carvajal, hija de los marqueses, Jaime Carvajal e Isabel Hoyos, una niña bien, en toda la extensión de la palabra, tierna y en ocasiones ingenua, esa relación terminó, ya que mamá no le gustaba su aspecto físico, aquellos cabellos rizados y piel morena no era muy bien vistos por aquel entonces.
Después llegó Isabel, una alma atormentada por sus problemas familiares, unos padres divorciados, un padre vuelto a casar, una madre alcohólica, y hermanos sin oficio ni beneficio, fue mi primer amor público, un amor puesto a debate que no favorecía en las encuestas, un amor inmaduro por mi edad, ella 3 años mayor que yo. Ella quería matrimonio, pero no estaba listo, decían que era un disparate y así lo creí, seguimos con la amistad, pero toda relación íntima había terminado entre nosotros, continúe con romances pasajeros que no fructificaron, hasta que llegó Eva, y una vez más me cuestionó que es lo que debo hacer, mi mente está revuelta, como dijo esa chica, si fuera por el corazón ya lo habría hecho, pero si estuviera seguro no me lo estaría cuestionando.
Eva se remueve un poco entre mis brazos, acaricio su espalda desnuda, acabamos de hacer el amor y hoy por primera vez no sentí nada, los ojos de aquella chica venían a mi mente con gran regularidad, me está atormentando, vino a alertar el orden de mis pensamientos, salgo lentamente de la cama, cojo mis cosas y salgo del departamento de Eva, ella dormía, mañana tal vez me pueda disculpar por haberme ido.
La mañana transcurrió algo agitada, entre audiencias, reuniones con empresarios, y un montón de cosas en agenda apenas tuve tiempo para almorzar.
— Su Alteza, me ha dicho que quería verme
— Así es, pero por favor tome asiento, sé de antemano que es un gran profesional en su campo y que ha hecho una estupenda labor en su nuevo cargo como director de la ABC, me parece formidable por su gran ética y sobre todo su discreción para mantener ciertos asuntos fuera del ojo público.
— Me siento profundamente halagado viniendo de usted Su Alteza, sabe que respeto mucho a la familia real y que haría cualquier cosa para que todo el pueblo español sienta el mismo afecto.
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El Día Que Decidí Amarte (Terminada)
FanfictionEstá historia es un fanfic , todo es inventado