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10. Quiero abrazar a mi esposa

Después de esta cooperación, Jiang Zhou finalmente supo de la granja de pollos en la aldea de Yanghe y Lu Dalang fue quien administró el negocio para sus aldeanos.

En la antigüedad, la producción y la tecnología no eran buenas. Pero Lu Dalang tenía un buen cerebro para los negocios; sin él, muchas personas no podrían comer pollo y huevo todos los días. Además, podría haber competencia entre los aldeanos si vendieran la gallina y el huevo ellos mismos. Bajarían el precio frente a otros aldeanos para asegurarse de que sus ventas fueran mejores, esto podría hacer que sus ganancias fueran cada vez más bajas hasta que no quedara mucho; Con Lu Dalang ayudándolos a administrar la granja de pollos, los aldeanos pudieron criar sus pollos pacíficamente.

Lu Dalang originalmente pensó en desarrollar la granja de pollos para tener otros negocios, afortunadamente, se encontró con Jiang Zhou, que vendía bizcocho. De esta manera podía tener un canal fijo para la venta de huevos, pero tenía otro negocio de reventa de bizcocho. Realmente mató dos pájaros de un tiro.

Se estaba haciendo tarde, Jiang Zhou miró al cielo y supo que era hora de cenar. Tenía que cocinar y le preguntó a Lu Dalang: "¿Quieres probar mi comida hoy? El tío Yu también estará aquí más tarde, tomemos una copa juntos".

El tío Yu era un viejo soltero y había pasado la mayor parte de su vida en el agua. En aquel entonces, siempre vivía en el barco y rara vez iba a tierra; su comida consistió en una olla de sake y sopa de pescado blanco. Pero como trabajó con Jiang Zhou, comenzó a visitar la casa de Jiang Zhou para cenar.

Lu Dalang ya probó el bizcocho; sabía por eso que la habilidad de Jiang Zhou no debía ser mala. Entonces, tenía algunas expectativas, inmediatamente estuvo de acuerdo con esta cena.

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Jiang Zhou entró a la casa y tomó los ingredientes restantes; la mayor parte era carne, dos orejas de cerdo y fideos de arroz. Como planeaba tomar una copa juntos, debería preparar una comida que combinara bien con el vino. Pensó que el plato de orejas de cerdo frías no estaba mal.

El aldeano dejó algunos cacahuetes a cambio del jabalí; frió un plato grande y lo dejó a un lado para usarlo más tarde.

El jabalí era gordo y sus orejas muy grandes. Jiang Zhou mezcló sal y vinagre, lavó las orejas del cerdo para eliminar el olor a pescado y las escaldó con agua hirviendo. Puso en agua algunos frutos secos, condimentos y especias y puso a guisar las orejas del cerdo.

A continuación, también preparó un plato de champiñones y verduras. Los hongos aquí se llamaban pollo de árbol y fueron recogidos por los aldeanos dentro de la montaña después de que llovía. La mayoría de ellos estaban secos, pero afortunadamente llovió hace dos días y los aldeanos le dieron a Jiang Zhou un pollo de árbol que aún no estaba seco.

Cortó con cuidado la raíz y los lavó, luego blanqueó el pollo de árbol con agua caliente. Una vez hecho; lo mezcló con ajo picado, jengibre, aceite de sésamo y otros condimentos antes de verterles aceite caliente.

Jiang Zhou quería hacer una bola de masa de verduras, pero notó que las verduras no estaban lo suficientemente frescas; La bola de masa no estaría deliciosa. Así que simplemente lo mezcló como ensalada fría.

Mientras Jiang Zhou estaba ocupado cortando las orejas del cerdo, llegó el tío Yu. Envolvió las ganancias de hoy en una caja y se la dio a Jiang Zhou. Se sentó y conversó con Lu Dalang.

Jiang Zhou escuchó su charla mientras cocinaba.

"Tío Yu, ¿sabes de dónde vino el magistrado?"

El tío Yu era bueno hablando y escuchando, era el informante entre los aldeanos: "Escuché que es de Qingzhou, su apellido es Liu. Algunos dijeron que tenía un mérito y que el área de Qingzhou había sido caótica estos días. No sé qué tipo de mérito hizo que lo transfirieran hasta aquí, a nuestro condado de Pingrao".

Lu Dalang negó con la cabeza: "De todos modos, el mérito no tuvo nada que ver con nosotros. Me preocupan las nuevas políticas que podría adoptar después de asumir el poder".

En el pasado, era el magistrado Qiu, era muy amable con los aldeanos. Mientras no fuera un gran crimen, podría hacer la vista gorda. Cuando su pueblo inició la granja de pollos, pocas personas limpiaban las tierras áridas para hacer espacios. El magistrado Qiu lo informó al tribunal y sus impuestos se redujeron como compensación por el negocio recién realizado.

Mientras los dos conversaban, Jiang Zhou de repente pensó que este nuevo magistrado tenía algo que ver con él, el comerciante de especias que engañó al viajero en ese entonces era un hombre de apellido Liu.

Sin embargo, era un gran tabú que un funcionario se dedicara a un negocio. Serían degradados o incluso despedidos y a sus descendientes no se les permitiría participar en el examen imperial. Pero si fueran comerciantes desde el principio, podrían participar bajo la recomendación de otros.

Por lo tanto, la idea del magistrado Liu relacionada con su negocio de especias solo cruzó brevemente por la mente de Jiang Zhou. Era realmente imposible.

Jiang Zhou preparó otro plato de cerdo con panceta de cerdo. Lo cortó en trozos cuadrados, hizo un agujero en el centro y metió dentro yemas de huevo saladas, las ató bien y luego las coció a fuego lento con salsa de soja durante mucho tiempo hasta que la salsa se volvió espesa.

Soplaba la brisa de la tarde y el pueblo parecía más magnífico de lo habitual en esta estación otoñal. El atardecer se vertió a medias en el río proyectando una hermosa sombra, una niebla ya se formó sobre el agua; Le dio una sensación cálida y nebulosa.

Los tres intercambiaron tazas bajo el sol poniente. Las orejas de cerdo estaban crujientes, el pollo de árbol refrescante y la carne rellena rica en sabor. Esta cena fue todo un festín para los invitados.

Jiang Zhou no podía beber bien; su cara estaba roja después de dos tazas. Escuchó aturdido las historias del tío Yu sobre los pasajeros. También explicó sobre las rutas fluviales que rodean los pueblos. Luego se volvió hacia Jiang Zhou, medio borracho, "Hablando de eso, en aquel entonces, no te había visto ir a la aldea de Bashan en mucho tiempo, pero a menudo veo a Wen Yan tomar un barco a la aldea de Xiaohe".

Jiang Zhou no estaba lúcido, solo respondió con un tarareo: "Sí..."

El tío Yu tomó un trozo de oreja de cerdo y se lo metió en la boca, saboreó el sabor y dijo: "Le pregunté con curiosidad, solo dijo que estaba buscando a alguien. Pero nunca pasa la noche, a menudo se marcha poco después y toma un barco de regreso a la aldea de Bashan".

Jiang Zhou se sobresaltó y se despertó de su borrachera. Aparte de él, ¿a quién más encontraría Wen Yan en esta aldea Xiaohe?

Pero en su memoria, no había conocimiento de la llegada de Wen Yan. Si no tenía una buena relación con el tío Yu, probablemente nunca se enteraría de que Wen Yan lo visitó en secreto durante todo un año. ¿Cuántas veces ha estado aquí? Wen Yan se coló una y otra vez para observar, sólo para descubrir que seguía siendo el viajero y no su marido. Qué triste debe estar.

La mente de Jiang Zhou recordó la mirada triste e incierta en los ojos de Wen Yan cuando le entregó el bizcocho. Parecía haber abandonado su marido y no quería luchar más con él.

El tío Yu confirmó su pensamiento: "Wen Yan vino con frecuencia hace un año. En ese momento, no era obvio que estuviera embarazada. Más tarde, cuando ya no se pudo ocultar el embarazo, rara vez tomaba el barco. La última vez que vino fue hace un mes, creo. Afortunadamente, te has despertado y sabes cómo convencer a tu esposa. Me acordé, vino al barco con una gran barriga y no pude detenerlo. Me asusté muchísimo, tenía miedo de que lo tiraran al barco".

Jiang Zhou ya no podía escuchar lo que hablaba el tío Yu. Todo lo que podía sentir era angustia y arrepentimiento. Solo quería extender la mano y abrazar a Wen Yan, quería hacerle saber que su esposo había regresado y que ya no tenía por qué tener miedo.

Pero ahora todavía no era el momento. No pudo.

De repente comprendió la historia que Wen Yan le contó en aquel entonces, el pastor de vacas y la tejedora uno frente al otro al otro lado del río.