03|Dreams and fears, destroyed.

5.2K 338 310
                                    

—Leigh Monroe.

La semana pasó tan rápido que me dejó sorprendida y deprimida. Nunca pensé que los días pasarían tan rápido al lado de mi hijo. Sin embargo, he quedado satisfecha y pasar tiempo con Tommy es algo que nunca dejará de emocionarme.

Suspiré exhausta al recordar que en tan sólo unas horas mí pesadilla viviente volvería a tomar protagonismo en mi vida.

Hoy mi trabajo, a pesar de ser del turno nocturno, tenía que empezar a las seis de la tarde por el importante evento de esta noche.

Estaba de frente hacia el amplio espejo del baño, envuelta en una toalla y con pequeñas gotas de agua sobre mí piel, ya qué recién había salido de la ducha.

Lentamente dejé caer la toalla hasta qué finalmente quedé totalmente desnuda. Mis ojos viajaron hacia cada parte de mi cuerpo, mis pechos, mis caderas, mi vientre... donde estaba esa cicatriz que con el tiempo había dejado de ser tan molesta.

He fingido todos los días de mí vida, haciéndome creer a mi misma que me sentía cómoda con mi cuerpo, con cada rincón de este y a de ser verdad, no es así. Todos los días de mí vida evito mirarme desnuda en frente de un espejo, y hoy puede ser la primera vez después de tanto tiempo.

Simplemente no puedo mirarme al espejo, no es que no me guste mi cuerpo, no es que haya algo malo en él... simplemente, me siento asqueada al saber que todos los días dejo que alguien más me toque, que todos los días alguien más me besa y me hace suya. Me siento usada, lastimada, maltratada y vacía.

Siempre evité mirar mi cuerpo desnudo en un espejo por qué mí mente se encargaba de recordarme todo lo que a diario hacen con él, haciéndome sentir vulnerable, sola, deprimida y tan... asquerosa.

Con el tiempo he aprendido a ser más fuerte, a ocultar mis sentimientos, saber ocultarlos y minimizarlos en frente de los demás porqué al fin y al cabo, a nadie le importa lo que pudo haber sentido una estúpida niña de diecisiete años, ¿No?

Con el tiempo he logrado en mantenerme de pie siempre, en no derrumbarme, en dejar de pensar en mí misma y todo eso gracias a mí hijo. Ahora mi única preocupación es él, viviría y moriría solo por él, y eso, es algo que nadie cambiará nunca.

Me preocupé en vestirme para esta noche. Hoy finalmente volvía a mi trabajo y según las palabras de Alessandro tenía que venir muy bien arreglada ya qué hoy unos clientes muy prestigiosos de Alemania llegaban a firmar algún trato con su él, siendo el representante de su padre y el encargado de todo, el chico me avisó y dijo que mi presencia podría ser importante esta noche.

Escogí un vestido de color negro, algo simple y que no dejaba mucho a la imaginación. Por último opté por unos tacones negros que me hacían ver un poco más alta.

No era buena arreglandome, pero sabía cómo gustarle a los hombres así que no era tan necesaria la ropa.

Finalmente salí del baño, entrando hacia mí habitación y comencé a avanzar hacia mí tocador, donde comenzaría por lo faltante.

Empecé a retocarme un poco el rostro, dejando mi cabello atado a un moño. Mientras que me echaba el corrector, mi mente no dejaba de divagar por varios pensamientos.

El país de los prestigiosos clientes que tanto querían hacer un trato con Alessandro no dejaba de resonar en mi mente. Una parte de mí quería que fuera Tom y su pandilla, pero era imposible... no se ha sabido de ellos en años y probablemente todos hayan muerto desde aquél día.

A veces pensaba, ¿Porque tuvimos un final así? Después de todo lo malo, Tom merecía un poco de su felicidad...

Él no merecía morir bombardeado.

²⌉ 𝐀𝐟𝐭𝐞𝐫 𝟗𝟗 𝐃𝐚𝐲𝐬 ; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳. ©Where stories live. Discover now