capítulo II

182 118 62
                                    


   –– ¿Estás en una excursión o buscás una manera de iniciar una búsqueda de rescate?- Una voz gruesa pero a la vez suavizada por su volumen, aparecio por detras de mi e hizo que saltará inconcientemente.


  –– Tu… ¿qué haces aquí?.- pregunté aún con el corazón acelerado, mientras que trataba de disimular mi nerviosismo.


     Tratar de describir las sensaciones que trascurrian por cada parte de mi cuerpo seria un intento fallido, lo tenía allí, justo delante de mí, era él y no existía una razón lógica para que fuera el mismo chico, pero solo tenía como prueba infalible esos hermoso ojos verdes.

  – Pondríamos tener esta conversación de quien hace qué y porqué, pero no es algo que realmente quiera o tenga tiempo de hacer.- De ese modo como fueron saliendo de su boca esas palabras fue desapareciendo de mi vista.


   Gotas de lluvia empezaron a caer desde lo alto, el tiempo pronosticaba que se volvería aún mas intenso con cada segundo que pasaba. No obstante mi cerebro no quería percatarse de esas amenazas, sino de cierto sujeto que estaba caminado delante de mí a pasos apresurados dejándome atrás, y fue allí cuando la verdadera alarme se encendió. Me quedaría sola en un bosque a merced de una tormenta.

Sin él.


  –  ¡Oye no piensas dejarme sola, espera!.- corrí gritando en su dirección, tan rápido como las ramas caídas y raíces de árboles me lo permitieron.

–  Antes que yo llegara estabas muy sola, así que no entiendo tu preocupación- dijo sin ni siquiera mirarme.

   Este sujeto estaba concentrado en dar pasos cada vez más largo que me dificultaban aún más seguirle el ritmo.

– Eso fue antes de que empezará a llover.- justifiqué volviendo a buscar su mirada, como si quisiera comprobar que era totalmente real y no un producto de mi imaginación.

–  Por cierto me llamo Deisy Muller por si lo necesitas para iniciar una búsqueda de rescate.- continué diciendo en un intento de iniciar una conversación o una presentación.

–  ¿Así que sí pensabas desaparecer o solo esperar a que te matará un oso?.- fugazmente vi una sonrisa pícara dibujarse en sus labios rojos por él frío y quedé sin aliento.

–  No, pensé en ir al bosque y tener sexo con el primer desconocido que apareciera pero tú me interrumpiste.- comenté en el mismo tono que él había usado conmigo anteriormente.

  – Sabés que cuando las personas se refieren a sexo salvaje no es literal ¿verdad?- respondió sarcásticamente para luego parar en seco, ocasionando que imitará su acto por inercia.

–  ¿Por qué param…

  No pude terminar de formular la pregunta cuando esté tapo mi boca apresuradamente, empujandome haciendo que retrocediera sobre mis pasó y mi espalda quedará apoyada detrás de un árbol.

  Ahora podía ver claramente sus ojos verdes, oscurecidos por el espesor del bosque que nos rodeaba, opacos parcialmente por algo inmensamente doloroso que pasaba dentro de ellos. No era a mi quien miraba, lejos de nosotros había algo más, pisadas se escuchaban recorrer algún lugar no muy lejos. Estábamos tan cerca que estaba segura que podía escuchar mi corazón latir cada vez más rápido con cada segundo que pasaba. Entonces paso lo que una vez quise que pasara, sus ojos miraron los míos, pero no con amor sino en una extraña seña que decía firmemente, “ No hagas ruido”.

   No lograba deducir que era lo que sucedía, los pasos se hacían cada vez más fuertes, la lluvia caía aún más rápido hasta el punto que estamos totalmente empapados de ella, su cuerpo estaba pegado al mío, podía sentir cada músculo de su pecho formado detrás de su húmedo suéter negro.

    Existe esa extraña sensación dentro de tí que nace cuando sabes que algo malo va a pasar, no es una advertencia porque todos en algún momento la sentimos y sabemos que aunque tratemos no hay alternativa alguna para que no suceda, solo esperas, y la espera hace que la desesperación haga de ti un completo caos, era exactamente lo que sentía en ese momento.

   La espera ya me estaba matando.

  Como si la escena se propusiera en sacar nuestro mayores miedos, todo se volvía cada vez menos visibles, la densa tormenta gris devorada cada fragmento de luz, nuestros cuerpos temblanban más que las ramas de los árboles que luchaban por no ser arrastrados por aquella tempestad. Mientras que nosotros, pequeños peones luchaban con algo que ni siquiera podíamos ver, pero que estaba allí, pisando más fuerte, haciendo más ruido, buscando, cazando y debilitando dos cuerpos que hasta hoy eran desconocidos y se apoyaban uno contra otro para sostenerse.

  Cuando por fin de escucho el proyectil.

   El sonido resonó haciendo eco en todo el lugar opacando cualquier lluvia, un grito ahogado salió de mi casi al mismo tiempo que mis pies eran arrastrados por Jack, – nada me aseguraba que ese era su nombre, pero era con  el que lo había asociado todos estos años–. Corríamos desesperadamente sin una dirección precisa, pero con el único objetivo de salir de ese lugar, no tuve el tiempo ni de mirar atrás, temía que nos siguieran, que quizás lo que no nos tocó nos alcanzaría y que esta vez no fallaría.

   A lo mejor estuvimos corriendo por aproximadamente 5 minutos, pero para ser lo mas franca posible, mi perspectiva de la realidad en estos instantes era total y absolutamente errática. Esta corriendo por mi vida con el niño que había estado obsesionada toda mi vida y para que ser exactas, ya no era un niño, además añado que no estaba ni un poco segura  que lo que sucedía era real o quizás otro producto de mi imaginación. Eso ahora que lo pienso sucede muy seguido, nos dicen constantemente lo que tenemos o no que creer, lo que es y no posible, y que aunque lo tengas al frente dudarías igual en tu capacidad de distinguir.

  Páramos sorprendentemente a los limites de mi casa, toda mi mente di un vuelco. No era eso posible.

   ¿Como podíamos haber llegado si estamos en la dirección opuesta?.

Gire mi cabeza para comprobar que él seguía conmigo, fuertes punzadas en mi cabeza comenzaron a surgir provocando que comenzará a masajear mis sienés, ni siquiera mi hiperventilación se comparaba con aquel dolor. A pesar de eso, nunca le  quité la vista de encima, como si en un instante tuviera miedo que se esfumase. Estaba con la cabeza baja y después de haber recobrado el aliento sólo se dio media vuelta, miro el bosque por última vez y comenzó a caminar.

–  ¿No piensas volver allí cierto?, no es seguro...-. Hice el intento de alzar la mano y agarrarlo del brazo, pero rechace la idea como si temiera no poder tocarla.

–  No vuelvas tú al bosque, eso es algo que solo le pasa una vez a las personas como tú y no hay doble golpes de suerte.- pronunció con un tono neutro y sin ánimos.

   Mis ojos se cristalizaron volviendo a nublar mi vista, ahora no sólo eran las punzadas de mi cabeza que se hacían más repetitivas y dolorosas, sino aquel vacío en el pecho que sentía al verlo partir y me sentí como una cobarde al ni siquiera tener el valor de seguirlo, por el miedo de nuevo. Y es que me aterraba a cada instante que no fuera real, yo deseaba y necesitaba que lo fuera.





  

Holaaa mis chic@s, en realidad estaba dudosa si hacer una nota de la autora o no, pero ya si nos montamos en esto hay que ir con todo.

Solo quería aclarar un par de cosas. Numero uno, esta historia se basa en cierta parte en los relatos de Deisy (la protagonista) sobre sus vivencias y perspectiva de la mente de Jack. Número dos, ¿ Ya conocieron a mi baby?, Jack es alguien que siempre vivió en mi mente y,  moría por ser plasmado, Les aseguro que lo amaran y querrán abrazarlo cuando conozcan su historia. Número tres y última, es una historia con muchos misterios, trampas, acertijos y giroa inesperados así que tienen que tener mucha paciencia.

  Sin más que decir, les agradezco por leer, pueden votar y decir si quieren actualización (eso no lo he decidido). Los adoro besos y me retiro. 💙

  

La casa de los Techos altos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora