HEREDERO

NO ES UNA BROMA.

La mañana siguiente a pesar de ser domingo Ryan madrugo, mientras se levantaba sus sabanas se removieron dejando ver a Ares que se encontraba cómodamente acostado en la cama del rubio (el gato se solía escapar del cuarto de su dueño), también de entre las cobijas salió Nix revoloteando sus plumas albinas.
Él Grindelwald se vistió con su respectiva ropa y tomó su bolso, donde ya había colocado previamente las cosas que utilizaría hoy.

-Hoy saldremos de expedición -murmura Ryan a sus acompañantes- veré los avances.

Él chico tomó una nota para escribir un recado para sus amigos, agarró sus cosas mientras era seguido por ambos animales, pego su recado en su puerta y tomó rumbo fuera del castillo.
Para él Slytherin fue fácil salir ya que todavía no amanecía del todo, apenas unos cuantos rayos de sol se filtraban.

Aprovechándose de la oscuridad él chico y sus cómplices se internaron en el bosque prohibido, Ryan veía atento la zona para memorizar el camino.
Cuando se internaron lo suficiente entonces Grindelwald dejo su bolso en el interior de un trono hueco para luego alejarse, cerró sus ojos y comenzó a imaginar como su cuerpo cambiaba.

Todo ese tiempo había ampliado sus conocimientos en diversas ramas de la magia, que había descuidado su habilidad de metamorfomago.
Normalmente esa habilidad se veía ligada a las emociones en algunos casos, por lo que era muy fácil distinguir a los magos con dicho don.

Ya que si tenían alguna emoción fuerte su aspecto solía cambiar involuntariamente, los metamorfomagos tenían que entrenar mucho para controlar sus transformaciones.
Aunque por alguna razón este fenómeno no ocurría en Ryan, aunque se mantuviera mayormente neutro o desinteresado en ocasiones también mostraba otras emociones, y su aspecto permanecía igual.

Cuando él chico abrió los ojos nuevamente se acercó a su bolso para tomar un espejo que llevaba, al verse su aspecto había cambiado por completo y ahora tenía la apariencia de su padre en sus mejores años.
Nuevamente imagino a otra persona y cuando se fijo en el espejo ahora tenía la apariencia de Lucius Malfoy, durante un rato más siguió cambiando de apariencia.

Cuando se aburrió comenzó a intentar transformarse en algún animal, al principio imitó la figura emplumada de Nix y luego la de Ares.
Continuó luego cambiado de forma a los animales que conocía y a algunos que se acercaban a Ryan.

Nix se encontraba volando por los alrededores del bosque, vigilando que nadie molestará a su amo, cuando la águila notó como 2 cabelleras pelirrojas se colaban al bosque emprendió vuelo en dirección a donde estaba su dueño.
Ryan tenía la apariencia de un fénix para cuando Nix llegó a advertirle de los intrusos, él Grindelwald regresó a su forma humana y sólo extendió su mano para atrapar su bolso que había salido disparado en su dirección.

Con tranquilidad se sentó en el suelo mientras sacaba un cuaderno y una pluma para comenzar a dibujar algo, el Kneazle se acomodó a un lado de él mientras Nix volvía a emprender el vuelo.
Los gemelos Weasley no tardaron en llegar donde él Grindelwald se encontraba, se acercaron cautelosamente al verlo tan concentrado en su cuaderno, se colocaron atrás de él, querían ver que era lo que dibujaba.

El dibujo era una planta, que al fijarse bien podían notar que se encontraba a poco distancia de su ubicación.

-Es de mala educación espiar a la gente -la voz aterciopelada del menor los hizo reaccionar-

-Vaya, Vaya, miren quién anda en el bosque prohibido. . .-hable Fred-

-Él señorito perfecto de Slytherin -termina George-

-La perfección no existe, es una interpretación subjetiva de la realidad -responde Grindelwald sin dejar de dibujar-

-¿No deberías estar en tu sala común? -preguntan los gemelos-