Corazones en llamas ©

Capítulo 20

Daniela

Estaba acabando el último asalto del combate y cuando recibí un golpe, caí al suelo y vi a Grace y mi hermano levantándose rápidamente. Me levanté y le dirigí una mirada de preocupación a mi entrenador, pero me dijo que me centrará. Y aunque me costó hacerle caso, al final me cansé de que la imbécil de mi contrincante me estuviera golpeando todo el rato, así que nublé mis pensamientos y acabé lo que empezamos, la destruí.

Estaba tan furiosa por todas las provocaciones y porque no había dejado de mirar a Thiago, que no se me ocurrió otra cosa que golpearle hasta dejarla en el suelo y que no pudiera sacar una sonrisa. Aunque la venganza se me salió de las manos porque le di con mi codo en su cara y perdió el equilibrio haciendo que cayera al suelo.

Finalmente había ganado y le había quitado esa estúpida sonrisa.

Salí del ring, me acerqué a mi entrenador y fuimos al vestuario. Me senté en el banquillo y miré a mi entrenador que parecía estar un poco enfadado.

—Jay, ¿algo que me quieras decir?

—¿Te volviste loca? ¡Casi la matas por tú maldita frustración!—me dijo enfadado

—No es para tanto

—¡Daniela, cayó de espalda al suelo impactando con su cabeza, podría haber sido grave!

—¡Jay, no es mi culpa que sea una idiota y que vaya provocando a todas las personas que tiene enfrente!

Me levanté y él dio la conversación por perdida, entonces recordé que estábamos solos en el vestuario y los demás todavía no habían venido.

—¿Por qué mi hermano y Grace no han vuelto?—le pregunté preocupada a mi entrenador

—No lo sé, pero hace bastante tiempo que se fueron

Cogí mi chaqueta y salí lo más rápido que pude, pero era difícil porque había mucha gente. Cuando conseguí salir me sorprendió ver a los padres de Thiago, aunque lo que más me extrañó fue ver a mi hermano discutiendo con William y Abbie, los padres de Mar y Thiago.

Entonces desvié la mirada unos cuantos metros y me encontré a mi mejor amigo y tenía en sus brazos a Mar que estaba llorando. Me acerqué a mi hermano y di un paso hacia atrás cuando escuché esa amenaza de mi hermano.

—¡Si le llega a pasar algo a vuestro hijo, lo pagareis muy caro!—le amenazó Gabriel a William y Abbie

—¿Qué estás diciendo?—fruncí el ceño y todos me miraron al instante

—Daniela...

—¿Qué le pasó a Thiago?—se quedaron callados—¡Dímelo!—exigí

—Lo atropellaron y ahora está en el hospital debatiéndose entre la vida o la muerte

Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas y la noticia...la noticia no podía ser verdad. Ahora mismo me sentía como si me hubieran clavado un cuchillo en mi corazón.

—No, eso no puede ser verdad...Gabri... dime que es mentira—dije llorando

—Dani, ojalá pudiera mentirte, pero...

—¡NO!—solté un grito mientras Jay me abrazaba e impedía que yo cayera al suelo—No me puede dejar, no se puede ir, no se puede morir

—No lo hará—me dijo mi hermano

Mi mejor amigo se acercó a nosotros y a pesar de que me sentía derrumbada y mi corazón hecho cenizas, me agaché y abracé a Mar que estaba igual o peor que yo.

—Dani, tengo mucho miedo...no quiero perder a mi hermano—me dijo llorando

—Tú hermano es muy fuerte y se pondrá bien—le mentí, pero al menos se tranquilizó un poco

William se acercó a Mar y ella se escondió detrás mío, como si temiera de un monstruo.

—Tú eres el culpable de que mi hermano esté en el hospital—le acusó y mi rabia apareció al instante

—¿Eso es verdad?—le pregunté a él y se quedó callado—¡Respóndeme, William!

—Fue un accidente

Mi corazón comenzó a arder y mi rabia se podía notar desde lejos. Antes de que le pudiera gritar, Lucas me agarró de la cintura y me hizo girar para quedar frente a él. Me alejó de él y sabía que hiciera lo que hiciera, no me iba a poder escapar de mi mejor amigo porque me conocía lo suficiente bien para saber que lo que más deseaba ahora era matarlo.

—Lo voy a matar en cuanto pueda y no me lo vas a impedir

—Me temo que no te voy a dejar hacer eso

—Lucas, por su culpa Thiago está en un maldito hospital luchando por no morirse

—Lo sé, Daniela. Entiendo que lo único que quieres hacer es matarlo, pero esa no es la forma. Ahora mismo deberías ir a tu casa a descansar con Mar y mañana cuando estés más tranquila podrías ir al hospital

Me negué, no podía irme a mi casa tan tranquila como si nada hubiese pasado, pero también estaba segurísima de que hiciera lo que hiciera o dijera lo que dijera, no me iban a dejar ir, así que al final acabé aceptando. Después mi mejor amigo me llevó a mi casa, cuando entré estaban todas las luces apagadas y me acordé de que ellos me dijeron que mis padres y Grace estaban en el hospital.

—Dani, no voy a poder dormir, no puedo dejar de pensar en lo que ocurrió—me dijo Mar

—Mi niña todo esto va a pasar. ¿Quieres ver una película?

Era lo único que se me ocurría para que dejara de pensar y para que consiguiera dormir.

—Está bien, pero duerme conmigo, por favor—me pidió

—No me voy a mover de tu lado, te lo prometo

Encendí las luces del salón y nos sentamos en el sofá. Dejé que Mar apoyara su cabeza en mi regazo y le pasé una manta por encima. Después encendí la televisión y puse Descendientes.

Siempre que Mar venía a mi casa me pedía ver películas y unas de sus favoritas eran Descendientes, así que supuse que ver está película le haría feliz y por lo menos dejaría de pensar en su hermano un rato.

Al cabo del rato, como predecí se acabó durmiendo y yo me quedé viendo la película. Aunque se me hacía difícil porque estaba aterrorizada por Thiago, necesitaba que se recuperará. No me podía dejar porque tenía que cumplir el trato y enseñarle mi lugar favorito. Además, su hermana lo necesitaba, él tenía que cuidar de ella y no podía dejar a la persona que más quería.

Al final de tanto pensar y de estar tan cansada por el combate acabé durmiéndome. 

Seguímos tristes por aquí

La reacción de Daniela me destruyó y Mar está muy mal, ella no quiere y no puede perder a su hermano.

¿Qué creen que ocurrirá en el próximo capítulo?

Creo que en está historia van a odiar a muchos personajes, si no lo hicieron ya

¿Algún fanático de Descendientes?

Nos vemos el próximo día, ya quiero subirlo, pero me tengo que esperar un poco

Cuídense, los amo, no lo olviden