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Jimin había salido con su mejor amiga Seulgi a bailar a un club, sin embargo no sabía cuál era, puesto que la chica pelirroja le dijo que era sorpresa. Decidieron tomar unos shots y otras cosas en su casa, luego llamaron un taxi y se dirigieron al lugar.

Se sorprendió al ver que era uno de esos clubes lujosos donde había que hacer horas de fila para entrar, si es que no eras nadie importante; "Zero" decía el gran cartel de neón. Y su sorpresa fue aún más cuando ella le tomó la mano y fueron directo hacia donde estaba el guardia con la lista.

— Kang Seulgi. —le dijo al fortachón de la puerta.

El hombre asintió y se movió para dejarles pasar.

— ¿En qué cosas raras andas ahora? —le preguntó una vez estuvieron dentro.

— Mi sugar daddy es importante aquí, Jimin. —sonrió mordiéndose el labio.

— No se puede contigo. —negó y ella volvió a reírse, tomándolo de la mano nuevamente para luego llevárselo a la pista de baile.

La música era bastante movida y con el poco alcohol que traían encima, fue más fácil soltarse y comenzar a bailar. El ambiente era alegre y algunas veces ambos giraban o bajaban juntos.

— Oye, ¿Tu sugar daddy no se enojará porque nos dimos un piquito? —rió el rubio.

— Mhm... Nop. —negó y le plantó otro— Sigamos bailando nene.

De vez en cuando iban hasta la barra a buscar cerveza y demás tragos, lo cual no pagaban debido al papi rico de Seulgi.

Movían sus cuerpos junto a otras personas y rechazaban cualquier tipo de invitación ya sea sexual o sólo para bailar, puesto que siendo ellos dos no necesitaban de más gente.

— Oh mi dios, Jimin. —dijo ella en su oído— Mira al que está allá en la zona VIP.

— ¿Quién es? —preguntó, viendo a un hombre increíblemente apuesto y con muchos tatuajes.

— Es el dueño del club, un mafioso. Su nombre es Jeon Jungkook, es amigo de mi papi. —dijo esto último con un brillito en sus ojos.

— ¿Cuantos años tiene?

— Creo que veintiocho, o algo así. —se encogió de hombros.

— Wow. —fue todo lo que dijo, era un tipo lindo, sí. Pero era un mafioso y eso lo hacía peligroso, así que no.

De ninguna manera.

Continuaron bailando un poco más hasta que los tragos hicieron efecto en Seulgi y ella debió dejarlo a Jimin ahí en la barra para poder ir al baño a vaciar su vejiga. Acercó un banquito a si mismo y se tambaleó un poquito al subirse. Sin embargo, no estaba tan borracho y mucho menos  inconsciente, sólo un poco alegre.

— ¿Desea algo? —preguntó el barman.

— Mmm... Un whisky, por favor. —le sonrió.

— Que sean dos, yo pagaré. —habló alguien a su lado, que evidentemente no era Seulgi.

Jimin se giró rápidamente para ver quién era el generoso que estaba por pagarle el trago; casi se cae del banco al ver que era el hombre a quien no quería cruzarse esa noche. ¿Por qué demonios Jeon Jungkook le estaba pagando su trago?

Más importante todavía... ¿Por qué demonios no se iba de allí?

— Vi que tu amiga te dejó solo. —dijo, mirándole fijamente— ¿Cómo te llamas?

— Park Jimin, ¿El tuyo? —preguntó a pesar de que ya sabía.

— Jeon Jungkook. —respondió luego de relamer sus labios— ¿Te apetece bailar luego?

*-No te hagas-*OS kookminМесто, где живут истории. Откройте их для себя