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Comenzaba un nuevo día en el apartamento que Jungkook y Jimin compartían. Apenas se levantó, el menor fue hasta la habitación de su hyung para preguntarle qué quería de desayunar, mas no lo encontró allí, ni en ningún lado de la casa.

Soltando un suspiro resignado, se sirvió un plato de cereal con leche y luego se pondría a ordenar un poco su hogar.

Sin embargo, la tentación de agarrar su teléfono y llamar al más bajito fue más fuerte que cualquier otra cosa.

— Jimin hyuuung~ ¿Dónde estás? No estabas para desayunar. —su voz sonaba ansiosa.

— Salí con un amigo y llegaré después del almuerzo Kookie~ —una risa se escuchó del otro lado de la línea— Nos vemos luego, ¡adiós!~

La llamada finalizó dejando a un Jungkook extremadamente furioso pero triste, ¿su hyung lo rechazaba por ser menor? ¿o él era muy feo? Quizá simplemente lo ignoraba porque él era la cosa más aburrida y sin sentido del mundo.

Lo peor es que no podía reclamar nada, pues solo eran amigos. Amigos... Qué palabra tan fea para Jimin y él, novios sonaba mejor.

¿Pero quién necesita a Jimin? Yo, se dijo internamente.

Sus berrinches podían ser lo más estúpido del mundo, pero no bromeaba cuando decía que amaba a Jimin con todo su ser.

— Taehyung... Necesito apoyo moral. —habló por la línea, recibiendo una respuesta casi inmediata.

— Yo también... Estoy yendo. —escuchó a su mejor amigo sorberse la nariz y luego cortó.

Quince minutos después llegó Taehyung con una barra gigante de chocolate y una cara de haber sido pisoteado por mamuts. Bien… Tampoco estaba tan mal pero si tenía unas ojeras del demonio y estaba pálido.

— ¿Qué sucedió, Tae? —preguntó apenas estuvieron sentados en el sofá.

— Y-Yo... Y-Yo, H-Hobi y jjsnsjsk... —lo último no se entendió nada por el hecho de que éste comenzó a llorar.

Jungkook apoyó al castaño contra su pecho y acarició su espalda, casi comenzando a llorar el también. Por lo que abrió la barra de chocolate y se comió un pedacito, luego le dió un poco a Taehyung, que poco a poco se fue calmando.

— Es que... Joder... ¡Yo lo quiero mucho! ¡Lo amo! Pero siempre arruino las cosas por mis tontos celos. —se limpió los ojos— Y quiere que nos demos un tiempo, tengo miedo. Seguro y encuentra a alguien mejor que yo, no quiero eso, Kookie.

— Pero es sólo un tiempo... Quizás deberías llamarle y hablar, ambos se quieren y deben solucionar bien las cosas... A-Ambos son mis amigos y odio que se peleen. —miró a su amigo y este asintió, dándole la razón.

— Está bien. Pero más tarde, ahora seamos sólo nosotros. —puso su cabeza en el regazo del menor— ¿En qué necesitabas apoyo moral?

— Jimin...

— ¿Aún no te toma en cuenta?

— Y probablemente no lo haga nunca.

— No seas así, Jungkook...

— ¡Pero es verdad! Tan solo míralo... Él es tan lindo y genial, luego estoy yo. Un chiquillo con sentimientos a los que su hyung jamás corresponderá, me ve como un niño...

— Deja de menospreciarte… No es como si fueses una basura, Jeon.

— Es verd-

— Ya cállate, me estresas. —Taehyung volvió a sentarse en el sofá— ¿Por qué simplemente no te declaras, y ya?

× Malditamente Celoso× Os kookmin Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz