Capítulo 31: Redimir

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Betty había salido de aquel apartamento con los sentimientos encontrados, sin embargo, algo estaba claro. Mañana tendría que hablar con Adriana Arboleda.

***
-Buenos días, Betty. - dijo la modelo en tono dulce, rodeándola por detrás y saludándola con un beso en la mejilla.
La economista se encontraba ya sentada, un poco ansiosa. Sin embargo, trató de guardarse esos sentimientos.

-Buenos días , doña Adriana. - respondió con una sonrisa de medio lado.

-Tengo que contarle algo-Tengo que hablar con usted. - Dijeron ambas al mismo tiempo. Y luego sonrieron.
-Primero usted, dijo Adri - No, por favor, primero usted, insisto - dice Betty con alguna esperanza.
-Está bien, bueno, tengo dos noticias una buena y una mala, bueno regular diría yo. - OK. - dijo asintiendo- la presidenta.
-La buena noticia es que firmé contrato con una importante agencia en Milán, - Esa es una gran noticia, doña Adriana! Wow. Por cuánto tiempo?
- Aquí viene el problema, es por 5 años, y lo regular es que me toca viajar la próxima semana a más tardar y yo sé que usted está comprometida con Ecomoda - Hablaba emocionada casi sin ninguna pausa - pero me gustaría preguntarle si después de su periodo quiera mudarse conmigo a Milán, podemos vivir allá, encontrar un apartamento para las dos, caminar juntas por las calles de Milán, me encantaría que se escapara conmigo antes, igual, así que esa es mi propuesta. - Adriana estaba animada y sus ojos de color almendrado le brillaban, Beatriz sólo escuchaba atenta deseando en lo más profundo de su corazón que sus sentimientos cambiaran, el plan de Adri sonaba tan perfecto como todo lo que la componía y era ella, pero sus sentimientos ya estaban sentenciados a lo complejo, las cosas con Adri sonaban tan fáciles que tenía muchísimo enojo con ella misma por ser tan tonta, pero ella sabía que la modelo no se merecía nada que le hiciera daño, o bueno, más daño. Se merecía lo mejor del mundo. Tragó saliva y por fin pronunció la primera palabra que enunciaba su conflicto.
- Doña Adriana - dijo dudosa, sin embargo, siguió - me encantaría decirle que sí, que si a todo, no sabe cuánto lo anhelo, pero... usted no se merece que le hagan daño, ni mucho menos un amor a medias, usted se merece todo lo bonito que la vida le pueda brindar y siento que es una nueva etapa que va a comenzar en Milán. (Soy una tonta, dijo bajito y con los ojos tristes.) Pero mis sentimientos están divididos y no quiero engañarla más, perdóneme. Comenzaban a brotar pequeñas lágrimas, realmente esto le dolía mucho y lo que implicaba era peor, podía perder a una persona sensacional...
La cara de Adriana denotaba tristeza, un poco de desilusión, no obstante sabía que esto podía ocurrir. - No tiene porqué pedirme perdón, Betty, usted me había advertido, yo estaba consciente, a pesar de todo tenía que intentarlo. - Sonrió con tristeza.
- Usted no sabe cómo me encantaría poder borrar todo y simplemente escaparme con usted y caminar juntas por las calles de Milán la ex asistente sonrió de medio lado. - Pero...
- El corazón quiere lo que quiere. - completó la modelo. - Beatriz asintió con pesadez.
-Betty - le tomó las manos - usted es una persona muy especial, y a mi encanta tener a las personas especiales cerca de mi, en este momento no podemos ser amantes, pero sí ser buenas amigas y de hecho, así nuestra relación tendrá más probabilidad de durar para siempre - dijo tratando de animar a Betty, quien sonrió con melancolía, " cómo una persona podía ser tan buena" se dijo para sí
- Doña Adriana, realmente usted es una gran persona y se ha ganado un gran espacio en mi corazón en tan poco tiempo, la quiero mucho y para mi sería maravilloso también poder tenerla en mi vida, así sea como amiga. No sé cómo pagarle todo lo que ha hecho por mi y cómo se ha comportado conmigo, muchas gracias, de verdad.-Ambas se abrazaron, al final se despidieron, las dos tenían lágrimas en su rostro y Betty le regaló un último beso a Adriana, quien después de separarse un poco le susurró - En la próxima vida, quizá. - Betty sólo sonrió y preguntó
- Puedo saber qué día se va? Quiero despedirme de usted.
-El viernes, quizá, aún tengo que decidirlo.
-Me lo hace saber. Adiós doña Adriana, cuídese mucho
-Adiós, Betty, eso haré, espero usted también.
Se regalaron una sonrisa de medio lado y la economista se marchó sin mirar atrás para que el dolor que estaba sintiendo no se intensificara más.

****

El día pasó gris, el corazón de Betty se encontraba un poco estropeado pero sentía que sus cargas se habían soltado, sobretodo la carga de la culpa. Sabía que había sido una decisión difícil pero era la más acertada por el bien de ambas, engañarla nunca fue una opción, pero Marcela Valencia era su talón de Aquiles y por más que quisiera deshacer su amor por ella éste siempre buscaba la manera de salir a flote, a quién quería engañar, no se podía arrepentir de lo que había hecho el día anterior, esos momentos con la accionista habían alumbrado su vida y lo que ella realmente quería.

En todo el día no supo nada de Marcela, y también se limitó a preguntar por ella. Quería vivir su duelo sin ella.

Por su parte Marce sentía una pesadumbre y también estaba un poco ansiosa, no quería ser más intensa, ya se había arrastrado dos veces ante Betty, de verdad que le iba a dar su espacio. Aunque se moría de ganas por saber del encuentro de Beatriz con Adriana. Al principio la torturaba, pero se obligó a concentrarse en el trabajo y eso la ayudó a calmar su ansiedad y a despejarse de aquel estado.

***

Betty iba saliendo de su oficina, la jornada laboral hacía una hora que había terminado, pero como era de costumbre siempre salía más tarde que los demás. Se disponía a tomar el ascensor cuando de repente vio que Marcela también se dirigía hacia él, iban exactamente para el mismo piso, el parqueadero.
-Hola - Saludó Marce - pensé que ya no había nadie aquí. - agregó con una mirada directa a los ojos de la presidenta.
-Buenas noches- contestó con cierto desdén - también pensé lo mismo.
La gerente frunció el ceño, el tono con el que había respondido Betty le daba a entender que estaba siendo cortante. Se limitó a no responder, pero por dentro trababa de controlarse.
Ambas iban en silencio, hasta cierto punto, ya faltaban dos pisos hasta que Marcela no pudo más y explotó. Tenía tantas cosas que preguntar, tantas dudas que despejar. Por donde iba a comenzar.
- Qué le pasa conmigo, Beatriz?
- Nada - dijo más cortante aún. Betty salió volando tras abrirse el ascensor y Marcela detrás de ella.
-Beatriz!! Beatriz! - la tomó por el brazo. - Por qué se comporta así conmigo? - preguntó
- Suélteme doña Marcela, no estoy de humor para hablar- dijo tratando de zafarse del agarre
-Y cuándo cree que estará de humor para hablar?
-No sé, Marcela, pero no será hoy - la había llamado solo por el nombre, Betty muy pocas veces había hecho eso.
La accionista, no quería obligar a Betty, pero de verdad, por qué se tenía que comportar de esa manera tan grosera?
- Beatriz, estoy harta de sus vaivenes. Ayer hizo el amor conmigo y hoy se va a ver con la modelito esa y a mí me desprecia? Debería ser más clara y no jugar con las dos - dijo con un tono alto, tenía derecho de reclamar era sus sentimientos los que estaban en juego.
- Mire, Marcela Valencia, hoy puse fin a cualquier lazo romántico con la "modelito esa"- hizo comillas - quien es una mujer hermosa en todo el sentido de la palabra, pero a pesar de ser perfecta no la puedo amar como es debido porque mi corazón ya está ocupada por otra desgraciadamente-.
Por el tono que había empleado la presidenta la confundía, pero si era selectiva con algunas palabras era la mejor noticia que había escuchado en mucho tiempo ~¿Acaso estaba renegando de su amor por mí?~pensó luego , pero no importaba, nada la alejaría de la noticia principal.
-Beatriz dijo en tono dulce - quiere decir que dejó lo que tenía con Adriana por mi?
-Lastimosamente.
- No sé si es un cumplido o debo sentirme ofendida.
Betty sonrió de lado. - No se lo tiene que tomar como nada - dijo con amargura caminando hacia el carro
-Beatriz - alzó un poco la voz - si me da otra oportunidad le aseguro que va a ser lo mejor que le suceda en la vida.
-La gerente alzó las cejas y pronunció con cierto sentimiento
-Deme un poco de tiempo, doña Marcela-la pelinegro se acercó y la tomó de las manos, entonces musitó muy cerca de los labios de la ejecutiva
-Todo el que necesite Beatriz. -
Ambas estuvieron tentadas a robarse un beso, pero Betty carraspeó al sentir la respiración de Marce. - Ya me tengo que ir. Nos vemos mañana. - Cortó la tensión y se metió al carro.
-Así será. - Dijo March triunfante.

¿Betty y Marcela? (Marcetty) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora