Condado Caloway ➸ Kookgi

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Lo peor de la etapa del celo no era la sensación de tener sexo a cada segundo, ni el calor y mucho menos los malestares, lo peor era sus pocos recuerdos de lo que sea que pasaba, su memoria mejoraba con el paso del tiempo hasta recordar todo, pero al momento solo estaba la suposición de que posiblemente la cago, pero no sabía cómo.

No era difícil de adivinar, con las miradas poco disimuladas de los demás y que su abuela no quisiera contarle nada no ayudaba, añadiéndole que Jungkook parecía no tener calor ya que andaba con sus camisas abotonadas hasta el cuello.

¿Qué había pasado? Necesitaba saberlo y si nadie quería decirle, le preguntaría a quien tal vez podría darle una respuesta.

— ¡¿A dónde vas?! ¡Aun nos faltan más huevos! —Taehyung detuvo su trabajo de sacar los huevos cuando vio a su compañero correr hacia la casa.

— ¡Vuelvo en 10 minutos!

Dudaba que regresara en 10 minutos así que solo siguió con su trabajo.

El Omega corrió hasta la casa esquivando las cajas que estaban en su camino, mientras falto por el celo las ventas incrementaron y justo como su abuela le dijo, no tuvieron muchos problemas para arreglárselas sin él. En partes se alegraba, no estaría ahí para siempre, pero saber que era indispensable de alguna forma hacía que su corazón doliera.

—Hey, Chris, ¿Sabes dónde está Jungkook? —el Alfa que cargaba como si aquellas cajas de latas fueran almohadas se detuvo para poder responderle.

—Subió a su habitación a buscar algo—el pálido le agradeció y huyo escaleras arribas, justo cuando doblo hacia donde estaba la habitación del Alfa lo vio salir junto con Eunji mientras este terminaba de abotonarse la camisa, sintió su corazón estrujarse un poco cuando pudo ver una marca en su cuello, una marca que conocía muy bien.

¿Acaso ellos dos...

—Eres increíble, no sabes lo mucho que me ayudas con esto

—Aunque seas un tonto, estoy aquí para eso—y como si Yoongi no estuviese allí paso por su lado cosa que al pálido no le importaba en lo más mínimo, lo mejor que podía hacer era ignorar lo que sea que ella quisiese hacer para provocarlo, pero por más que le hubiese encantado también ignorar al Alfa, su lobo parecía empeñado en no quedarse con la duda.

— ¿Por qué huyes de mí?

— ¿Huir? Simplemente estoy ocupado, Yoongi no es momento para esto

—Estoy harto de que huyas de mí y que lo niegues—sujeto el tiro suelto del overol que a veces el pelinegro usaba para el trabajo pesado en el huerto y lo jalo hasta la habitación de este donde puso el seguro. — ¿Que te pasa conmigo? ¿Acaso hice algo malo cuando estaba en celo?

—No me pasa nada contigo, Yoongi ahora déjame salir tengo cosas que hacer

—Así es como será ahora, ¿Verdad? Primero no me dejabas en paz para nada, me llamas bebé como si tuvieras el derecho y ahora que yo... ¿Te gusto verme la cara de estúpido? —Yoongi parecía solo estar molesto, pero en su interior su lobo estaba chillado. — ¿Qué fue lo que te hice? ¿Acaso te bese?

—Si, eso fue Yoongi, me besaste

—¿Y por un simple beso mientras estaba en celo prefieres ignorarme que hablar de esto? Solo fue un beso, no es la gran cosa

— ¿Compartir un beso no es la gran cosa para ti?

—Puedes besar a cualquiera, Jungkook compartir saliva por un momento no es nada especial, tener sexo lo es, no he sentido nada al besarme con alguien y tú no eres la diferencia