La asistente

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Tic, tac...llego la hora de salida, mi corazon se acelero de inmediato, pase el dia de una manera muy tranquila, sin pensar en absoluto en que al llegar la salida, me veria con Sandra, esa dulce pelliroja que con una mirada y una sonrisa me hizo alejar cualquier pensamiento de la senora Ariana, trate de tomar las cosas con calma, pero debia de llegar primero a la recepcion de la oficina para poder estar puntual ante mi encuentro con Sandra.

Tome mis cosas, me despedi rapidamente de mis colegas y enseguida baje por las escaleras, nadie las usa al final de la jornada laboral, para cuando llegue, ella no estaba aun, lo cual me hizo sumar puntos o eso creo yo. Lo cierto es que pasaron no mas de 5 minutos y nuevamente ante mi presencia, llego esta peliroja de ensueno y que entre la multitud de personas que caminaban desesperadas hacia la salida, me arrojo una sonrisa.

Mientras se acercaba mi corazon se aceleraba mas y mas, involuntariamente mis piernas me pidieron acercarme, asi mostrando mas interes en poder tenerla lo mas cerca posible, hasta que ambos llegamos al final de camino, estabamos de frente nuevamente y ella rapidamente me dijo:

''Hola de nuevo, se te apetece ir al barrio chino, tengo muchas ganas de un ramen, no he parado de pensar en el''

Claro yo pensaba en algo mas romatico para una primera cita, pero hey, cualquier cosa cerca de esas piernas y ese mirar tan sexy seria buena excusa para poder acercarmele.

-Barrio chino sera- respondi, mientras le extendi mi mano para que ella me diera sus cosas, cosa a la cual accedio rapidamente y sin mas nos dirigimos hacia la salida.

Pensaba en pagar un taxi, pero ella rapidamente me interrumpio y me dijo.

''Podemos caminar, asi podemos charlar mas''

Pareciera como si ella estuviera guiandome, pero bueno, a decir verdad jamas pense que ella se pudiera fijar en mi, debo de decir que nunca he sido alguien muy positivo en cuanto a las mujeres, nunca espero mucho, solamente sigo adelante ante las situaciones y trato de resolver como se puedan presentar estas mismas.

Resumidamente, en el camino hablamos de muchas cosas, ella miraba una pequena ave y comentaba, veia unos zapatos, lo comentaba, veia una piedra y lo comentaba, era una personas con una personalidad muy extrovertida, algo demasiado diferente a la senora Ariana, que hasta el momento siempre me trato bien, siempre hemos sido vecinos, no tengo un recuerdo de ella conociendola y creo que esto hizo que Sandra se posicionara rapidamente como de mi interes.

''Es aqui'' me dijo

-Solo entro, si me dejas invitarte- respondi rapidamente

''No se vale asi!'' me dijo ella ante su mirada de asombro y de un poco de hambre

La tome de la mano y nos dirigimos hacia la entrada de este restaurante de comida china, en donde vendian el ramen que ella tanto queria.

-Mesa para 2- dije, mientras ella se puso a mi lado y me sonrio, agachando la cabeza.

Entramos y la verdad este restaurante tenia una gran variedad de platillos, pero Sandra queria su ramen, asi que decidi tomar el mismo platillo, dos personas, bien vestidos, en un restaurante semi elegante en el bario chino, es la situacion mas atipica que jamas podia haber pensado.

''Me parecio muy audaz que me invitaras a salir'' dijo ella mientras esperabamos la comida

- Si? debes de tener miles de propuestas todos los dias- 

''No tantas como pensarias, en realidad, las personas suelen pasar de mi, como si fuese invisible''

-Invisible? si desde que te vi en la recepcion no pude dejar de pensar en tu hermosa sonrisa y tu hermosa figura.

Ella solamente se sonrojo, inmediatamente nuestra comida llego, empezamos a comer y hablar un poco de todo, hasta que me surgio la duda, que hacia ella en la empresa? que puesto desempenaba?

-Tu en que puesto trabajas?-

''Yo soy asistente de la gerente de calidad''

Misma gerente de calidad es una de las subordinadas de la senora Ariana, por ende ella tiene cierta cercania a ella, algo que me soprendio, nunca haberla visto.

''Es muy estresante, todo sobrecae sobre mi'' agrego ella

-Te entiendo, al final los asistentes deben de sostener muchas de las cosas que pasan y no los jefes-

''Si! aveces de verdad necesito un masaje que me libere de estas tensiones'' dijo ella mientras hacia su cabeza hacia atras y pasaba sus manos por su nuca hasta terminar antes de esas tetas enormes, lo cual ya sabrias que me quede mirando idiotizado y sin mas, sin pensar agregue.

-Yo te puedo masajear...-

Ella me miro con asombro, bajo su mirada, ambos reimos y ella termino esa interaccion, mordiendose los labios y diciendome

''No estaria nada mal'' con una mirada picara, haciendome pensar en que podria tenerla para mi totalmente, pero antes de que pudiera pensar en algo mas me dijo

''Pero primero disfrutemos del momento, los masajes vendran cuando tengan que venir''

-A sus ordenes- agregue con lo cual ella rio y seguimos nuestra cita.

Para mas tarde terminarla de la mejor manera posible, nos levantamos, pague la comida, nos levantamos despues de unas copas de vino y el ramen, no son muy buena combinacion y la acompane a que tomara un Uber hasta su casa.

''Me encanto salir contigo, este es mi numero'' me dio su numero y agrego '' hazme saber cuando llegues a tu casa, de verdad la pase muy bien hoy contigo''

Antes de poder decir algo, ella se acerco y nos miramos, la tome por sus mejillas y me acerque a besarla, beso que ella me correspondio y devolvio de una manera muy apasionada.

-Nos vemos manana guapa- le dije

''Te espero, buenas noches''

Asi ella se monto en su uber y se alejo, mientras yo observaba, baje la cabeza feliz y con orgullo enseguidamente saque pecho, alze mi cabeza y me dirigi rumbo a casa, esperando poder ver a Sandra nuevamente al dia siguiente y esperar a ver que pueda pasar con ella.

La madre de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora