Cap. 19: Vigilada

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Desperté en la madrugada, cerca del amanecer. Rápidamente, me puse de pie y corrí a la habitación de Muzan.

-¡Muzan!- grité- no sé como decirte esto, pero te extra...- abrí la puerta para encontrarme con la habitación vacía. Todo estaba igual que hacía unas horas, lo cual indicaba que no llegó en toda la noche. ¿Qué sería tan importante para que él no hubiera llegado? Cerré la puerta y caminé cabizbaja a mi habitación, para prepararme el baño. Me sentía muy mal. Con gran desgano, me desvestí y entré a la tina. El agua tibia me relajó lo indecible. Decidí quedarme ahí unos minutos. Los pensamientos invadían mi mente. ¿Qué era tan importante para Muzan? ¿Acaso ese asunto era más importante... que yo? Debía suponerlo... era Muzan Kibutsuji, un hombre que sólo se preocupaba por él mismo. Yo no era alguien tan importante para él, sólo una demonio de bajo rango y nada más. Decidí ya no pensar más, pues esos pensamientos me estaban destrozando cada vez más, me estaba torturando a mí misma y eso no era justo. De seguro Muzan estaba muy feliz y tranquilo y yo sufriendo por él. "Si no vuelve- pensé- me quedaré sola... y eso me parece perfecto, no es tan malo...- suspiré- no... ¿a quién engaño? Es obvio que voy a sufrir". No podía pensar en otra cosa. Respiré profundo y decidí relajarme, apoyándome en la bañera y cerrando los ojos.

-Reiko... Reiko...- escuché en mi oído y abrí los ojos. Ahí estaba Muzan. Sonreí y lo abracé, sin importar mojar su ropa y que estuviese desnuda. Él me correspondió.

-Llegué... aunque un poco tarde- me dijo.

-Descuida... estás aquí- le respondí- creí que me habías abandonado.

-Jamás lo haría- sentí sus manos en mi espalda. Estaban muy frías y no recordaba que fuese así. No le dí mayor importancia, Muzan estaba ahí conmigo y era más que suficiente para mí. No pude esperar más y, tomando su rostro, lo besé apasionadamente, cosa que él correspondió, mientras se quitaba su ropa. Se separó de mí y me susurró:

-Entraré a la bañera contigo- yo asentí y ví como se despojaba del resto de sus prendas, para entrar al agua conmigo.

Me abrazó por la espalda y yo me apoyé en su cuerpo, el cual, sentía muy frío

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Me abrazó por la espalda y yo me apoyé en su cuerpo, el cual, sentía muy frío. Me rodeó con sus brazos fuertemente y cerré los ojos.

-Te siento muy helado- le dije.

-Es el agua, cielo- me respondió. Abrí los ojos. Estaba sola. "Fue un sueño- pensé, sintiéndome terriblemente mal- sólo fue un sueño". El agua estaba fría ya y no me quedó más remedio que salir y vestirme. A pesar de lo mal que me sentía, había algo que me tranquilizaba: ese sueño con Muzan. Era cierto que él jamás me abandonaría. La vez pasada que lo creí, él llegó por mí. Esperaba que hoy no fuese la excepción, aunque ya se estaba demorando mucho. Me fui a la habitación a acostarme de nuevo. No tenía ánimos de cocinar. Si bien, toda mi vida me había sentido sola, era cierto que esta era la primera vez que me sentía tan sola y triste, que incluso llegué a considerar salir al Sol para arder. Pero... pensar en que Muzan regresaría logró mantenerme en mi cama. Era increíble lo que había logrado ese hombre en mi vida. Sólo esperaba que estuviera bien. Me levanté de mi cama y fui a su habitación. Me acosté y sentí su olor envolverme. Era lo más cercano que tenía de él. Su almohada, las mantas... olían tan delicioso como el sándalo. Sin darme cuenta, me quedé dormida.

Oscuridad (Muzan x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora