Capítulo 8

312 29 15
                                    

Había pasado un mes completo, Al-Haitham no había obtenido información que le ayudará, simplemente tenía malas ideas estúpidas, incluso comenzaba a molestarse con Cyno por tan mal trabajo.

Esa misma noche, Al-Haitham salió, sin molestarse a esperar alguna información de Cyno, solo se marchó llegó a la pequeña casa en dónde residia Dottore, antes de acercarse puede ver la casa iluminada, aún es temprano.

Pudo notar a Dottore, parece que se iba, incluso pudo distinguir el rostro de aquel sujeto, sin embargo su atención fue en dirección hacia la puerta, su Kaveh estaba ahí, pudo reconocerlo, a pesar que la cabellera de este había sido teñida a castaña, la ropa que llevaba puesta era más grande que ese pequeño cuerpo, pero era visible el leve bulto que ocasionaba el embarazo del tritón. Al-Haitham estaba tentado a ir, dar la cara y reclamar al tritón, pero antes de que pudiera hacerlo, pudo darse cuenta que la zona estaba custodiada por soldados. Cosa extraña a decir verdad.

Cuando ese hombre se fue, pudo escabullirse, la puerta se había cerrado minutos antes y sabía que no iba abrir tan fácil, ya que en uno de los tantos informes de Cyno, menciono que apenas abría la puerta, incluso en muchas veces se le veía temeroso a hablar con alguien más.

Por ende tomaría algunas precauciones y métodos para entrar al hogar del doctor.

__

Kaveh camino hasta el baño en dónde tomo un ungüento, alzó la manga del suéter dejando a la vista las marcas de un agarre, Dottore era así de agresivo, pero todas sus promesas eran cumplidas, cosa que no podía alejarse, aparte en su estado actual, no podía huir muy lejos.

Se relajo un poco, después de ponerse aquel ungüento, regreso a la sala y tomo de nuevo trabajo, tejer. Dottore había salido debidos a unos asuntos de su trabajo, le dijo que regresaría a media noche o al amanecer, lo que sucediera primero. Por eso tomo un poco de tiempo más antes de irse a dormir para seguir tejiendo el nuevo suéter de su bebé, quien para esos momentos ya iba más de la mitad, dejando a la vista más visible su trabajo.

Siguió tejiendo de no ser que una mano cubrió sus labios, impidiendo que logrará gritar o llamara la atención de todo a su alrededor, comenzo a temblar, de no ser por el aroma familiar, que incluso le hizo relajarse, cuando sucedido eso, pidió verlo.

— Por favor, no grites...

Susurro, lentamente su mano libero sus labios, haciendo que un agitado Kaveh comenzará a relajarse,  se levantó algo apresurado pero con cuidado, quedando frente al escriba.

Kaveh no hablo, incluso su corazon latía tan rápido, pero no sabía cómo actuar, después de todo, Dottore le había dicho que habían sucedido cosas malas y todo era por culpa de Al-Haitham.

Incluso Dottore le mostró algunas imágenes de la bahía, en dónde estaba cerrada a la policia, ya que había muchos hombres investigando la zona para destruir a un espécimen, refiriéndose a él.

— Kaveh... Me da gusto verte.

Al-Haitham dió unos pasos más, pero tan pronto como los dio pudo notar como el contrario retrocedió, incluso pudo ver en el rostro del, ahora, castaño un toque de miedo.

— Kaveh, soy yo, ¿acaso no me recuerdas?

— Si, recuerdo.

Kaveh solo respondió eso, incluso su mano que estaba depositado en su pecho apretó el suéter, no quería que el se acercaba, estaba bastante dolido, no podía creer que Al-Haitham fuera una persona tan mala, que fuera aquel dió bastantes y horroroso avances a la ciudad.

— Irte... Vete, no... No quiero verte...

Pidió, su voz se quebraba, pero mantenía siendo firme, pero no podía, lentamente sus ojos se humedecieron dejando muy claro su dolor, Al-Haitham lo noto, se acercó pero el contrario seguía alejandose. Incluso alzó un poco la voz.

The Mysterious Triton [Haikaveh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora