𝑀𝑖 𝑓𝑎𝑙𝑠𝑎 𝑖𝑙𝑢𝑠𝑖𝑜𝑛

Ilusión, confucion

Ya había llegado a mi casa, pensaba en lo que había pasado tirada en mi cama, cuando sin previó aviso llega un mensaje de un número desconocido.
-Hoola
-hola?,quién eres?
-Soy yo Martín
-y como tienes mi número,quién te lo dió?
-Tengo mis contactos.
Eso fué lo que dijo, solo eso pero, claro sabía quién le dió mi número y entonces le llamé.
-Hola?
-Hola Darci, cómo estás?
-Emm bien,qué pasa?
-Nada, solo quería contarte que Martin me envió un mensaje
-Oh en serio-fue una respuesta sarcástica la conocía lo bastante bien para saberlo-como habrá conseguido tu número
-Eso mismo me preguntó, no será que tuviste algo que ver?
Solo silencio, era lo que se escuchaba al otro lado de la línea
-Darci?
-Bueno, esta bien lo admito pero, el me estaba insistiendo demasiado no tenia otra alternativa iba a seguir fastidiando, perdón
-No Darci tranquila, solo lo quería confirmar, besos, adiós
-Adiós

Después de colgar mire el teléfono un rato, pensativa mirando su contacto, el de Martin quería llamarlo pero tenia miedo no sabía de que hablar y quedaría como una estúpida pero al final después de sobre pensarlo ilógicamente despeje mi mente, tome el teléfono y oprimi el botón.

Todo empezó ahí, desde un simple hola, una conversación que duraría toda la tarde en la que me daría cuenta de la conexión entre nosotros, tanto que a pesar de no conocernos nos desembolvimos de la mejor manera.

Esa noche casi no pude dormir me sentía extraña, diferente y muy confundida por tantas cosas que  le había dicho, por tantas cosas que el a mi me dijo, cosas que no se le cuentan a cualquiera, a caso le gustaba o aún una mejor pregunta el me gustaba, tantas cosas que pensar acerca de como me sentí en toda nuestra conversación que se me hacía imposible consiliar el sueño.

A la mañana siguiente me levante cansada y con pocas energías aún así continue mi mañana en modo automático como un zombie total y encima el retraso que tenía ¿por qué había pospuesto la alarma tantas veces? Como consecuencia había llegado tarde a clases y no solo eso si no que también tenía ojeras marcadas.

En el receso salí tranquilamente con Darci como siempre cuando, caminando nos encontramos a Martin radiante como siempre.
-Hola Darci, hola Amy-Me miro diferente a cuando saludo a Darci como si esperara algo-
-Hola-dijimos al tiempo -
-A donde van-Y seguía mirándome, era incómodo porque tenía la impresión de que miraba a mis ojeras parecía un mapache -
-Vamos al restaurante-dijo Darci- nos acompañas
¿Qué hizo? la mire con una clara mirada de desaprobación pero no me entendió
-Vamos -dijo al parecer alegre-

Nos sentamos todos juntos a comer y hablamos y hablamos pensé que estaría incómoda por la presencia de ambos pero no, el nunca me hace sentir incómoda.