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Me perdí unos segundos en la dulzura de sus labios y la calidez de su cuerpo. Era como si nada podría hacerme daño estando en sus brazos. Hasta que la imagen de Illumi vino a mi mente y con ello la ilusión de estar a salvo se esfumó.

Dejé de besarlo enseguida, alejando mis labios de los suyos.

No podemos hacer esto... — susurré. 

Hisoka permaneció en silencio, haciéndome sentir extrañamente mas culpable que nunca. No pude mirarlo a la cara, ya que en el mar de emociones, la vergüenza hundió mi cara contra el piso, sin permitirme ver nada mas.

— Lo siento mucho... pero... debo irme — 

No esperé algún consentimiento de su parte, simplemente, me puse de pie y hui lejos de la pérgola, sin mirar atrás.

Mi corazón latía con fuerza y mi cabeza daba vueltas, pensando en las repercusiones que podría tener este incidente si Illumi se enterara y Claudia... Oh Dios! Claudia! quien ha sido tan simpática y agradable, como podía hacerle esto!

Me sentí mal por  ser tan desleal.

Al final del día no era mejor que las amigas de Chrollo.

Quise jugar un juego peligroso con Hisoka, únicamente porque ya no era el centro de atención de Illumi, eso, era caer aún mas bajo.

Y no olvidemos el contrato de exclusividad con este ultimo. Espero que Hisoka sepa que no puede decir nada, que aunque solo fue un pequeño beso tenga discreción.

Si quiera conocerá el significado de esa palabra?

Esperaba por mi bien que así fuese, pero y si no era así? ...Debería tal vez devolverme para rogarle que jamás en la vida mencione lo que pasó? 

No sabia qué hacer. Por otro lado ya me había demorado demasiado en esta incursión solitaria, no podía perderme por mas tiempo.

Tenía tantas cosas en la cabeza, que no noté el minuto en el que pasé la pequeña reja de madera y estaba de regreso en el bien cuidado patio trasero de Hisoka, mirando como la gente bebía y bailaba cerca de la gran piscina.

De hecho tampoco había notado que había oscurecido.

Detuve mis pasos intentando buscar a lo lejos con la mirada a Claudia y Maggie pero no las vi a simple vista, por lo que continúe mi andar hacia la zona acordonada. 

Aunque no alcancé a dar ni tres pasos cuando mi brazo derecho fue tomado con violencia, obligándome a detenerme.

Mire con sorpresa y enfado a mi agresor, sólo para que se me revolviera el estomago al ver de lleno al idiota que se había atrevido a detenerme con tanta brusquedad.

— Ohhh cachorrita!! volví a encontrarte!! — era el mismo sujeto que se me había acercado mas temprano en el pasillo de la casa, solo que menos ebrio y con secuaces cuidando su espalda.

Tenía toda la intención de decirle un par de cosas a este sujeto, pero cuando invadió mi metro cuadrado y sus secuaces me rodearon, instantáneamente entré en pánico. 

— Oye!... Ya suéltame! — Dije entre dientes, mas como una suplica que como una amenaza. El hombre río y aunque luché por soltarme, el tipo sólo apretó mas fuerte mi carne. 

No sé como lo hacía, pero era increíble mi capacidad para meterme en problemas.

— No voy a soltarte cachorrita, ya que está vez no hay un lugar donde puedas escondert—...

El hombre no alcanzó a terminar su oración cuando unas cosas pasaron volando entre nosotros y cortaron tanto su garganta como uno de sus brazos, la imagen fue terrible, pero no acabó allí, ya que medio segundo después un montón de agujas doradas se incrustaban en su cuerpo.

Vi en sus ojos como el tipo intentó gritar por ayuda, mientras caía al piso, pero yo no sabía como ayudarlo, estaba presa en la estupefacción de ver como la sangre salía a borbotones de su cuello y del brazo que antes me había aprisionado tan fuertemente.

Fue horroroso.

Porque nadie podía ayudarlo, ni siquiera sus amigos, quienes seguramente le habían apoyado fielmente en todas sus travesuras, ahora estaban boca abajo en el piso. Nunca supe cuando cayeron, todo había pasado demasiado rápido.

La música estridente del techno retumbaba en mis oídos, junto al bullicio propio de una fiesta animada mientras tres hombres se desangraban a mis pies.

Miré a mi alrededor en busca de consuelo y el corazón casi se me sale, cuando vi caminar de un lado a Illumi y del otro lado a Hisoka, directo hacia mi.

De pronto los cadáveres de las personas a mis pies, dejaron de ser importantes. Todo lo que venía a mi mente era el beso que me di con Hisoka, el ser mas vanidoso de la galaxia y al parecer mejor amigo de mi captor con quien mantengo un extraño contrato de esclavitud sexual a cambio de mi vida y la de mis seres queridos.

La ansiedad me come viva al preguntarme si Illumi podría saberlo. El ceño fruncido de este último y la sonrisa traviesa de Hisoka no ayudaban a calmar mis nervios y conforme avanzaban sentía con más certeza que estaba a punto de darme un infarto.

Hisoka fue el primero en alcanzarme. De forma burlona miró los cuerpos y luego enfoco su destellante mirada en mi, sin dejar de sonreír.

— No te dije Y/N, que si ese hombre volvía a hablarte así, le cortaría el cuello? ~ su voz baja y seductora parecía mas una invitación que una confesión de asesinato.

— Cc-cómo tú...? — tartamudee, mirando los cuerpos y luego a Hisoka sin dejar de pestañear.

Hisoka no dijo nada, solamente dio una pequeña risita baja.

Se me heló la sangre al comprender lo fácil que este hombre podía llegar a matar a alguien y todo por un capricho. Tiene tanto aprecio por la vida humana como Illumi.

— Oh Hisoka! — Illumi nos había alcanzado y un manto de tranquilidad cubrió mi ser, cuando este saludó a Hisoka entre sorprendido y despreocupado.

— Illumi... — Hisoka saludó de vuelta con un engreído meneo de cabeza. Se notaba a leguas que este último estaba molesto, yo no sé por qué rayos, pero odie como cambió la energía de Illumi luego de ver la cara larga de Hisoka.

— Todo el mundo te estaba buscando, disfrutaste tu tiempo a solas?

El pelirrojo esbozó una media sonrisa arrogante.

— Como no tienes idea ~ una frase de satisfacción y una leve mirada cómplice a mi ojos bastó para que mis piernas se pusieran a temblar en el ipso facto, iba a matarlo si decía alguna estupidez y recé con todas mis fuerzas para que un poder divino le dejara mudo. Gracias al cielo, no dijo nada mas y echó a andar, rumbo a la fiesta.

— Es un tipo raro, no crees?

Illumi por fin se había dirigido a mi y menos mal no me estaba increpando por tardar tanto. Le sonreí 

— rarísimo! — dije para apoyar completamente lo que decía y no crear algún roce entre nosotros.

— Te gusta?

De repente me volví a sentir mareada.

Las manos me empezaron a sudar.

Pensé que con Hisoka lejos, ya no tendría que sufrir por alguna clase de sospecha de parte de Illumi, pero me equivocaba, y ahora las posibilidades de sobrevivir a esta noche se hacían nulas en mi mente.

En sus Garras [ Hisoka x Reader x Illumi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora