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Ya era 24 de noviembre. Día de la primera prueba, el día anterior Harry, Ryaenra y Hermione se habían pasado todo el día anterior ayudándolo a practicar. Habían pasado tanto tiempo practicando el hechizo que el azabache se había olvidado del miedo.
Sin embargo al siguiente día este había regresado en su totalidad.
La atmósfera de la escuela era de pura tensión y emoción. Las clases se interrumpieron al mediodía para que todos los alumnos tuvieran tiempo de bajar al cercado de los dragones. Aunque, naturalmente, aún no sabían lo que iban a encontrar allí.
Harry sentía que el tiempo pasaba extrañamente, y deseaba más que nada volver a practicar el hechizo junto a Ryaenra y Hermione sin embargo la primera no se veía en ninguna parte, Harry supuso que debía estar ayudando a preparar la primera prueba. En cuanto a la segunda, se encontraba comiendo junto a Ginny a unos centímetros de él pero antes de que pudiera ofrecerle acompañarlo a practicar la profesora McGonagall se acerco a él.
- Los campeones tienen que bajar ya a los terrenos del colegio… Tienes que prepararte para la primera prueba. -
- ¡Bien! —dijo Harry, poniéndose en pie.
- Buena suerte, Harry - alentó Hermione - ¡Todo irá bien! - Sí - contestó, con una voz que no parecía la suya.
McGonagall lo guio hacia una gran carpa que se encontraba a las afueras de los terrenos de Hogwarts.
- Muy bien. No te dejes dominar por el pánico - aconsejó McGonagall - conserva la cabeza serena. Habrá magos preparados para intervenir si la situación se desbordara… Lo principal es que lo hagas lo mejor que puedas, y no quedarás mal ante la gente. ¿Te encuentras bien? -
- me encuentro bien - respondió Harry sin embargo aunque lo intentara ni el mismo se creía sus palabras y por la expresión de la profesora ella tampoco las creía.
- bien, ya debes entrar Potter. Buena suerte -
Dentro de la carpa se encontraban los otros campeones; Cedric Diggory, Victor Krum y Fleur Delacour. Todo se veían igual de nerviosos que Harry.
Ninguno lo observo al entrar, todos muy ocupados repasando sus estrategias para ganar la prueba.
Todos caminaban por la carpa muy nerviosos para sentarse.
Harry había dicho mentalmente "accio saeta de fuego" todas las veces de lo que era humana mente posible. Y estaba tan concentrado que no se dio cuenta de cómo pasaba el tiempo.
Salió de su ensimismamiento cuando comenzó a escuchar voces lejanas de varias personas.
Puesto que los alumnos comenzaban a llenar el estadio construido para la prueba, todos hablaban fuerte y emocionados y solo hizo sentir a Harry más pánico.
