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Una fiesta de celebración ocurría en la sala común de Gryffindor. Parecía que después de una prueba tan adrenalínica a todos los estudiantes de la escuela les agradaba Harry una vez más, algunos incluso lo admiraban. Entonces, naturalmente, una fiesta era la mejor manera de brindarle a Harry el apoyo que no recibió en todo el tiempo desde que fue elegido campeón.
Todos parecían felices y no habían dejado de felicitar a Harry. En realidad era bastante raro que él sintiera lo que estaba sintiendo. Tanta felicidad y euforia.
simplemente no podía creer que hacía apenas unos minutos había luchado contra un maldito dragón y había ganado. como si aquello fuera poco, había ganado la primera prueba junto con krum.
Harry no se había sentido tan feliz desde hacía mucho tiempo.
pero muy en el fondo de su mente sabía que no sólo no podía dejar de sonreír por haber ganado la prueba, sino que tampoco podía dejar de sonreír porque no podía dejar de pensar en la sonrisa orgullosa en el rostro de Ryaenra. y más aún en su pequeño cuerpo entre sus brazos.
Por supuesto, que estos pensamientos estaban sólo en la parte de atrás de su cabeza, muy profundamente en su mente. así que no admitió para sí mismo, lo mucho que Ryaenra había empezado a significar para él.
Cuando todos parecían haber felicitado ya a Harry. Fred y George lo tomaron de las piernas para subirlo a sus hombros. de modo que ahora era capaz de contemplar toda la habitación, abarrotada de gente.
- ¡eso Harry! -
- sabíamos que no ibas a morir. Perder una pierna... -
- ...o un brazo -
- ¿pero estirar la pata? -
- nunca -
- silencio - grito Seamos - ¡a ver, Harry! ¿Cuál es la pista? -
- ¿quieren que lo abra? - Pregunto emocionado Harry. La multitud lo alentó para que este abriera el huevo.
Sin embargo cuando lo abrió, un horrible grito se escuchó, era muy fuerte y dolorosamente agudo, causando que todos se taparan los oídos en un intento de dejar de escuchar el grito proveniente del huevo.
Harry volvió a cerrar el huevo deteniendo el fuerte sonido.
- ¿que demonios fue eso? - pregunto Ron. Era la primera vez que le dirigía la palabra, sin ninguna mala intención, a Harry en meses.
- bueno. Todos pónganse a tejer otra vez - hablo George. - esto ya va hacer bastante incómodo sin que ustedes lo oigan -
Ron se acerco tímidamente a Harry mientras la gente comenzaba a dispersarse.
- tienes que estar loco para poner tu nombre en él cáliz de fuego - dijo Ron
- ¿ya entendiste? Tardaste bastante - respondió Harry tenso.
