Capítulo 11

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En un día soleado y de clima agradable, Legna recibe regalos de parte de sus padres y hermanos, quienes la llenan de mimos en toda la mañana.

—¡Feliz cumpleaños, mi amor! —exclama Alexa con algarabía. Ella le ha enseñado algunas costumbres humanas a su familia, así que poner un pastel en la mesa para comerlo después del almuerzo se ha hecho tradición entre ellos.

A su vez, Riú cazó en la madrugada y asó la carne del animal, también le preparó comida oriunda de la que una vez fue su manada, ya que ese aniversario era especial.

—Desde hoy eres considerada una loba apta para la cópula y la reproducción, por lo que tu celo podría llegar en cualquier momento. Por supuesto, todavía eres mi cachorra, así que no permitiré que venga un lobo intruso a...

—Cariño, creo que debes sentarte y comer —lo interrumpe Alexa—. Toma, come ensalada y puré... —Ella empieza a servirle y le mete un pedazo de carne en la boca para que él no siga hablando.

—¿Cómo Legna se va a aparear y a reproducir si ni siquiera ha encontrado a su mate? —comenta Alexandra burlesca.

La atención de todos se posa sobre la cachorra, quien los mira con una mueca incomoda debido el escrutinio de su familia.

—¿Qué? —profiere Alexandra al sentirse acorralada.

—¿De dónde has aprendido todo eso, jovencita? —le reclama Alexa.

—Para algo voy a la escuela, ¿no?

Alexa entrecierra los ojos.

—¿Tan pequeña y ya te andan enseñando esas cosas?

—Mamá, ya Alexandra no es una bebé —se queja Ryan—. Además, desde pequeños nos enseñan estos temas. Me parece exagerado que hagas el mismo drama siempre. Has tenido tres hijos, ¿nunca te vas a acostumbrar?

—¡A mí me respetas, jovencito! —Ella le apunta con el dedo.

—Y yo qué dije... —gruñe hastiado, como si todo a su alrededor le molestara.

—Ésta no sería mi familia si no se discutiera por temas tontos —comenta Legna con una sonrisa cargada de diversión.

Después de almorzar, Ryan y Legna se van a un claro que queda cerca de la manada de Rayo dorado, donde hay una casa acabada de construir.

—La casa del cara de culo está quedando bonita —comenta Legna mientras escanea la edificación con un silbido.

—Sí, a Dylan le gusta más el diseño moderno, con poca ornamentación —contesta Miha.

Ambas chicas observan la casa, cuya apariencia muestra formas rectangulares y líneas limpias, con grandes ventanas de cristal y algunas paredes transparentes. La parte pavimentada está pintada de blanco y con detalles negros, dándole un estilo elegante.

Zollebs: La amenaza de los híbridosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora