╰❥Capítulo 10: Megumi Fushiguro

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A sus cinco años, dieron la noticia que sus padres habían fallecido, dejando a su hermana y al pelinegro solos. Para la pequeña Tsukimi, era triste imaginar que a sus siete años debía cuidar de la mejor manera al menor, era imposible en pocas palabras y aunque ella siempre demostraba amor y atención, por parte de su hermano era algo complicado recibirla. Para su buena suerte, quién se formalizaría siendo su tutor legal después de leer el testamento, era un joven estudiante del mayor Fushiguro, quien era nada más y nada menos que Satoru Gojo. El primer año, por supuesto que fue difícil para los tres. Pero al final lograron comprenderse y  aceptarse entre ellos, creando su nueva pequeña familia.

Se podía apreciar en aquella gran vivienda a las casi orillas de la ciudad, en donde se encontraba nuestro protagonista pelinegro leyendo un libro desde el balcón de su habitación, estaba entretenido mirando aquella lectura que su mejor amiga le había recomendado. Era un poco "cursi" para él, pero admitía que era una buena historia, incluso llegaba a creer que todo eso era simple imaginación, dudaba que pudiera existir o pasar relaciones amorosas de ese tipo.

Regresó a la realidad cuando su teléfono comenzó a sonar, anunciando su alarma programada para retirarse de sus actividades pasajeras e ir a hacer su trabajo. Colocó el separador de libro, indicando donde había terminado su lectura, cerró aquel objeto, tomó sus pertenencias y entró a su habitación a dejarlas. Salió de ahí en dirección de su despacho donde hizo una parada rápida antes de salir de su hogar. Salió de su despacho topándose a quien fue el tutor de ambos después de la muerte de sus familiares, el mismo que fue un padre para ambos hermanos, el mismo que durante no lograba cumplir la mayoría de edad para hacerse cargo por sí mismo, le ayudo, le enseñó y aún lo hace a su lado. Dio un suspiro y continuó en lo suyo.

—¿Ya te vas? —preguntó mientras me acercaba a él—, ¿necesitas mi apoyo?

—Por hoy no —le entregó un sobre—, esta vez debo ir yo. ¿Puedes encargarte de esto?

—Pero soy como tu guardaespaldas —lo tomó—, pero si estás seguro de ir tú solo, lo acepto.

Aunque él ya tuviera veinticuatro años, siempre cuidaba de él en todo momento. Para él siempre sería el pequeño Megumi que comenzó a cuidar y educar desde sus cuatro años. Pero en esta ocasión el albino desde la noche había tenido pesadillas donde involucra al muchacho con el que conversaba, por lo que su estómago comenzó a doler ligeramente ante los pensamientos.

—Sí, no te preocupes. Espero no llegar tarde —comenzó a caminar a la salida—, dile a nana que prepare algo delicioso como acostumbra, esta noche vendrá Sophie.

—Perfecto, yo me encargo —lo abrazó.

—Oye, papá Satoru, solo me iré un par de horas.

—Lo sé —soltó una risa—, solo que me dio la necesidad de hacerlo.

Después de una corta despedida, se alejó del garaje para subir a su auto e irse al lugar indicado. Su tutor le había advertido de avisar cualquier situación, sus llegadas y salidas a la ciudad vecina, aunque estaba cerca y en poco tiempo, le preocupaba la carretera. No era la primera vez que iba solo, pero sentía un ligero dolor de estómago por la situación.

—Tranquilo Satoru, él sabe conducir muy bien —comentó la señora que igual cuidaba de los Fushiguro desde pequeños.

—Lo sé nana —él la llamaba de igual manera que ellos—, es solo que... no me siento bien.

—¿Por qué?, ¿pasa algo?

—No quiero ser negativo —cerró la puerta—, quizás hoy amanecí más paternal que ayer —le sonrió—. Bueno, saldré hacer unos encargos, prepare algo delicioso para la cena que tenemos su visita especial.

╰❥Heridas (Megumi y tú)Where stories live. Discover now