╰❥Capítulo 09: Familia

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Veía atentamente aquel joven pelinegro sujetar la cintura de la castaña sin pretender soltarla, sus ojos se encontraban rojizos y su nariz era un tono rosado muy notorio. Por su parte, a pesar de las lágrimas, aquel cansancio parecía que hubiera desaparecido por arte de magia. Frente a ellos estaba Gojo con los brazos cruzados y una expresión que no era molestia del todo, eran celos por aquel abrazo, porque él no había recibido un abrazo por parte de él. Se encontraban en la casa de la pareja, habían traído al joven acompañado de una ropa para quedarse un par de días en casa de ellos, de volver a ser aquella familia que crearon.

Los hijos de aquel matrimonio se encontraban sentados en la habitación del hermano mayor, Se encontraban sentados meneando sus pies ante una ansiedad de saber qué pasaba y qué pasaría de ver a su hermano mayor nuevamente en casa., temían que les volviera a gritar por su mal humor. Satoshi era un niño alto como su padre, tenía los ojos del mismo color que el albino, era casi una copia de él, solo que su cabello y actitud eran demasiado similares a la de la doctora. El otro tenía una actitud más relajada, el cabello era castaño más claro que el de su madre, sus ojos eran de igual manera azules, heredando un lunar parecido al de Shoko. Eran gemelos, pero el mayor era Satoshi, mientras que a Shota no le importaba si era quien nació primero o después, eran gemelos después de todo y nadie andaría preguntando eso.

Mientras que aún había un molesto albino de no recibir un abrazo por parte de Megumi, cuando él era quien más a cuidado de este. Prefirió dejarlo en esa posición un poco más de tiempo mientras se sentaba al frente cruzado de brazos, debían comenzar hablar, desde el momento en que se reencontraron solamente habían llorado aquellos dos abrazados sin mencionar nada, pero Gojo tenía mucho que decir ante lo sucedido hace meses. Faltaba al menos casi más de un mes para que tan rápido haya pasado un año de aquel terrible día, que siempre odiarán de por vida y agradecerán que no haya sido peor.

—Megumi —lo llamó—, entonces, ¿algo qué explicar de tu desaparición?

—Satoru, tengo veinticinco años. Creo que ya puedo irme a pasar tiempo solo.

—Sí, muy solo —respondió sarcástico—. Entonces, ¿algo qué decir?

Poco a poco soltó a Shoko dejándola en completa libertad, la cual tomó asiento inmediatamente al lado de su esposo para poder ver de frente al pelinegro, sabían que sería una conversación difícil no solo para él. La pareja miraba atento al joven, que comenzaba a mover sus manos nervioso, pero algo llamó la atención de la médico y fue un pequeño, y casi nada notorio, un movimiento de ansiedad en su pierna, que solo fue captado por ella.

—Sé perfectamente que un "lo siento" es muy poco —los miró—, pero quiero demostrarles mi arrepentimiento.

La médico prestaba atención a cada movimiento del joven, sabía que debía hablar ese tema importante con Nanami, ya que comenzaba a tener movimientos y fuerza en sus piernas después de tanto tiempo.

—Quiero demostrarles que estoy muy arrepentido —se inclinó un poco—, quiero que me den una oportunidad más para seguir siendo parte de su familia.

El albino no dudó y soltó una sonora carcajada, la ahora familia Gojo sabía perfectamente que siempre estarían para él. Él lo amaba tanto como ama a sus hijos de sus propios genes, incluso consideró la idea de adoptarlo legalmente pero el menor jamás aceptó. Se levantó de su asiento tomando las manos del pelinegro, sonriendo entre lágrimas muy escasas.

—Siempre serás bienvenido a esta pequeña familia que hicimos con amor —respondió—, claro que duele, pero creeme que es peor no tenerte cerca o no saber de ti. Ellos te esperan...

—Pero yo...

—Son unos pequeños niños que cada día preguntan por su hermano mayor, que entendieron tu tristeza —sonrió—. Al final, son tus hermanos y quieren verte otra vez, solo están esperándote.

╰❥Heridas (Megumi y tú)Where stories live. Discover now