21.

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Cuando el lunes ambas entramos a la cafetería, nuestras sonrisas son imborrables. Después de aquel beso ninguna dijo nada, Poché simplemente me dio las buenas noches y dejo otro pequeño beso sobre mis labios antes de darse la vuelta y entrar a su habitación haciéndome sonreír como boba.

El domingo pasamos tuvimos una mañana muy linda, Poché me propuso desayunar fuera de casa así que aprovechamos y nos llevamos a Ramón para darle su paseo y realizar algunas compras. Poché me tomaba de la mano mientras íbamos platicando de las cosas más banales, aquello parecía la rutina normal de cualquier pareja que llevara ya algún tiempo juntas y aunque pareciera extraño lo cierto es que la sensación me gustaba mucho.

Saludamos a los chicos quienes ya nos estaban esperando sentados a la mesa para desayunar.

—Al fin llegaron —dijo Alejo en cuanto nos sentamos con ellos. Johann y Kim ya estaban sirviendo los platos mientras Poché comenzaba a servir el jugo en los vasos.

—¿Qué te pareció la presentación Dani? —me preguntó Johann con una sonrisa que de inmediato me contagió, era raro verlo sonreír de esa manera.

—Me encantó Joxy —respondí sinceramente —no sabía que fueras tan talentoso además de un excelente chef —le dije haciendo que él sonriera más —y Juli es increíble.

—Gracias... ella estaba feliz de por fin conocerte, luego de oír tanto sobre ti —dijo mientras veía a Poché quien sonrió ante el comentario.

—¿Y tú Alejo? —Kim se dirigió al chico quien tenía la boca llena —No creas que no nos dimos cuenta de esas miraditas con el mesero —todos reímos dirigiendo nuestra atención hacia él quien sonrió aún más.

—Bueno, pues me lo merecía luego de que la bomba sexy de tu amiga acaparara a ese papito—dijo mirándome y supe que se refería a Laura —y por cierto déjame decirte que ella baila... —hizo un ademán de "ok" son sus manos —que no me extraña nadita que tenga todo embobado a nuestro príncipe azul, porque si, así como se mueve en la pista se mueve en la...

—Alejo... —Kim lo llama haciéndonos reír a todos.

—Ya, ya, perdón —se excuso Alejo —bueno tú me entiendes Dani —tomó un sorbo de su vaso —La cosa es que... Gonzi... que así se llama, por cierto —agregó refiriéndose al mesero —vino a la mesa luego de que su turno terminara y platicamos, y bebimos, y bailamos y nos despedimos con un beso de lo más inapropiado para comentárselos —todos reímos con su manera de contar las cosas —Y bien, es lindo y ya, veremos que pasa. Prometió darse una vuelta por aquí un día de estos —agregó levantando sus hombros.

Nuestro desayuno continúo de esa manera, entre risas y bromas.

—Bueno, yo me tengo que ir —dijo Poché una vez que hubo terminado de desayunar.

—¿Vas a la academia? —le preguntó Kim.

—Sí, tengo un grupo nuevo de señores mayores —Poché dijo con una sonrisa, amaba la manera en la que sus ojos brillaban cuando de su trabajo se trataba.

Todos le deseamos un buen día incluida yo, aunque no me esperaba que antes de irse Poché se inclinara y me diera un corto beso en la boca frente a todos.

—Te veo al rato... —dijo mirándome mientras sonreía, yo asentí tímidamente.

La acompañé con la mirada hasta que salió por la puerta no sin antes girarse y darme una última mirada. Cuando reaccioné me di cuenta de lo que había pasado y volví a centrar mi atención en las tres personas acompañándome en la mesa que parecían estar congeladas después de presenciar nuestra escena.

Una vida perfectaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin