5. Una cita hasta el amanecer.

364 58 368
                                    

Hi~ como les había comentado, el capítulo de hoy es nuestra tan aclamada fiesta, puede no verse como algo tan trascendental pero sin duda varias cosas de las que pasan hoy repercuten en Ash, así que nada, espero que les guste mientras yo me desvelo haciendo un seminario (razones para no querer trabajar en grupo).

Ash se mira en el espejo, está vistiendo un conjunto simple, unos jeans con una camiseta blanca, un par de zapatillas rojas y alguna chaqueta al azar para cubrir los daños, se aparta para observarse con aprensión, si bien, sabe que es objetivament...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ash se mira en el espejo, está vistiendo un conjunto simple, unos jeans con una camiseta blanca, un par de zapatillas rojas y alguna chaqueta al azar para cubrir los daños, se aparta para observarse con aprensión, si bien, sabe que es objetivamente "guapo" porque lo ha escuchado durante toda su vida y solían cosificarlo bajo esta excusa, se siente incómodo, no por la ropa sino por la imagen en general de un desconocido, se siente como si estuviera vistiendo a alguien más, usándolo igual que un abrigo encima de sus hombros, jugando que es otra persona, cualquiera.

Suspira.

Odia que estén los atisbos de sí mismo cuando quiere fingir que es normal, es más pasable si escapan en forma de bromas sarcásticas, insultos afilados o incluso defensas impenetrables, pero esta noche no salen como ninguna de las anteriores y eso lo hace pensar en Golzine y no quiere recordarlo más.

—Estoy listo. —Por suerte tampoco debe hacerlo puesto que la voz de Eiji lo saca a la superficie casi como si le diera un tirón—. Estoy listo, Ash.

—Grandioso. —El aludido sale hacia el cuarto dispuesto para irse a Chinatown, no obstante, se frena a sí mismo—. No.

—¿Qué? —El moreno no entiende.

—Definitivamente no. —Ash entra en pánico, se acostumbró tanto a verlo en su uniforme desde esa práctica a la que se coló qué olvidó cómo Eiji se ve usualmente—. Joder.

—Ya dime. —Eiji retrocede cohibido—. ¿Por qué me miras tanto?

—No piensas ir realmente así ¿verdad?

—¿Eh? —Eiji frunce el ceño y se mira de pies a cabeza—. Sí, ¿qué tiene de malo lo que estoy usando?

Ash no sabe qué está vislumbrando en esos momentos, porque si bien, la facultad no exige uniforme la mayor parte del tiempo Eiji anda con su ropa deportiva. Hoy no. Es la primera vez que lo ve vestido casual y todavía no desglosa qué diablos con su estilo. No es su horrible pantalón caqui el cual no le hace ningún favor a sus piernas de deportista (por cierto) tampoco es su camiseta abotonada encima del cuello como si fuera a la iglesia o su horrible suéter rojo con uno de esos dibujos grotescos sobre pájaros obesos, sino que la combinación resulta espantosa por dónde se mire y aun así... Eiji luce un poco adorable. Oh, Dios. Definitivamente tiene un problema.

Está jodido.

—Yo te prestaré algo de mi ropa. —Concluye rebuscando en el armario, no es que sea fan de andarle prestando prendas a sus seres cercanos, más, no se le ocurre otra solución factible (a menos que Eiji vaya con el uniforme deportivo) no debe tener nada decente—. Probablemente no te quede bien a raíz de la diferencia de altura, pero puedes arremangarla.

Lover [Flufftober 2023]Where stories live. Discover now