En el horizonte se posa el sol dorado, iluminando el cielo con su fuego embrujado.
Los rayos anaranjados se despliegan en el mar,
mientras las olas acarician la arena en su danzar. El mar, testigo eterno de amores y de sueños, susurra melodías en cada uno de sus empeños. Sus aguas saladas acarician las orillas, mientras los atardeceres pintan maravillas.
Los girasoles se alzan, como fieles guardianes,
en busca del abrazo de los rayos solares. Sus pétalos amarillos, llenos de vida y calma,
balconean hacia el cielo, hacia esa eterna llama. En la playa, la brisa trae consigo susurros, mientras las gaviotas vuelan en círculos puros. El aroma salino envuelve los sentidos, acompañando la danza de los atardeceres compartidos.
El cielo se tiñe de naranja y rojo carmesí,
mientras las estrellas se asoman tímidas al añil. El sol se sumerge en este mar infinito,
dejando una estela de magia en su último grito. El silencio se adueña de cada rincón,
mientras los girasoles guardan en su corazón,
la esencia de los atardeceres al mar rendidos,
que cada día nos regalan sueños compartidos.
-Leyko GZ
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QUE TAL UN AIRE ?
PoetryEL AMOR NO CONSISTE EN ENCONTRAR A ALGUIEN PERFECTO, SINO EN APRENDER A AMAR DE MANERA PERFECTA A ALGUIEN IMPERFECTO.
