XXXVI

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Lucas veía por la ventana de su cuarto, estaba lloviendo y el cielo estaba muy nublado, el muchacho ni tenía ganas de ir a la escuela, lo único que lo animaba era que Adrien estaría ahí.

Lucas ya sabía que no era recomendable enamorarse de su amigo, y menos si es un supermodelo que se la vive ocupado y su padre es un gran diseñador, aparte, ellos tienen una muy buena amistad y arruinaría las cosas.

Por eso centrará su atención a otra persona, tal vez no la ha conocido o tal vez ya, pero tarde o temprano florecerá el amor, no hay que preocuparse por ello, es algo que en cualquier momento puede llegar, no se desesperen.

Después de darle una mordida a una manzana, obviamente verde porque las rojas saben horrible, salió de su habitación para emprender camino a su escuela. Sus padres no lo podrían llevar hoy, porque su hermano menor tenía cita con el pediatra, había contraído un resfriado por el clima de estos días, lluvia.

Al salir del edificio abrió su paraguas y caminó hasta la parada de autobús más cercana. Tardó unos 3 minutos en llegar. Todo el camino observó por la ventana, al parecer le encantaba observar por estás. Recordó un poco de lo que había soñado, fue algo extraño.

En su sueño el estaba en una fiesta, no sabía de quién, todo se veía un poco borroso, de la nada llegó un chico, al parecer Lucas ya lo conocía en su sueño porque lo saludó, el pelinegro parpadeó y ya había cambiado de ecenario, ahora de encontraba en otro lugar, estaba oscuro porque era de noche, pero las luces de la ciudad de París alumbraban un poco porque al parecer estaban en un tejado. El chico le dijo algo sobre un secreto, una verdad que será revelada pronto.

Lucas maldecía internamente por no recordar tal cual el sueño, ¿cuál era el secreto?. Al parecer se perdió tanto en sus pensamientos que casi se le iba a pasar la parada del autobús. Bajó apresurado para no quedar empapado y caminó lo más rápido que pudo hasta entrar al colegio.

Llegó a una muy buena hora, 15 minutos antes, hasta el se sorprendió, casi no sabe manejar tiempos y no es muy ordenado que digamos, a diferencia de su madre.

Cuando llegó a su salón, al pasar por las primeras mesas, Chloe lo recibo con un gesto de amor.

— Giu, ¿quién huele así? —alzó la voz mientras se tapaba la nariz.

Inmediatamente Sabrina, una chica pelirroja de cabello corto, sacó un perfume de una bolsa y lo empezó a rociar por todos lados.

— Giu, ¿quién huele así? —Nathaniel imitó a la rubia cuando Lucas se sentó a su lado.

— Te estarás oliendo a ti misma, Chloe —dijo lo que no se atrevió a decirle a la chica.

Su compañero rió, al parecer andaba de buen humor, siempre se la pasaba serio, o se la pasaba dormido.

— ¡No!

— ¿Qué fue? —habló de la nada Alix que se apareció a un lado del pelinegro.

— Se me olvidó mi libro de inglés —dijo mientras soltaba barios quejidos.

— Uy, ni modo, hoy revisa.

— ¿Crees que te deje entregarlo mañana? —el pelirrojo recargó su brazo en la mesa.

— Espero que no venga la maestra hoy.

— Siempre viene esa señora.

— Cállate Alix, se que hoy no vendrá.

"Si no viene la maestra de inglés es porque le gusto a Adrien Agreste" pensó en automático el muchacho "¡¿qué?! ¿porqué pensé eso?" se regaño en la mente al darse cuenta de lo que acababa de decir.

Moonlight (Chat Noir X Male Reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora