Capitulo II

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Jimin frunció el ceño mientras trataba de leer su libro. Pero no podía, el alboroto de afuera interrumpía su lectura.

Miró por la ventana y ahí estaban, los culpables de la destrucción de su paz.

Los tres príncipes Kim.

Estaban jugando a las luchas, habían pasado la noche en el castillo como cortesía del reino. Jimin no sabía cuándo se irían, pero esperaba que pronto para así al fin dejar de ver a aquel tonto.

Los Kim gruñían y gritaban mientras se trataban de tirar al suelo.

Luego de la cena Jimin había generado cierta molestia contra Kim Namjoon, aquel tonto no paraba de decirle duende y molestarlo, siempre buscaba una oportunidad de fastidiarlo. Claro, Jimin, siendo siempre educado y cortés lo dejaba con la palabra en la boca.

No se rebajaría a su nivel, porque eso es lo que Kim quería. Él no le daría el gusto de hacerle saber que le molestaba.

-¿No vienes a divertirte, duende? -gritó Nam mirando hacia donde estaba Jimin.

Éste bufó y cerró su libro. No podría terminar su libro así, debía buscar otro sitio para estar en paz.

Bajó y vió que su padre había invitado a otro niños de los demás reinos a pasar el día con ellos. No podía creerlo, ahora obligatoriamente tendría que estar cerca de Kim.

Eso no le agradaba mucho.

-Sus ojos son increíbles -comentó Hoseok cerca de él-. ¿Te dejaron montar un dragón, príncipe?

Jimin negó, aún no había preguntado si podía.

Hoseok era hijo de los sirvientes del castillo, pese a eso era el más grande amigo de Jimin, era alegre y lo hacía reír. Además, lo enseñaba a cazar a escondidas de sus padres en el bosque, Hoseok era como su hermano.

-Son guapos y lindos -dijo Jennie contenta -. No muerden, ¿Cierto?

Los niños empezaron a murmurar.

Los Kim ignoraban sus comentarios, podían escucharlos, pero su lucha de cuerpo a cuerpo era más importante. Tener la victoria siempre era buena y podrían presumir toda la semana, además de decirle a su padre.

Namjoon gritó victorioso cuando venció a su hermano Jin.

-¡Deberíamos jugar algo! -comentó unos de los donceles -. ¿Qué tal una competencia? ¡Una carrera!

-Wooh, pero eso no se vale, Jimini-ah puede volar y es muy rápido -se quejó Hoseok halagando a su amigo al mismo tiempo.

Jimin río mientras Hoseok removía su cabello.

Era cierto, jimin podía volar a una velocidad increíble en tan solo unos minutos.

En Winderwordl*, había una gran gama de especies de elfos acomodado por rasgos y habilidades, desde los normales, con poderes y magia, hasta los elfos categorizados por manejo de naturaleza y un sinfín más. Todos tenía habilidades y rasgos diferentes, siendo así la familia real estaba entre los elfos con la habilidad de tener alas, su especie tenían rasgo rozando a las hadas, además de otras habilidades. Desde milenios, los de la realeza portaban esa habilidad, y por suerte Jimin había corrido con esa oportunidad.

Jimin sonrió.

Hace poco había descubierto como mostrarlo a su antojo. Un nuevo truco que su amigo Hoseok, evidentemente, sabía.

-¿Los duendes vuelan? -comentó Namjoon burlón ahora retomando en todos los invitados y en él.

Jimin rodó los ojos.

龍 (Tatsu)Where stories live. Discover now