Jimin frunció el ceño mientras trataba de leer su libro. Pero no podía, el alboroto de afuera interrumpía su lectura.Miró por la ventana y ahí estaban, los culpables de la destrucción de su paz.
Los tres príncipes Kim.
Estaban jugando a las luchas, habían pasado la noche en el castillo como cortesía del reino. Jimin no sabía cuándo se irían, pero esperaba que pronto para así al fin dejar de ver a aquel tonto.
Los Kim gruñían y gritaban mientras se trataban de tirar al suelo.
Luego de la cena Jimin había generado cierta molestia contra Kim Namjoon, aquel tonto no paraba de decirle duende y molestarlo, siempre buscaba una oportunidad de fastidiarlo. Claro, Jimin, siendo siempre educado y cortés lo dejaba con la palabra en la boca.
No se rebajaría a su nivel, porque eso es lo que Kim quería. Él no le daría el gusto de hacerle saber que le molestaba.
-¿No vienes a divertirte, duende? -gritó Nam mirando hacia donde estaba Jimin.
Éste bufó y cerró su libro. No podría terminar su libro así, debía buscar otro sitio para estar en paz.
Bajó y vió que su padre había invitado a otro niños de los demás reinos a pasar el día con ellos. No podía creerlo, ahora obligatoriamente tendría que estar cerca de Kim.
Eso no le agradaba mucho.
-Sus ojos son increíbles -comentó Hoseok cerca de él-. ¿Te dejaron montar un dragón, príncipe?
Jimin negó, aún no había preguntado si podía.
Hoseok era hijo de los sirvientes del castillo, pese a eso era el más grande amigo de Jimin, era alegre y lo hacía reír. Además, lo enseñaba a cazar a escondidas de sus padres en el bosque, Hoseok era como su hermano.
-Son guapos y lindos -dijo Jennie contenta -. No muerden, ¿Cierto?
Los niños empezaron a murmurar.
Los Kim ignoraban sus comentarios, podían escucharlos, pero su lucha de cuerpo a cuerpo era más importante. Tener la victoria siempre era buena y podrían presumir toda la semana, además de decirle a su padre.
Namjoon gritó victorioso cuando venció a su hermano Jin.
-¡Deberíamos jugar algo! -comentó unos de los donceles -. ¿Qué tal una competencia? ¡Una carrera!
-Wooh, pero eso no se vale, Jimini-ah puede volar y es muy rápido -se quejó Hoseok halagando a su amigo al mismo tiempo.
Jimin río mientras Hoseok removía su cabello.
Era cierto, jimin podía volar a una velocidad increíble en tan solo unos minutos.
En Winderwordl*, había una gran gama de especies de elfos acomodado por rasgos y habilidades, desde los normales, con poderes y magia, hasta los elfos categorizados por manejo de naturaleza y un sinfín más. Todos tenía habilidades y rasgos diferentes, siendo así la familia real estaba entre los elfos con la habilidad de tener alas, su especie tenían rasgo rozando a las hadas, además de otras habilidades. Desde milenios, los de la realeza portaban esa habilidad, y por suerte Jimin había corrido con esa oportunidad.
Jimin sonrió.
Hace poco había descubierto como mostrarlo a su antojo. Un nuevo truco que su amigo Hoseok, evidentemente, sabía.
-¿Los duendes vuelan? -comentó Namjoon burlón ahora retomando en todos los invitados y en él.
Jimin rodó los ojos.
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龍 (Tatsu)
FantasyNamjoon como principe de los dragones, Jimin el príncipe de los elfos. Razas muy diferente y enemigas desde hace mucho años, pero sus padres para forjar la paz entre las naciones y razas deciden desposarlos para finalizar las guerra Pero Jimin no q...