Bye, Bye

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En la sombra de mis días turbios y grises,
se esconden penas que me arrastran hacia el abismo,
una relación tóxica, devenires desgarradores,
que ha marcado mi espíritu, como un sello sombrío.


En esta carta de despedida, de letras temblorosas,
escribo mis lamentos, las heridas que me atrapan,
en esta familia disfuncional, caótica y doliente,
donde el amor se confunde, y el alma se desgarra.


Un problema de apego desorganizado me domina,
atado a la angustia de aquellos que no me comprenden,
un nudo en mi corazón, siempre en tensión constante,
que me arrastra a la soledad, y me aleja de seres queridos.


La depresión me acoge con sus garras implacables,
una tristeza profunda que no encuentra consuelo,
mis días se vuelven oscuros, pesados como cadenas,
mientras la ansiedad me asfixia, sin dar tregua ni cuartel.


La disforia se convierte en mi eterna compañera,
un espejo distorsionado de mi verdadera esencia,
me pierdo en un laberinto de auténtica agonía,
donde el equilibrio es esquivo, y solo encuentro demencia.


La bipolaridad se adueña de mis altibajos emocionales,
una montaña rusa de estados volátiles y confusos,
en un vaivén incesante entre risas y llantos desgarrados,
donde mi mente es prisionera de los extremos difusos.


Las autolesiones son refugio fugaz de mi tormento,
una vía de escape a esta realidad que me consume,
marcas en mi piel, gritos silenciosos de desesperanza,
cicatrices que cuentan historias de un dolor que se resume.


Y ahora, en este aciago final, me despido con dolor,
dejando atrás un mundo en el que nunca encajé,
mis lágrimas serán testigos del oscuro vacío que renuncié,
buscando la paz que no encontré en aquel rincón de mi ser.


A los que me amaron sin comprender, lamento el peso,
pero mi alma se libera de las cadenas de este sufrimiento,
mi carta de despedida es un adiós a una vida que devoró,
y en el infinito silencio, encuentro mi liberación, mi aliento.


A los que quedan, les ruego que encuentren la esperanza,
en la lucha contra sus propias batallas, con coraje y valentía,
que no guarden en silencio sus penas y sus sombras,
y encuentren la luz en el abrazo amoroso de cada nuevo día.

Espero haber hecho
un buen trabajo...

Mis propias poesíasWhere stories live. Discover now