《030》

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Derechos a su respectiva autora: @typingfool

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-¿Tú eres quién?

Su cansada pregunta resonó, la voz rebotando por la habitación, haciendo que Nikolai se mordiera ligeramente el interior de la mejilla. Sacudió la cabeza, el pelo rubio cayendo desordenadamente sobre el borde de sus cejas. Te sentaste con la espalda apoyada en el cabecero, el peso de tus rodillas cubriéndote el pecho. Él repitió cuidadosamente su pregunta:

-¿Quién eres?

Apoyaste la mejilla contra la rodilla, una sonrisa familiar apareció ampliamente en tu rostro. Una expresión somnolienta acompañó tus siguientes palabras, como si no estuvieras pensando en lo que decías.

-Princesa Primogénita de Novyi Zem- Respondiste con un bostezo.

Nikolai se sentó en el borde de la cama, la tela de la túnica se ajustaba perfectamente a su cuerpo, y te obligaste a no mirar. Desviaste la mirada hacia tu ropa. Él se burló, extendiendo la mano hacia tu cara. Sus dedos se dirigieron a tu barbilla, obligándote a mirarle. Con diversión evidente en su voz, dijo:

-¿Por qué no me lo dijiste?

Tus dedos se enroscaron alrededor de su muñeca, apartándola, la ausencia de su tacto perduró en la piel de tu barbilla. Rodando los ojos, tu cabeza cayó hacia atrás contra el cabecero de la cama.

-Claro que te lo diría, príncipe Nikolai- Te burlaste, negando con la cabeza, rodeando tus piernas con los brazos- No pensarías que eras el único miembro de la realeza a bordo, ¿verdad?

Nikolai se dejó caer en la cama, con la palma de la mano en la frente, burlándose.

No le extrañaba que fueras tan tentador. Tan educado y amable. Tu postura indicaba tu estatus, con la cabeza alta, los hombros alerta, las manos cruzadas o una sobre la otra (porque, ¿quién te cogería las manos si hiciera frío?). Tus elecciones eran impulsivas, sin duda, pero eso sólo se debía al hecho de que el lujo de elegir no es un derecho para una Princesa, especialmente para una Primogénita. La atención está con el Primogénito, la primera luz, la primera estrella, el responsable, el modelo a seguir.

¿Cómo pudo Nikolai pasar por alto todos esos rasgos? Los rasgos que le hicieron amarte profundamente. En secreto. Con las puertas cerradas, sostenía su corazón dolorido, deseando que Sturmhond fuera su verdadero nombre.

Entonces, de nuevo, adoptaste un alias. Uno que se sentía tan incómodo saliendo de su lengua. Sintió la necesidad de decir tu verdadero nombre, si tan amablemente le dabas permiso para hacerlo.

-¿Cómo te llamas?- preguntó Nikolai, observando tu cansada figura.

Abandonaste tu sitio y te acomodaste a su lado, tocándote los codos. Dijiste tu nombre sin mirarle, llevando la amargura de tu título junto a tu identidad.

-Princesa...- Empezó lentamente, tal vez con sueño. Su voz susurrante se detuvo, antes de girarse para mirarte. Tu mirada seguía fija en el techo, ignorando los ojos trazadores del Príncipe sobre tu perfil.-No- se detuvo, luego dijo tu nombre.

El peso de tus responsabilidades se vino abajo. Y los Santos ya no te importaban, la guerra en curso de Ravka, la destrucción del Pliegue, el regreso de Kirigan... nada importaba. Nada. Tu nombre nunca sonó tan común, y a la vez tan raro. Tus padres te pusieron el nombre de una Reina, y como dice el refrán, 'Ponle el nombre de una Reina y espera que actúe como tal'.

Por un momento, agradeciste estar en una tierra extranjera. Una que no reconocía tu nombre en su significado. Agradecido por tu impulsiva y precipitada decisión aquella medianoche. La noche en que huiste, conociste a Tamar y Tolya, y te uniste a la tripulación de Sturmhond.

La única noche que cambió tu punto de vista en un mundo tan cruel. Que, tal vez, el nombre de un extraño podría pertenecerte. Pero te demostró que estabas equivocado. Tu nombre te pertenece.

-Ahí fuera, Princesa- Nikolai señaló las paredes, con los ojos cerrados- Aquí dentro, Sin títulos- sonrió Nikolai.

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650 palabras.

One Shots ● Nikolai Lantsov Where stories live. Discover now