Capítulo 16

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—"Les informamos que estamos en aviso naranja por fuertes nevadas en todo el país, continuaremos informando conforme vayan saliendo las predicciones"

Ochako secaba su pelo mientras veía la televisión. Su mañana había sido muy tranquila aunque demasiado fría, viéndose obligada a encender la calefacción. Solo la encendían en casos extremos para no consumir tanta luz y pagar más, pero hoy era un día extremadamente frío.

Estaba pendiente de Deku, al romperle la nariz habían tenido que ir al hospital y estaba muy dolorido, aunque Todoroki alegaba que después de todos los dedos que se ha roto eso no es nada.

Pero Ochako se sentía muy mal, aunque Endeavor le dijera que en una situación real debería aprovechar eso y derribar al oponente.

Deku también decía que no pasaba nada, de hecho estaba muy orgulloso de ella, aunque se le iluminaron los ojos cuando le dijo que le había copiado un movimiento a Bakugo.

Ese comentario la tenía pensativa toda la semana. ¿De verdad le había copiado un movimiento sin querer?

Abrazó una almohada. No sabía nada de él desde su entrenamiento con Mina y Kirishima, ¿Debería preguntarle que tal las vacaciones? ¡Bobadas! Sería molestarlo

Cambió de canal y se puso a ver una comedia romántica, ver esa clase de películas le divertía demasiado, pero se cabreó, porque en la parte del tan esperado beso alguien tocó el timbre.

Tomó la manta en la que estaba enrollada, dejó las palomitas y caminó sacando humo, abriendo la puerta con brusquedad. No soportaba que interrumpieran sus comedias románticas ¡Y MENOS EN LA PARTE DEL BESO!

El aire helado impactó en su cara, pero no se quedó helada por eso, sino al ver quien había llamado

—¿Me dejas pasar o te vas a quedar ahí toda la tarde?

Los colores subieron a su rostro y se le pasó el enfado de golpe

Estaba ahí, parado, con un humor de perros y mirándola fijamente

—¡¿Bakugo?!— hizo una mueca por su grito. Lo dejó pasar, se sacó los zapatos llenos de nieve y Ochako lo siguió adentro—¡¿Qué haces aquí?!

El rubio levantó una bolsa ay la puso en su cara— la vieja está histérica y me ha mandado que te traiga comida ¿Dónde está tu maldita cocina?

Se volvió a ruborizar, estaba demasiado nerviosa ¿Qué estaba pasando?— n-no hace falta de verdad, tú madre es demasiado amable conmigo

Levantó sus hombros y la miró fijamente con el ceño fruncido, luego por encima de su hombro y puso los ojos en blanco

-¿En serio estabas viendo una mierda romántica?

Ochako tomó la bolsa de sus manos- ¡Si! ¡Y me has interrumpido en la mejor parte!- y su enfado volvió en forma de pisotones hacia la cocina. 

Bakugo la siguió curioso y divertido, verla enfadada era muy gracioso

Ochako guardó cada cosa de la bolsa en su respectivo sitio, Mitshuki era muy buena y generosa... A su mente vino el recuerdo de su visita, de lo agradable que era Masaru y de esos días grises en el hospital. Ella le hacía compañía a su hijo o a ellos, pero lo que nadie sabía es que muchas veces eran ellos los que la acompañaban a ella.

Cerró el refrigerador y echó su pelo hacia atrás mientras recordaba todo lo que estaban haciendo por ella y lo poco que ella hacía por ellos. 

Miró a Bakugo, tímida y insegura mientras jugaba con sus manos

-¿Quieres quedarte un rato?

Bakugo, que estaba muy entretenido mirando la cocina, la miró fijamente y se puso más nerviosa. Esos ojos rojos definitivamente podían matar a cualquiera. 

Fuerte [Kacchako]Where stories live. Discover now