C A P Í T U L O D O C E

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Lo único que podía observar eran las estrellas que cubrían el cielo nocturno, hacia bastante que no se detenía a admirar la belleza que la naturaleza le regalaba. Las luces de la ciudad no ayudaban en nada, todo el brillo ocultaba la maravilla nocturna y era algo que no le gustaba, por esa razón, necesitaba tener un espacio para poder pensar en todo lo que estaba ocurriendo en su vida, la montaña que se encontraba a varios kilómetros de distancia del hogar de su abuela, se volvió uno de los lugares que más frecuentó antes de abandonar la ciudad.

Se escapó, como aquellos días en los que necesitaba sanar su corazón después del rompimiento con su alfa.

Le hacía falta la compañía de Chanwoo para que fuese como antes.

Solía hacerlo cuando era mucho más joven, le gustaba visitar lugares donde la multitud no lo rodeaba y dónde las personas que lo detestaban no estuvieran cerca. Le gustaba escaparse antes de la fama y que en ese momento fuese internacionalmente famoso, no quitaba el hecho de que quería tener cierto espacio para si mismo.

Se sentó en el pasto y decidió mirar a su alrededor, todo era hermoso y el sonido de los insectos ayudaban a la tranquilidad que quería obtener. Así que después de unos minutos, tomó entre su mano la libreta y comenzó a leer unas cuantas preguntas para ensayar las respuestas y que nada le agarrara de sorpresa.

—Entonces, ¿Qué te está pareciendo ésta Ciudad? —preguntó, con un ligero cambio en el tono de su voz.

Enseñó una ligera sonrisa coqueta y fingió mirar en dirección a la cámara ficticia, demostrando su atractivo como siempre solía hacerlo. Era ese el motivo por el cual alfas, omegas y betas se sentían atraídos por él.

—Increíble, todo en ella es hermosa y... —se detuvo y comenzó a escribir unas cuantas palabras—. Sobre todo las personas que viven aquí, no hay nada que no me guste —continuó hablando, colocando un punto al terminar de escribir.

— ¿Seguro que no hay nada? —preguntó y miró hacia el césped.

—Bueno... Hay una cosa que no me gusta de haber vuelto, porque todo me recuerda a mi abuela y ahora tengo la economía que me faltaba para ayudarla, pero ya no sirve de nada —apretó los labios, sabiendo perfectamente que esa respuesta no era la apropiada para la entrevista, pero quería decirle al mundo porque estaba incompleto.

No había día que no sintiera impotencia con los números en su cuenta bancaria, con ese dinero lograba pagar el tratamiento de su abuela, las medicinas y la posible cirugía que le querían programar.

Llevó su mano en dirección a su nuca y pudo sentir de nuevo la cicatriz de la mordida del lazo que lo unía a su disque alfa.

—Si tan solo existiera una cirugía para remover vínculos —comentó y cubrió la cicatriz de nuevo.

Frunció el ceño en cuanto escuchó como alguien se acercaba a su ubicación, pero no quería observar de quién se trataba todavía. Quizá era alguien que estaba perdido, pero después de unos cuantos segundos, pudo darse cuenta que la presencia de alguien familiar estaba justo a sus espaldas.

— ¿Qué haces aquí? —le preguntó, con un tono de voz que mostraba su molestia. Así que no pudo evitar mirar por encima de su hombro, encontrándose inmediatamente con la figura de quién menos deseaba ver.

Joo Jaekyung, yacía parado justo a unos cuantos pasos, con el rostro demostrando curiosidad y cierto enojo en su gesto, como si no estuviera de acuerdo que se encontrara sentado en dicho sitio. No sé atrevía a preguntarle que era lo que buscaba como para ir a su sitio favorito cuando solía vivir en la ciudad, lo que recordaba de él, era que odiaba salir de su rutina y zona de confort siendo esta el gimnasio donde entrenaba para ser el mejor del mundo.

Lo que dejamos (Kim Dan x Jaekyung) |OmegaverseOù les histoires vivent. Découvrez maintenant