Trece.

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Semanas después de nuevo ami casa, con la esperanza de que ahí estuvieran pero no.

—  ¿Que tienes?. — Pregunto Nata, mientras comía algo posiblemente de mi nevera

Un nudo no tardo en formarse en mi garganta, mis ojos se cristalizaron y mis lágrimas me pedían salir. Avía revivido ese dolor.

— No quiero hablar de eso. — Conteste al borde del llanto

Pareció no importarle, pues siguió comiendo. Fui a lo que parecía ser mi habitación.

Tome una hoodie blanca, el día se sentía más frío que normalmente. Cepille mi cabello, para luego hacer una coleta con el y finalmente tomar mis pertenencias básicas.

Solte un suspiro, tome mi celular eh hice una pequeña llamada. Baje, solo para poder mirar a Nat muy cómodo.

Como si no estuviese mal.

— ¿Y tus papas?. — pregunto, dándose cuenta de mi presencia

Mis ojos se aguadaron y algo en mi se rompió.

— ¡Deja de hacer como si no supieras nada!. —

No medí la intensidad con lo que lo decía. No fue hasta que vi su cara de intimidado y me di cuenta.

— Pe-perdon. — Murmuró

No me atreví a decir nada, estaba realmente incómodo.

Minutos después, el ruido de un carro estacionarse afuera se izo presente haciéndome sonreír, triste.

— Nos vemos luego Nat. — Me acerque a el para darle un corto abrazo, el cual me nego

— ¿Saldras?. — Asenti y nego mientras parecía frustrarse — Pensaba que podrías decirme lo que te pasaba y luego ya sabes...—

Sonreí tontamente al escuchar lo último, aunque realmente no quería estar con él.

— ¿Luego que?. —

Sus mejillas tomaron un pequeño color rojizo haciendome sonreir a un más.

— Luego... Consentirte al estilo Cano. — Dijo, me guiño el ojo y ambos reímos — Hace tiempo no nos veíamos ya. —

Suspire intentando analizarlo, me resultaba imposible cancelarle ami cita de esta noche. Pero el era mi mejor amigo.

No sabia que hacer.

El hacia su cara de niño pequeño, no podia negarme a el.

Vendrá Vane.

Oh tal vez si podía y quería.

— Quédate con ella, luego tendremos esta noche ¿va?. —

— Bueno. — Solto frustrado

Me despedí de el con un solo beso en la mejilla, salía y ahí estaba ella.

Tan deslumbrante como siempre, con ese cabello sedoso y brilloso, con esa figura y sobre todo esos ojos la hacían destacar.

Vanessa

Apesar de eso no cruzamos ni una palabra, desde hace días esta rara y me odia, al parecer.

Y claro, ese tan deslumbrante AMG.

𝐀𝐥𝐠𝐨 𝐌𝐚𝐬 [NatanaelCanoXTi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora