X - ENS: Dónde Todo Comenzó© - Saga: X - ENS - Libro #2

Capítulo 25: Lejos de Todos

🩸 Amber 🩸

~Día 355~

La sangre impacta en mi rostro y enseguida siento un peso en mi cuerpo.

El muerto prácticamente me aplasta y yo lo hago a un lado, para ir a ver a Leonor que está en el suelo, temblando y murmurando cosas.

—Oye, Leonor. ¿Me escuchas? —observo la mordida y a mi mente llega el recuerdo de ese día con Killian —. No de nuevo, por favor.

—Tranquila, Amber —ella toca mi cara, embarrándome de sangre —. Estoy bien.

—Leonor —noto a Isabella acercarse y colocarse a mi lado.

—No dejes que Alan me vea —empieza a llorar.

Busco al niño y doy con él justamente en el momento en que Deirdre lo caga en brazos y se aleja con Conrad, mientras los dos le hablan.

—Cuídalo Isabella, por favor —noto como Gerald levanta su cabeza, cuando ella parece empezar a ahogarse con la sangre —. Cuídenlo y no dejen que le pase nada.

—Lo haré, lo cuidaremos.

Yo la observo y en ese momento mi cerebro, me hace una pésima jugada y por un segundo me hace ver a Killian en su lugar.

—Esto es tu culpa —escucho que dice Gerald y cuando lo observo, me doy cuenta de que me está mirando. Yo niego, repetidas veces, al mismo tiempo que me levanto del suelo.

—Cállate, Gerald —sisea, Sebastian.

—Es la verdad. Esto es por tu culpa.

—No digas eso —le pide Leonor —. No es su culpa, yo solo no quería que el caminante la atacará.

—No debiste —murmuro.

—No pensé que se me fuera encima.

—No hables, Leonor —le dice la otra chica.

—Abuela —escuchamos que dice Alan y ella llora aún más.

—Estoy bien, cariño —limpia su cara, dejando más sangre —. La abuela solo tiene sueño. Quédate con Conrad y Deirdre —mira a la castaña—. Por lo que más quieras, Isabella, no lo pierdas de vista.

—Lo mantendré siempre conmigo —le promete.

En un punto ella quiere decir algo más, pero de la nada sus ojos se cierran y solo su cabeza pierde fuerza.

En ese momento alguna de mis lágrimas dejan mis ojos y salgo de ahí, para no ver lo que van a hacer.

Al parecer no me alejo lo suficiente, ya que escucho a Isa decirle Gerald, que le entregue cuchillo. Antes de oír como lo hunden en su cráneo, me alejo unos metros más.

—Oye —por no mirar por donde voy, me estrello contra Dominick, quien no se mueve de su lugar a pesar del impacto —. Amber.

—Déjame.

—Amber —dice sonando más severo.

—Ándate, quiero estar sola.

—¿Volverás a tus tiempos de quedarte callada y no hablar? —lo miro y solo lo empujo.