Capítulo 29: El Lugar que nos Vio Crecer

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🩸 Amber 🩸




~Día 360~




Todo nuestro alrededor da miedo.

Es una especie de sentimiento extraño, ya que nada está igual, a cuando salimos de este lugar.

Los pasillos no tienen ni una gota de sangre y ni siquiera hay rastro del líquido carmesí del guardia muerto, que vi de primero.

El escritorio de la chica, que estaba en la entrada controlando las salidas, está en su lugar, pero todo lo que estaba ahí, lleno de sangre cuando abandonamos el orfanato, está ordenado y limpio. Ni siquiera pareciera que cerca de ese lugar haya habido una persona muerta.

Las paredes, con papeles tapiz marrones y grises, están intactos y los cuadros que están unidos a esta, se mantiene alineados.

—¿Qué le hicieron al orfanato? ¿Por qué está limpio? —miro a Sebastian cuando pregunta —. No parece que el lugar haya sido invadido.

—¿En serio? No lo noté —ironizo, ganándome una mala mirada de su parte.

—No sé ustedes, pero esto no me da buena espina —indica Aquiles y en ese momento de su boca sale un sonido de dolor, al mismo tiempo que toca su brazo.

Dominick con rapidez traba la puerta y cuando coloca el seguro manual, oímos como si algo impactara del otro lado, repetidas veces.

—Mejor alejémonos de la puerta y llevemos a Aquiles a la enfermería.

El que hablo, hace que el herido se apoye en su hombro y así empezamos a caminar, mientras me mantengo atenta.

Cada paso que doy, hace que una pregunta surja, pero como no tengo como responderlas, simplemente se acumulan en mi mente.

Camino por donde yo recuerdo y antes de que crucemos el pasillo donde se encuentran los dormitorios femeninos, oímos pasos en las escaleras.

Eso nos pone alertas, pero cuando queremos voltear, siento que alguien me toma del cuello, pegándome a la pared con fuerza y logrando que mi cuchillo caiga al suelo.

—¡Amber! —grita Sebastian y yo miro al frente tratando de averiguar que me impide moverme.

Rápidamente, entro en pánico cuando noto a alguien que lleva un pasamontañas negro, pero con la zona de los ojos descubierta. Ahí veo unos ojos verde claro con tonos grises.

—No te muevas, no te haremos daño —dice, dejándome sorprendida —. Por favor, no quiero usar la fuerza.

Como puedo levanto mi pierna y golpeo en medio de sus dos piernas, logrando que me suelte para poder huir de él. Con rapidez miro al frente y veo como los chicos tratan de hacer que las personas que intenta sujetarlos se alejan.

De la nada, noto como Aquiles saca la pistola de su mochila y suelta un disparo a uno de los tipos, que va a parar directo a su pierna.

El hombre cae al suelo, sujetando la extremidad. Sin embargo, no se queja ni nada, simplemente busca evitar que la sangre deje de brotar.

—Te dije que iban a reaccionar mal —indica otro tipo, que aleja al herido de nosotros.

—No les hagas nada, tenemos órdenes —sisea él, un poco molesto, al mismo tiempo que se levanta.

X - ENS: Dónde Todo Comenzó© - Saga: X - ENS - Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora