Kurisu y su hermana, al igual que las otras chicas del templo y sus conocidas, había recibido una invitación a un evento elegante de parte de un desconocido, aceptó la invitación y al cabo de unos días habían llegado al lugar.
Se había separado de Arysha para tratar de encontrar y hablar con su anfitrion, y en el camino se encontró con un invitado extra que había recibido su propio llamado (carta).
Kurisu: Gracias de nuevo por ayudarme con el traje, no tenía ninguno y hasta que me hicieran uno a la medida no me daba el tiempo, aunque si me sorprendió verte aquí.
Feigon: No te preocupes por eso, es un traje viejo que ya no me quedaba así que supuse que te serviría, después del evento te lo puedes quedar, y la verdad a mi también me sorprendió, más que nada por el hecho de que ya nadie envía cartas excepto, bueno, ésta gente -respondió con su típica expresión seria-.
Después de esa pequeña charla ambos se unieron en esa búsqueda y al cabo de un rato pudieron encontrarlo, o más bien, él los encontró a ellos, se dieron la vuelta antes de oirlo ya que sintieron su presencia, y era muy... peculiar.???: Ahhh, los jóvenes Vadrator y Akarui, es un placer conocerlos por fin! -los saludó un hombre de avanzada edad el cuál usaba un traje de colores blancos con plateado, estaba de brazos cruzados y tenía una gran sonrisa en su rostro-.
Kurisu: ... (Oye oye, qué es esto?) -se preguntó al ver al hombre-.Feigon: ... (Este tipo...).
Ambos: (Es muy poderoso!) -pensaron alarmados ya que los dos podían ver la inmensa aura de poder que tenía la persona frente a ellos-.
Continuará