Abstinencia

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Los días después del debate quedaron atrás. Los memes que surgieron en internet "shippeando" a Milei y a Bregman explotaron, incluso hicieron historias de amor en wattpad. La enorme casa fría de Javier estaba oscura por la noche, y Fátima Florez esperaba a su amado en la cama.


La puerta se abrió, y Milei entró acomodándose el saco negro. Caminó hasta la habitación, desanimado. Fátima ya lo esperaba. Vestida con lencería negra bajo las sábanas. Javier hizo caso omiso, su mente estaba en otro lado, al igual que su corazón. Se desvistió y se cambió para irse a dormir, y Fátima lo abrazó por detrás, besándole el cuello. Milei se retorció en rechazo. -Me duele la cabeza, Fátima, tengo ganas de dormir- le dijo.-Hace mucho que no lo hacemos, ¿Qué te pasa? ¿Ya no te gusto?- Dijo la imitadora con ojos de perro triste.


-No, no es eso. O sea digamos, tengo muchas cosas y no me dan los tiempos.- Se dieron la espalda en la cama. Pasaron unos minutos en silencio, hasta que la imagen, la cara de Miriam pasó por la cabeza del diputado, lo que lo calentó. Su cuerpo se erizaba con vigor al pensar en la rubia socialista.


Milei se dió vuelta, abrazando a Fátima por la cintura. En su cabeza, Miriam estaba acostado al lado suyo, hablándole zurdeces. La actriz se contentó al ver que su novio por fin le daba bola. -¿Picó el bagre?- Dijo ella. Milei la empezó a besar en el cuello. En medio de tal caricias húmedas, el diputado le susurra, muy cerca de su oído. -Decime cosas zurdas, decime que el capitalismo es malo-. Fátima se extrañó por tal pedido, pero frustrada de no poder intimar con él, aceptó. Abajo del pijama de Milei, algo se asomaba, duro y fuerte, se apoyaba sobre la suave tela de la lencería.


Cuando Javier estaba empotrando encima de su novia, Miriam, o Fátima, le repetía: "Gatito mimoso, mimame". Ambos tuvieron lo que quisieron.Cuando terminaron de cojer, luego de unas horas, se fueron ambos a dormir, mirándose el uno al otro.


-Hasta mañana, Javi- Dijo. -Chau Miriam- Respondió Milei. Fátima se sorprendió, y le empezó a hervir la sangre. -¿Qué? ¿Qué dijiste?-


-¿Qué cosa? ¿Qué dijiste? Ah, por eso me pedías eso, ¿no?- Le dijo con ira.


-No cualquiera, Fátima, estás diciendo cualquier cosa, que decís, ¿estás loca?-. Se quedaron en silencio, Javier le dió la espalda a su novia.


-No no no no no, esto es increíble.- Se sentó. -Yo te entiendo que estés preocupado por tu trabajo, por tu temita de ser presidente, pero yo también estoy acá, ¿eh?-


-Ay, Fátima- Dijo Milei. -Te estás preocupando por un error pavo, bueno perdón no te quise decir así no es mi culpa que te lo tomes para el culo.-


La actriz se quedó sentada un rato, pensando. Sabía que su novio ya no la trata ni la cuida como antes. La saluda distinto, le habla distinto, la besa distinto. Pero también sabe que se metió en un barro, y que no puede salir. Se acostó y se dió la vuelta para dormir. La tristeza gotea en su corazón, inundándola, impotente. A pesar del peso en su pecho, logra dormir.


Milei, por otro lado, no concilia el sueño. Conoce la tristeza que atrapa a su novia, pero no puede dejar de pensar en esa noche, en esa zurda. Su mente le decía que se quedara con Fátima, pero el corazón, el corazón latía por esa rubia candente. De ella admiraba esa personalidad explosiva y contestadora, dispuesta a defender sus ideales sin importar si tiene chances de ganar o no. En cierta parte, lo recuerda a él, solo que ella tiene tetas, y es zurda.


Miriam Bregman se encuentra sentada con su teléfono en su departamento, viendo los memes en Twitter (o X). La noche se refleja oscura sobre sus cálidas paredes y sus muebles de madera. De repente, un golpe azota la puerta negra. Nicolás del Caño espera afuera bajo la lluvia, con su pelo mojado y rebelde, y su camisa entreabierta, empapada.


La diputada izquierdista camina hasta la puerta y la abre con lentitud. Se llena de sorpresa al ver tan erótico al candidato a vicepresidente.


- Mimi, ¿Podemos hablar? - Exclamó con cierta tristeza en sus ojos, y su voz algo quebrada.


- ¿De qué más querés hablar? Yo ya te lo dije, vos para mí sos solo un embustero -


- ¿Puedo pasar? -


Miriam volteó la mirada, y lo piensa por un segundo. - Está bien, pero solo un rato. Tengo cosas que hacer, se viene el segundo debate -.


Ambos se sentaron en el sillón rojo, y Bregman se mantiene distante con el aliade.


- Yo sé por la situación que estás pasando, que lo querés olvidar, te conozco muy bien, Mimi -.


- Basta de decirme así, ya te dije que no me gusta -


- Antes te encantaba -. Dijo, mientras se acercaba con sutileza. Miriam echó un paso hacia atrás, pero se choca la espalda con el reposa brazos del sillón.


- Eso fue hace mucho tiempo, antes que la cagaras -


- Siempre con el mismo tema, olvidá el pasado, yo sé que también necesitás olvidar... por eso estoy acá - Levantó una ceja con descaro. Apoya la otra mano sobre el reposa brazos, encerrándo a Miriam. Ella está nerviosa, sus manos le sudan a gotas, pero se relame los labios, sucumbiendo a la tentación.


En su cabeza, Bregman sabe que no quiere estar de nuevo con Nico, pero su deseo por olvidarse de ÉL es más fuerte. Le agarró el cuello de la camisa con determinación, y lo atrajo hacia su boca.


Se fundieron en un beso fogoso, y Del Caño le abre con las piernas las suyas, y con besos húmedos va bajando por todo su cuerpo, dejando rastros de chupones, marcados en la piel. Con una mano, le desabrocha la blusa y le masajea las tetas. Con la otra, mete la mano por debajo de la tanga de Miriam, massa - jeandole el clítoris con vigor. Miriam deja escapar un gemido ahogado de excitación. Nico, desesperado, le quita el pantalón de un tirón. Se desabrocha el cinto, y con este le amarra las manos a la socialista, dejándola vulnerable, a su merced. Se saca la verga, y la golpea en todo su ilustre cuerpo.


Ella gime desesperada para que se la meta, y Nico le responde. - Primero chupámela entera -. Ella asiente, se acuesta en dirección a Nicolás, abre su boca excitada, esperando el trencito. Él se la mete sin preguntar, y al instante le toca la campanita de la potencia. Ella chupa, chupa, y chupa, desesperada, pero aún así sin poder olvidarse del peluca. Los vellos púbicos desordenados de Nicolás le hacían acordar a la cabellera indomable de Javier.A pesar de que su cuerpo estuvo en el paraíso, ella terminó frustrada, y Nicolás en vez de venirse se fue. Miriam solo quería a Nicolás para poder olvidar, pero ahora se siente sólo utilizada, un trapo usado, lleno de leche, sólo un objeto sexual. Vuelve a su cama por la noche, con un peso en su pecho, llorando hasta dormir.

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⏰ Last updated: Oct 09, 2023 ⏰

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Gatito Mimoso - Milei x Bregman enemies to loversWhere stories live. Discover now