Las Extrañas Aventuras De Rolliciento

Escena 4

Escena 4
Rolliciento y los preparativos.

Los preparativos para el baile empezaron desde el momento en que esas invitaciones llegaron a cada familia en el Reino, todos los habitantes parecían muy entusiasmados por la feliz reunión que ofrecía el sombrío Palacio Real, algunos menos ilusionados que otros se preparaban esa tarde, unas horas antes del baile, entre esos desanimados estaba Rollo.

—¡Incluso Rolliciento se ve bien con esa ropa! —Con emoción su padrastro decía al obligarlo a probarse las prendas que había preparado con su magia— Demasiado bien...

Murmuró lo último en voz baja al notar que probablemente ese joven de gesto malhumorado pero de actitud madura se veía mejor que sus hijos, restando así la posibilidad de un beneficio directo, después de todo si Rollo era elegido por el Principe, este aprovecharía la oportunidad para ignorarlos de su ostentosa nueva vida para desquitarse por los malos tratos que recibió por años.

—Padre, ¿por qué miras así a Rolliciento? —Preguntó Azul al notar la mirada fija de su padre en el joven—No me digas que te gusta, por qué eso sería bastante raro.

—Claro que no, qué tonterías dices, por esas estupideces es que el Principe no se fijaría en ustedes dos.

—Yo no he dicho nada, —Decía Idia que incómodo por la ropa que le obligaron tambien a probarse— Pero, puedo evitarte la vergüenza si no asisto, ¿verdad?

—¡Vas a ir y deja de encorvarte así!

Ante esa absurda discusión de los tres, Rollo se escabullía para ir a la terraza donde esos idiotas no se atreverían a busacarlo, solo por no subir las escaleras.

—Wow, que guapo estás Rollo, sin duda conquistarás a alguien en ese baile. —Emocionada una gárgola dijo al verlo vestido tan galantemente.

—Es cierto, ahora si sonríes un poco te verías mucho mejor.

—¿Sonreír? —Con un aire molesto preguntó el joven— Si alguien quiere fijarse en mi debe ser por quién soy en realidad, ¿no lo creen?. Yo no soy una persona sonriente y lo saben.

—Bueno, si... Pero al menos no te veas cómo si fueras a acabar el mundo. —Sugirió con una sonrisa la gárgola.

—Venía a preguntar algo más sobre ese tipo al que le daré una paliza, por que las características que me dieron antes no son suficientes.

—Ohh, de nuestro amigo... Veamos... Tiene cuernos.

—¿Cuernos? Eso reduce mi búsqueda, no todos en el reino tienen cuernos excepto... —Con genuino asombro murmuró Rollo abriendo sus ojos— La familia Real... Los Draconia.

—Oh, pero dijo que sus cuernos son falsos, que en la ciudad están de moda usarlos... Como nunca salimos suponemos que debe ser así.

—¿Falsos? —Murmuró malhumorado el joven.

—Aunque a mi me parecen reales, pero por qué mentiría nuestro amigo ¿verdad? —Añadió la otra gárgola.

—Supongo que dependerá de la suerte encontrarlo para darle su paliza.

—Oh Rollo, es cierto... Nuestro amigo también usa magia fuerte debes tener cuidado, no sea que a tí te den una paliza.

—¿Qué? ¿Magia fuerte? —Dijo Rollo con enojo apretando sus puños— Un motivo más para golpearlo, y por qué dicen que es fuerte.

—Bueno, aparece y desaparece con magia, así que debe usar una magia fuerte, eso no lo hace cualquiera.

Rollo se quedó pensativo ante esa novedad, ciertamente la magia de teletransportarse requería un nivel muy avanzado de habilidad mágica. ¿Quién era ese tipo misterioso? Si era un mago fuerte solo sentía odiarlo más.