Avril y Hannes son 2 mellizos que viven en una pequeña ciudad en Alemania, su ley de vida es "Solo puedes confiar en ti mismo" pero todo cambia cuando entran a una banda, su segunda familia y descubren que el amor va más allá de la sangre.
Si le pre...
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Ese mismo día por la noche, Hannes y Avril estaban en el patio, haciendo un ramo con las flores blancas que había en el jardín para que cuando su madre llegara lo viera en la mesa. Lo dejaron y prepararon todo para cenar juntos.
En otras casa no muy lejos de la anterior María y Olli estaban en sus camas
María se encontraba leyendo un libro mientras comía ositos de gominola y Olli estaba viendo una pequeña foto
Una foto polaroid que había echo con una antigua cámara, que su padre le había regalado un año por su cumpleaños, en la foto se podía ver a Avril y a él, Avril estaba jugando con el collar de Olli mientras él sonreía y la miraba, la foto había sido echa por su hermana, María, en el jardín de su casa
De pronto, María lanzó la bolsa de ositos de una cama a otra, compartiendo con Olli
María: Los verdes son míos, dijo esta sin despegar su mirada del libro, Olli que ya había metido uno verde en su boca, rodó los ojos y lo volvió sacar, metiéndolo en la bolsa otra vez y lanzándosela de vuelta a María. Esta comió uno, pero pronto se dio cuenta de algo
María: Ah! Olli! Que asco!
Olli: El que?, dijo haciéndose el inocente
María: Crees que quiero comer ositos de gominola llenos de babas?, dijo está mirándolo mal
Olli: Dijiste que querías los verdes, ahí los tienes, dijo indiferente
María: No así! Y tampoco quiero las babas de Avril!, dijo está mirándolo con una sonrisa burlona. Su hermano levantó la mirada rápidamente
Olli: María Cállate ya!, dijo este con enfado y cerró la pequeña puerta del mueble que separaba sus lados de la habitación
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Avril y Hannes se encontraban dormidos en el sofá a la mañana siguiente, por alguna razón si madre no había llegado a casa esa noche y todo seguía igual a cómo lo habían dejado
Avril: Hannes mira, dijo y señaló la "mantequilla" que habían dejado ayer, todavía intacta
Hannes: Mamá?, llamo el pero nadie contesto, así que rápidamente cogieron sus patinetes y fueron a la tienda de su madre
