¿Qué tan malo podría ser mandar a 100 jóvenes criminales a la tierra...?
Leah Ford llega a la tierra junto con 100 jóvenes más.
Todo lo que ella pensaba creer sobre la tierra era completamente falso, y junto su grupo irán descubriendo cada verdad d...
El silencio y la soledad era lo único que se hacía presente en la celda de aquella joven. Las voces en la mente de la joven la estaban atormentando y consumiendo de forma lenta. Leah llevaba noches sin dormir, cada vez que cerraba los ojos la imagen de su madre e hermana siendo flotadas llegaba a su mente, y su conciencia la estaba haciendo creer que todo lo que había pasado era su culpa, que todo lo que le había hecho su padre tal vez si se lo merecía.
Esos pensamientos consumían a la joven y destrozaban cada parte de su ser...
La pelirroja se encontraba acostada en el viejo y oxidado catre de la celda, el recuerdo de la muerte de su madre pasaba por su mente de una forma repetitiva. Los ojos de la castaña comenzaron a picar, amenazando en soltar unas cuantas lágrimas, por un segundo la castaña se sintió libre de llorar, sin se juzgada por las propias voces de su cabeza.
Cuando las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos el rechinido de la puerta la interrumpió. Se sentó rápidamente y seco seco sus ojos con la manga de su suéter.
Dos guardias de aspecto fornido entraron a la celda, uno de ellos llevaba una pequeña maleta. En la mente de la pelirroja comenzaron a cruzar miles de ideas, ¿su momento había llegado? ¿La iban a flotar? ¿Ya había cumplido los 18 años? Miles de preguntas se formularon en la cabeza de la castaña. Pero de algo estaba segura. Su sufrimiento iba a acabar. La iban a flotar. O al menos eso pensaba ella.
El miedo se hizo presente en el cuerpo de la pelirroja, pero a la vez la sensación de paz y tranquilidad también se hicieron presente. La pelirroja estaba segura de que al fin podría liberarse de ese sentimiento de culpa que la llevaba atormentando desde que flotaron a su madre y que por fin podría estar en paz consigo misma.
La voz de uno de los guardias hizo que la joven saliera de su trance.
- Prisionera 318, contra la pared - La joven obedeció sin rechistar y se coloco de frente la pared dándole la espalda a los dos guardias.
El guardia abrió la pequeña caja y sacó una pulsera. La joven se tenso y de forma rápida se puso a la defensiva.
- ¿Para qué es eso? - Pregunto la castaña recibiendo una mala cara por parte del guardia.
- No puedo otorgarle esa información, lo sabrá pronto. Ahora estiré su brazo - La joven retrocedió negándose a estirar su brazo.
- Primero díganme para que es eso - Combatió la joven.
El guardia se había cansado de la actitud de la joven, y sacó una pequeña inyección de sí bolsillo, de forma rápida el guardia inyecto la sustancia en el cuerpo de la joven.
Rápidamente la joven sintió sus párpados pesados y sintió como todo le dio vueltas. La joven cayó al piso siendo atrapada por uno de los guardias.
Lo ultimo que sintió la castaña fue un pequeño pinchazo en su muñeca. Todo se había vuelto negro...
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