Capítulo 6

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Katie y Anwen habían optado por quedarse en el salón, hablando de todo tipo de cosas y poniéndose al corriente de todo. Era más de medianoche, pero eso carecía de importancia cuando acompañaban la velada con una deliciosa copa del vino más caro de la despensa. Kat, se había abierto sin tapujos a su amiga y le había confesado que Haruki tenía la intención de contratarla en su compañía. Y aunque antes la oferta sonaba de putísima madre, ahora no lo tenía claro.

En un momento de la noche, se hizo un silencio incómodo entre las dos. Kat estaba en contra de la "relación" que Anwen mantenía con el griego, porque a pesar de no conocer que era el hombre más poderoso de toda Grecia, algo la olía mal y, a juzgar por algunos silencios de su amiga, no iba mal encaminada.

—¿Al menos te trata bien?

—¿Quieres decir obviando su parte gruñona y mandona? — Ambas se miraron y ella suspiró — A veces es difícil de manejar, pero estoy bien, Kat.

—No hace falta ni que lo jures… ¡Te lo has follado en el salón! —exclamó alucinada memorando los gemidos que había escuchado esa misma mañana.

—Cállate —pidió lanzándole un cojín entre risas.

—Hay cosas que mi mente no podrá olvidar jamás.

Katie pegó un gran trago a la copa, mientras que Anwen la miraba con atención.

 —¿Qué ha ocurrido con Orson?

—Te aseguro que nada, pero viendo el gran poder de los griegos… quien sabe. ¿Me lo recomiendas?

—Te hablo en serio.

—Y yo, An. El muy imbécil llegó a Londres creyéndose el rey del mundo. Típico de los hombres con demasiada autoestima —bufó con malestar —. Admito que herí su ego, pero nada más.

Elián dio dos toques en la puerta y a continuación la abrió. Las había observado durante unos largos minutos a través de la cámara, sobre todo, se había fijado en el pequeño hoyuelo que se le hacía a Anwen cada vez que reía, pero cansado de aquella distancia que les separaba fue a buscarla.

—¿Interrumpo?

—Adelante, está es tu casa —afirmó la hija de Lamprou con una enorme sonrisa —. Tenías razón, este vino está delicioso.

Argenis lo sabía, pues les había dado un reserva de 1960. Uno de los mejores de su bodega. En silencio se sirvió una copa para, a continuación, dar un pequeño sorbo que le supo a gloria.

—He solucionado el problema de tu vuelo. Podrás irte mañana a primera hora de la tarde.

Katie estaba agradecida por el viaje y por pasar un rato con su adorada amiga, pero se negaba a viajar de noche e ir de empalmada a trabajar. Necesitaba descansar y sin duda, esa era la mejor opción.

—Gracias.

—Orson te acompañará hasta el aeropuerto de Londres.

—¿Qué debe hacer a partir de ahora con Haruki? —preguntó Anwen con cierta preocupación.

—Ante todo, actuar con naturalidad. No menciones a Anwen y mucho menos a la Yakuza. Desconocemos cómo puede reaccionar, así que, mantente al margen de todo.

—Eso haré, descuida.

Elián asintió y entonces, Katie, decidió que era momento de acostarse. Aunque en realidad no le gustaba la presencia del hombre. Las amigas se abrazaron con cariño, mientras que con él mantuvo las distancias, hecho que a Elián no le desagradó. Era conocedor de la impresión que proyectaba en los demás y la cual se encargaba minuciosamente de mantener frente a todos.

El amigo del jefe de la mafia #2 | Erótica + 21 | Completa ✅Where stories live. Discover now