one-shots •spreenxcarrera•

•Solo un beso•

Hoy era un gran y hermoso día, por lo menos para Rodrigo, ya que en algunas horas se casaría con el amor de su vida, una bella joven llamada Victoria. Por otro lado, para Iván este era un día terrible; ver a tu amor no correspondido casarse no es muy bonito, pero el azabache no pensaba arruinar la boda, incluso ayudaría a Rodrigo, él solo quería verlo feliz.

faltaban cuatro horas y todos estaban como locos, de acá para allá con los preparativos para la celebración y los novios se veían alegres, algo preocupados pero muy risueños.

— Rodrigo-– lo llamó Iván -–¿Dónde dejo esto?–- preguntó sosteniendo una gran caja con platos y cubiertos.

— ya te digo— miró a su alrededor fijándose donde podría dejarlo —acá mirá, vení— lo agarró del brazo suavemente para guiarlo hasta lo cocina del lugar —ahí dejalo—

Iván apoyó con cuidado la caja sobre la mesada y se quedó observando al castaño —¿estás nervioso?— notó su expresión de preocupación.

— sí, este es el momento en que empiezo a cuestionar todo, si amo a Vicky, si valió la pena la boda... y otras cosas— dijo y soltó una risa cansada al final de la oración.

— hey, mirame— le pidió Iván —siempre le hiciste saber a todo el mundo que la amabas, es uno de los días más importantes de tu vida, no la pienses tanto— lo tranquilizó el alto.

— tenés razón— lo abrazó con fuerza —menos mal que tengo amigos como vos— es fue una puñalada al corazón de Iván, pero siguió sonriendo para tranquilizar a su amigo.

— dale, ahora vas y le das un tremendo chape a vicky, ¿si?— dijo riendo mientras acomodaba el cuello de la camisa de Rodrigo.

—Iván— se veía algo dudoso.

— si, Rodrigo— su sonrisa seguía ahí.

—¿recuerdas ese mensaje que me mandaste... que al final no lo pude ver porque lo borraste?—

El azabache se tensó, ese había sido un intento de confesión, era un mensaje largo, se pasó horas pensando cómo sintetizar todo lo que sentía en un texto. Pero cuando por fin lo hizo, su cabeza comenzó a llenarse de pensamientos negativos de rechazos que podrían ocurrir, así que luego de unos minutos de estar sobre pensando, decidió borrarlo. se suponía que Rodrigo no lo había visto; pero ahora estaba hablando de aquel mensaje.

— s-si ¿qué t-tiene?— su voz tembló y se puteó a sí mismo mentalmente por ser tan sensible.

— bueno... yo lo ví— los ojos de Iván se abrieron con sorpresa y el mundo se le venía abajo, ¿por qué le estaba diciendo esto en su boda? ¿acaso le diría que no lo quería más en su vida? o algo peor —llegué a leer más o menos la mitad—

el alto no podía mirarlo a los ojos, porque si lo hacía estaba seguro que se largaría a llorar, y no quería hacerlo — todo lo que me mandaste en ese mensaje...¿es cierto? ¿en verdad tienes todos esos sentimientos por mí?— preguntó Rodrigo pero el azabache no contestaba.

—solo olvidate de eso...y-ya no importa, que va a cambiar— habló Iván sin poder controlar las lágrimas.

— no, no digás eso. si importa, vos me importás— con su mano en el mentón de Iván levantó su cabeza para que lo mirara — tienes razón, ahora me voy a casar, pero no quiere decir que no me preocupe por vos, siempre me he preocupado. ¿Por qué no me lo dijiste antes? —

—Tenía miedo—

—¿Miedo de que?—

— a que no quisieras ser más mi amigo—

Rodrigo lo abrazó con fuerza — quiero que te quede muy claro que nunca, pero nunca voy a dejarte solo—

Así permanecieron durante unos minutos y un pequeño deseo crecía dentro de Iván — R-rodri—

—¿qué pasó?— preguntó separándose un poco del abrazo para verle la cara.

—¿Me harías un favor?—

— obvio que sí— se rió levemente.

—... ¿Podrías darme un beso, solo uno?— Iván tenía una expresión de perro mojado.

Rodrigo suspiró ya que sabía que esto iba a pasar — solo un beso— aclaró.

Iván asintió emocionado y cuando vió a Rodrigo cerrar sus ojos imitó su acción. Sintió un cosquilleo en su abdomen que lo hizo sentirse hermoso, vivo, queriendo más de aquel breve y limitado beso lúcido.

704 palabras