canción de fuego y hielo ( daenerys targaryen y tu)

capitulo 15: despedidas

     Esa noche la leona volvió a visitar a la loba a su habitación, ya se le notaba más calmada, ____ esta recostada con varias almohadas debajo que dejaban su torso algo elevado, Cercei estaba recostada sobre su pecho a su izquierda, acariciando sus cicatrices y preguntando su historia.

     - Me gustaría saber cómo te hiciste esta - Le dice mientras señala la gran cicatriz de su abdomen, ____ toma su mano y besa sus dedos, después la toma de la barbilla levantado su rostro y besa sus labios.

     - Si te cuento la historia no te va gustar - Le responde mirándola a los ojos.

     - Me parece que a ti no te gusta la historia - le replica Cercei.

     - Oh! Yo no tengo problemas, pero las mujeres suelen tener cierta sensibilidad con esa parte de su cuerpo - le explica - Cuentame por favor - Le pide Cercei haciéndole ojitos, ella se ríe y acepta.

     - Esta bien. Me encontraba en Lys, hice unos tres o cuatro años, no recuerdo bien, solo se que era pequeña todavía, en fin, estaba trabajando en una casa de placer...

     - ¡TRABAJASTE EN UNA CASA DE PLACER! - Exclama Cercei horrorizada de saber que la chica sufrió allí de pequeña.

     - No me interrumpas mujer, Dioses me dejaste sorda, escucha toda la historia primero y luego gritas y preguntas lo que quieras, pero no me rujas en el oído, a menos que sea de placer ¿si gatita? - reniega la loba

    - Está bien Lobita, no te interrumpo más - se ríe la leona por la expresión de la joven.

     - Muy bien, seguimos entonces. Estaba en este lugar buscando a un hombre, que hombre era un cerdo que le gustaba estar con niñas pequeñas, muy pequeñas y solía ir a ese lugar, y me contrataron para matarlo luego de violar a la pequeña de un señor con quien se supone haría negocios. Yo fingía trabajar en el lugar, y permanecí ahí durante una semana cuando al fin apareció, pidió una niña como siempre, y le llevaron una pequeña esclava de unos 3 o 4 años. Cuando quedaron los dos solos, me colé en la habitación y vi al cerdo manoseandola, así que antes de que pudiera hacer algo más, corté su garganta desde atrás y tire su cuerpo a un lado para que no caiga sobre la niña, esta salió llorando de la habitación bañada en sangre, mientras intentaba escapar por una ventana entra un guardia y me atrapa, mierda pensé, se había complicado todo, así que tuve que matarlo y luchar con los demás, los mate a casi todos, solo las esclavas y esclavos quedaron vivos, ellos eran inocentes, y una de las muchachas se dio cuenta de la herida, yo en medio del lío que se armó ni cuenta me di me de que hirieron, así que me ayudaron a curarme lo mejor posible. En mi regreso a Braavos donde estaba viviendo, la herida pareció infectarse ya que no estaba bien curada, además de que era profunda y estaba teniendo una hemorragia interna. Al llegar mi maestro me reviso y procedieron a curarme bien, pero se dieron cuenta que mi matriz estaba dañada y tenían que sacarla antes de que la infección se esparciera y me matara. Era un procedimiento riesgoso ya que nunca se hizo, pero aún así le dije que lo hicieran. Me durmieron y me operaron, y me salvaron, mi maestro me dijo que la muerte no me reclamaría todavía y fui bendecida por nuestro Dios. Una vez que me recupere me vine a Invernalia - termino el relató

     - Entonces ¿no podés tener hijos? - pregunto Cercei en un susurro aterrada por la historia que le contó

     - Pues no, tengo vacío el vientre a si que es imposible para mí engendrar niños y nunca sangre en mi vida - le dijo la loba como si nada, mientras que a la reina se le llenaban los ojos de lágrimas de solo pensar lo horrible de la situación y de ser ella quien estuviera en su lugar no podría vivir sabiendo que jamás tendría hijos, se abraza más a la loba escondiendo su cara en el cuello de la niña, como respuesta la loba la presiona con fuerza hacia ella acariciando su pelo y espalda para darle consuelo, ella sabia que ese tema ponía sensibles a las mujeres ya que creen que su único deber en el mundo es darles hijos a sus maridos y nada más. Y así abrazadas se duermen.