Capítulo 5

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Han pasado dos meses desde que Luz comenzó a trabajar en la Mansión Blight.
Durante este tiempo, la relación entre Amity y Luz se ha fortalecido considerablemente y parece estar evolucionando hacia algo más que una simple amistad.

Esta tarde, han decidido salir a un hermoso parque para charlar y pasar tiempo juntas. Sin embargo, lo que Amity no sabe es que su vida está a punto de dar un giro inesperado que cambiará todo para ella.

Amity se presentó con un atuendo impresionante: una bonita falda negra, una blusa color vino, zapatillas blancas y una cartera negra. Su cabello se veía hermoso con unas ondas y su maquillaje era natural mientras esperaba a Luz, su querida "amiga".

Estaba muy emocionada, pues Luz había propuesto una serie de actividades muy interesantes para realizar, además le dijo que al final del día le llevaría un parque precioso para ver las estrellas, pues bien sabía la morena que Amity adoraba las estrellas. La luna, las estrellas, los cosmos, y todo lo relacionado al universo eran lo que Amity más admiraba y apreciaba.

Sin embargo Luz había mencionado que llegaría más tarde debido a un "compromiso"

Por lo que la peli lila se sentó en un banco del parque para esperar a su acompañante.

En realidad, Luz estaba fuera de la mansión lista para tomar venganza por lo que había sucedido tiempo atrás, y su primer objetivo era Emira Blight.

Pero, ¿Por qué no comenzar con Amity?, se podrían preguntar. Es sencillo: Luz le tiene un gran afecto a su amada peli lila.

Aunque sabe que le causará daño, también es consciente del daño que le causaron a ella, por lo que se vengará de todos, excepto de su adorada niña.

Luz había planeado cuidadosamente su encuentro con Amity en el parque esa tarde, sabiendo que todos los miembros de la familia estarían fuera de casa en un viaje, excepto Emira y Amity.

Sin pedir permiso, Luz entró en la mansión y se dirigió directamente a la habitación de la peli verde, ignorando su mirada molesta y confundida. Pero a Luz no le importaba, ya que sabía que ese era su último día juntas.

—Hola Emira —habló con un tono malicioso y una sonrisa malvada en su rostro.

—¿Qué quieres luz y por qué ingresas sin preguntar? qué no sabes que es de mala educación, agh las sirvientas son tan molestas —refunfuñó Emira

—Oh, no tienes que preocuparte, créeme que después de este día nadie te va a molestar —anunció Luz mientras se acercaba más y más.

—¿A qué te refieres? Solo vete y no me molestes.

En un rápido movimiento Luz se abalanzó hacia la peli verde inmovilizando a esta en el suelo y untando un paño en su rostro.

Emira trató de forcejear y liberarse de su agarre pero Luz era rápida y ágil y en menos de un minuto cayó inconsciente.

Cuando despertó se encontró atada en una silla en el sótano.

Se sentía mareada y trató de que sus ojos se acostumbren a la poca luz que había, al cabo de unos minutos recuperó la conciencia en su totalidad, fué entonces que sintió un horrible dolor en sus manos, asustada bajo su mirada y lo que vió la dejó en shock.

Todos sus dedos estaban cortados pero no con heridas leves, estaban literalmente desprendidos de sus manos, horrorizada gritó y pidió ayuda pero era obvio que nadie la iba a escuchar, en eso escuchó una voz profunda que dijo:

—No, no trates de pedir ayuda, puedes gritar, llorar, arrastrarte y suplicar, pero créeme que no tendré piedad de ti.

—¿Lu-luz? ¿Qu-qué estás haciendo? —preguntó mientras las lágrimas corrían por sus mejillas y su rostro demostraba el horror total que sentía.

—Bueno ya que te voy a matar te daré al menos la explicación que mereces; hace dos meses tu familia mando a matar a mis padres, los mataron de una manera horrible, entonces juré vengarme y lo voy a hacer de la peor manera. No tienes forma de escapar.

—¿Q-qué? Pero por qué a mí y-yo no tengo la culpa —dijo Emira débilmente.

—Tal vez tengas razón, tú no los mataste pero eso no quita que eres una basura, o dime, acaso ya se te olvidó los horrores que le hiciste pasar a tu hermana.

—A-a qué te refieres, yo jamás lastimé a Amity dijo la peli verde retorciéndose del dolor que sentía, pues no solo tenía los dedos mutilados también tenía cristales incrustados en todo su cuerpo.

—¡Por favor! De verdad crees que soy estúpida, investigué Emira,estos dos malditos meses investigue todo sobre tu familia, su comportamiento,sus acciones, todo. No creas que no noté los golpes que tenía mi niña, o la sangre que tenía en sus brazos, o el miedo que se reflejaba en sus ojos cuando los veía.
Sé que la torturaban, ¡La torturaban de maneras horribles! por eso nunca me permitieron quedarme aquí, no era por seguridad para ustedes, era por miedo a que viera los horrores que hacían, y el cómo la trataban.

—Pe-pero si-si Amity se entera ell...

—No sucederá, no lo voy a permitir.

—¿Co-cómo?

—Ella nunca lo sabrá —hizo una pausa— y, si llegase a suceder no creo que le importe, después de todo ustedes no valen nada.

Dicho estás palabras Luz se acercó la chica la cuál se encontraba temblando de miedo y horror.

—Po-por favor n-no

—No seas hipócrita, bien sabes que cuando Amity te dijo eso te importó una maldita mierda.

—N-no

















Fué lo último que pronunció antes de que su cabeza rodara por el lugar.

















Después del crimen Luz quemó el cuerpo pero conservó el corazón el cuál guardó en una pequeña caja negra para más tarde.

Sabía que le había mentido a Amity, que probablemente la había dejado esperando en el parque totalmente decepcionada y triste por su ausencia, pero era consciente de que lo hacía tanto por ella misma como por Amity, pues se había propuesto tomar venganza por ella y por su niña hermosa, para de ese modo liberarla de los monstruos que tenía como familia.

Amor que duele [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora