Yo Soy Alissa Gilius

Capitulo 18

Cap 18
Un bocado del pastel.

13 de Octubre de 2021...

Alissa:
Ha pasado una semana. No pasó mucho más. Estuve en entrenamientos de la agencia y en la pista, clases, reuniones con Shelly. En la agencia, luego de comentarles de el suceso en el centro comercial. Investigaron rápidamente de la supuesta academia, no aparecía ninguna información del lugar ni de la dirección que me dió.

Sin embargo, no fui a la única que le dijeron de la academia powerlight, porque si, a todos nosotros nos dijeron de eso. Una señora, un anciano, una anciana, un niño, hasta un vecino raro de Abigail.

Al no encontrar nada, solo obviaron el tema y seguimos en los entrenamientos. Cada vez que me intentaba acercar a la generala Juliette para poder preguntar sobre aquel chico, o algo respecto a lo que me había comentado aquel día.

"Hay un peligro afuera y no digo delicuentes o ladrones. Si ustedes llegaron, también los otros"

Pero siempre me ignoraba, o se iba, o mandaba a hacer otros entrenamientos. Era como si no quisiese tocar el tema.

Hablando de entrenamientos, nos trataban como si hubiésemos manejado estos poderes desde hace que nacimos. Ya estaba cansada, cada que llegaba a la casa me tiraba a la cama y oía a mi hermano y a mi mamá preguntar por las olimpiadas.

Porque eso es otra cosa, para no preocupar a nuestros padres y mentir respecto a esta situación, dijeron que eran unas olimpiadas de la secundaria y nosotros habíamos sido elegidos para representar. Que en las mañanas tenemos que ir a la ciudad y volver en la tarde.

Nos habíamos salvado de las preguntas de Shelly a cada rato. Pero parecía estar molesta con nosotros últimamente. No entendía porqué.

—¿Por qué no nos hablas?—pregunta mi mejor amigo a la morena.

—Porque estoy comiendo.

Dice ella mientras se lleva una cucharada de su ensalada a la boca rápidamente.

—Antes no comías, aún así no nos hablaste.

—Porque no quise hablar y punto—habla con la boca llena.

—¿Estás enojada con nosotros Shelly?—pregunto y ella me mira.

—No, no lo estoy.

—¿Y esa actitud? Nos estás tratando como si fuéramos el grupito de Eric.

—Claro que no—responde y vuelve a comer su ensalada.

Elevo una ceja y ella gira los ojos.

—¡Bien!, si, estoy enojada.

—¿Por qué?—habla Dante preocupado y coloca a un lado su hamburguesa.

Hago lo mismo con la mía y apoyo mis brazos en la mesa del comedor.

—¿Porque? ¡Ya ni los veo! Siempre están con eso de las olimpiadas. Vuelven es cuando se acaban las clases, y si pido salir, dice que están cansados—empezaba a subir su voz y me preocupaba que llamara la atención de los demás— Tampoco me dicen que es lo que hacen.

—No podemos decir nada, porque estaríamos en problemas—miento descaradamente, si era cierto una parte— Sabes cómo es la directora Monroe. Si no cumples las reglas, estarás en castigo.

—Si, si, lo sé. No sé enterará si no le dicen, al menos hagan el favor de decirle a su más querida mejor amiga.

—Shelly... lo siento pero no podemos.

—Como quisiéramos hacerlo...

Dante suspira y Shelly se cruza de brazos.

—Bien, entiendo. No confían en mi ya. Entiendo completamente. Bueno, si me disculpan me tengo que ir.