Yo Soy Alissa Gilius

Capitulo 25

Cap 25
Problemas con historia

Alissa:
Sentados en la escaleras de la preparatoria afuera, esperábamos a qué Shelly llegara. Dante y yo nos vinimos juntos en el autobús y hablábamos de las nuevas funciones del reloj, junto a que pronto nos nombraron agentes de verdad y no de entrenamiento.

—Los uniformes están geniales, el señor Álvaro se lució con el logo.

—Si, yo también pienso que están geniales—digo recordando el logo.

—Esa llama en la C de cristal—sioba y sonríe — Literalmente nos los personalizo a nosotros. Únicos respecto a otros agentes. ¿Sabían lo que decían en la reunión?

—No...—respondo.

Sinceramente no presté atención, solo los veía y seguía subiendo, además de soportar el comportamiento de Lyon con las chicas. Les lanzaba besos y guiños mientras ellas se derretían.

—¡Qué éramos los mejores! Y eso que no nos han visto en acción. Morían por ser como nosotros.

Se sacudió su cabello y luego posó como un héroe de cómics. Entorno los ojos.

—Sin embargo, cuando estemos en la calle combatiendo el crimen, aún nos van amar. Imagínate un club de fans de nosotros—se levanta dejando la patineta a mi lado—Un club que lleve el nombre de "Club de fans de los celestiales"—con su manos hace un arcoiris mientras decía lo último.

Lo miro con el ceño fruncido.

—Que... Autentico.

—Si debo pensar mejor eso.

—Si deberías.

Se vuelve a sentar y se queda en silencio. Me encojo de hombros, miro al suelo mientras mi mano repiqueaba mi rodilla.

—¿Ya te diste cuenta de algo?

Me giro hacía él y niego con la cabeza.

—Según los rumores, Lyon ha dejado con Michelle — dice Dante con una sonrisa.

—¿Debo preocuparme por eso?—pregunto confundida

—No... Pero sé porque es la razón.

Espero a que hable, no lo hace durante unos segundos hasta que notó en su rostro con diversión.

—Lyon le gusta otra chica.

Parpadeo. Espero que diga algo más pero no lo dice.

Se que Dante me había comentado de que Lyon hablaba de una chica en la pelea de la agencia, contra Hunter. Yo lo oí también, pero pensé que hablaban de Michelle.

—¿Entonces...?

El hace un grito ahogado y luego se ríe a carcajadas.

—¿Sei cieca, ragazza?—se limpia una lágrima.

Hago una mueca de desagrado, no por no soportar que hable en otro idioma que no entienda, ya me acostumbré a eso, sino a qué no le entendí que dijo.

—Niña, si el chico anda detrás de una corredora como perrito a dueño.

—¿Qué?

Se restriega el rostro con una mano y chilla.

—Que Lyon anda...

No termina de hablar porque oímos una voz femenina a nuestras espaldas.

—Hola queridos.

Volteamos para ver a Shelly saludando con una mano.