Capítulo I

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«Eres fuerte incluso cuando tus lagrimas recorren tu rostro»

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«Eres fuerte incluso cuando tus lagrimas recorren tu rostro»

—Ron Israel


















LA LUZ ENTRABA POR LA VENTANA y Rhaenyra sentía miedo, miedo de que apenas abriera sus ojos volviera a visualizar el fuego consumiendo su ser, a su hermano medio quemado sentado con una sonrisa y el volver a escuchar los gritos de su hijo, era algo que no quería se sentía inmensamente temerosa de lo que pasaría pero decidió abrir sus ojos y confiar en el dios Arrax y su segunda oportunidad. La joven abrió los ojos de a poco pues la luz que entraba por la gran ventana no la dejaba visualizar bien que era lo que sucedía; Rhaenyra miro a los alrededores podía observar si habitación nuevamente pero esta vez era más pequeña parecía su habitación cuando aún era una niña que ni había montado su dragón aún pero en su mente si llego el que su padre ya había subido al trono hace ya muy poco tiempo. Su mirada cayó en el tocador de su habitación y rápidamente se levanto esperando que si fuera real y justo cuando se vio, se dio cuenta que todo fue real, el dios Arrax de verdad le había ayudado en su segunda oportunidad y no podía dejar de pensar en ello se sentía feliz de tener una nueva oportunidad por la cual vivir pero se sentía triste al pensar en el hijo que dejó.


Sin más la joven Targaryen llamo a las
sirvientas que en ese entonces estaban a su servicio, mujeres ya adultas pues aún no se le permitía elegir a sus propias damas pero aún así eran personas amables pero no de su total confianza por lo que debía tener cuidado de no hacer cosas que pongan en riesgo de acabar con su misión y con su vida. Las damas entraron a su habitación tan firmes y elegantes que ni parecían simples damas y como no la mayoría solo quería parecer interesante delante del nuevo rey o almenos encamarse con su hermano menor y tal vez dar una hijo a la dinastía; aquello era algo real era lo que la mayoría de señoritas buscaban dar un hijo con sangre Valyria.


Una voz la saco completamente de sus pensamientos dejando así que la joven pusiera toda su atención en la mujer que le hablo—Buenos días, princesa ¿Requiere de nuestra ayuda?— hablo la dama que se encontraba en la mitad de ellas, parecía la líder cuyo trabajo era atender principalmente a la princesa.


—Buenos días, señoritas, espero que todas estén bien, y si requiero de vuestra ayuda— dijo Rhaenyra con un tono autoritario pero amable, eso queria ser ella quería mostrar poder pero también demostrar lo amable que es—Necesito prepararme quiero ir a ver a mis padres—Finalizo la Targaryen dejando pasó a un asentamiento de las damas quienes se dispusieron a organizar la habitación y la dama principal se dispuso a ayudarla con su baño y el vestuario.


Después de un tiempo terminaron de arreglar a la joven princesa quien alago y agradeció el trabajo de las damas. Rhaenyra se observó en el espejo admirando su apariencia literalmente era una jovencita hermosa a pesar de que su joven edad, llevaba un hermoso vestido de un rosa suave le llegaba más abajo de la rodilla pero no más abajo de los tobillos, el vestido tenía un corte en v en la parte de arriba nada vulgar o demasiado llamativo, sus mangas eran largas pero no era un vestido caluroso si no fresco y su calzado disponía de unas hermosas zapatillas negras bajas y tenía un hermoso collar con joyas doradas nada llamativo pero aún así era hermoso y lucia perfectamente con su cabello y vestido.

Royalty ⎪⎪ ᶠⁱʳᵉ ᵃⁿᵈ ᵇˡᵒᵒᵈWhere stories live. Discover now