Capítulo 13

10 2 0
                                    

Gus

No tardamos mucho en llegar al centro de Boston, ella camina por un par de calles hasta la avenida Washington e ingresa en un café

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No tardamos mucho en llegar al centro de Boston, ella camina por un par de calles hasta la avenida Washington e ingresa en un café. Doy un paso más con la intención de fijarme por los cristales, la veo poner el volante que le di sobre un mostrador, luce alterada. Rodea el mostrador y la veo mover sus manos. Alguien se me queda viendo y me avergüenzo así que tomo el móvil por hacer algo. Cuando vuelvo a mirar por el cristal, toda la sangre se me va a los pies, la piel se me eriza por completo y mi corazón brinca tan intensamente en mi pecho que debe saltarse hasta el ritmo normal de sus latidos.

—¿Gus? —pregunta Fred llegando. Le avisé dónde estaría para que buscara el coche—. ¿Estás bien, tío? Te ves pálido.

Me paso las manos por el rostro, las tengo heladas y sudorosas.

—Ven, entremos, debes sentarte.

—No. Vamos a otro lugar.

Entramos al restaurante que está justo enseguida. Las manos me tiemblan, estoy actuando como grogui ahora mismo. ¡Por amor a Dios, es ella, es Tuti!

¡Encontré a Tuti!

¡Tuti está justo enseguida!

Fred me trae una soda, yo doy un sorbo que me cuesta pasar, juro por lo más sagrado que ahora mismo puedo estar sufriendo un infarto y no exagero.

Es ella, solo tuve que verla una vez para saber que es ella.

—¿Me vas a decir qué ocurrió?

Lo miro fijamente, no puedo hablar se me ha cerrado la garganta.

—La encontré —digo finalmente y al hacerlo el alivio que recorre mi ser entero es indescriptible.

Fred me abraza, celebra conmigo, se lo he contado todo a él así que entiende por qué he reaccionado así.

—Es la mejor noticia, amigo. ¡Enhorabuena!

—Gracias.

—¿Y ahora qué harás?

—No lo sé, no tengo idea, coño. Estoy sudando como un cerdo.

Fred se ríe y palmea mi hombro.

—¿No sabes? Claro que lo sabes. Tienes que ir a buscarla.

—No, no será de inmediato. No puedo ser yo quien le hable de su padre.

—¿Entonces qué harás?

—Seremos un par de detectives, Fred —me mira confuso—. Saber dónde vive, las personas de su entorno, dónde trabaja y conseguir su número de teléfono. Que sea Jordan quien le hable de su padre, yo tendré que esperar un poco.

—No entiendo, llevas siete años esperando este momento, ¿por qué esperar más?

—Porque acabo de verla y me hizo agua, tengo que calmarme y pensar mejor en lo que voy a hacer.

—¿Acabas de verla? ¿Dónde está? ¿Qué estás haciendo aquí?

—Amigo, si voy y me pongo frente a ella te juro que me desmayo y yo tengo una reputación.

Necesité de una hora para calmarme y salir de restaurante andando sin que las piernas me temblaran como gelatina. Luego me quedé en la cama, viendo sus fotos, recordando todas las veces que soñé con el momento de verla de nuevo, pero me asalta el miedo, la angustia a lo que vaya a descubrir sobre su vida. Tuti no trabaja en lo que siempre quiso, lo hace en un café. Su madre me echó a las patadas, no es amiga de Krista, si no son razones suficientes para preocuparme...

Le escribo otra vez, quiero que sepa que estaré para ella, que puede contar conmigo que siempre pudo hacerlo y que haré lo que sea para vuelva a confiar en mí.

Le escribo otra vez, quiero que sepa que estaré para ella, que puede contar conmigo que siempre pudo hacerlo y que haré lo que sea para vuelva a confiar en mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Tuti & Gus: Las estrellas se apagarán antes de que te olvideWhere stories live. Discover now