💧Capitulo 1💧

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No sabia cuanto tiempo estuvo tirada en el suelo, se sentía cada vez mas cansada, sus ojos le pesaban bastante, pero no debía quedarse así. Quería avisar a sus protegidos que estaban en peligro, pero alguien tuvo otra idea en mente, no tuvo tiempo de reaccionar cuando la persona misteriosa la había herido de gravedad.

Con las fuerzas y energías que le quedaban, se levantó y empezó a caminar dejando un camino de sangre a su paso, tenia que avisarles... Era su deber después de todo, pero mas lo hacía porque no quería que ninguno saliera lastimado por su irresponsabilidad.

Sin darse cuenta ya era de noche, a penas pudo dar unos cuantos pasos antes de caer nuevamente. Su cuerpo ya no le respondía, este era su final por completo, unas lagrimas de amargura empezaron a salir de sus ojos y tenían una razón, ya no se podía confesar, ya no podía decirle a la persona mas importante para ella lo amaba, su vista se tornaba borrosa no solo por las lagrimas y por unos momentos escucho una voz llamándola con preocupación al mismo tiempo que la tomaban entre sus brazos.

Reconoció esos brazos al instante, sentía el calor del cuerpo del contrario, alzo su cabeza para verlo por una ultima vez, no le gustaba nada la expresión que estaba poniendo, no quería ver esa cara de esa persona, a quien tenía una hermosa sonrisa, a quien ayudaba a los que más necesitaba, a quien no juzgaba a los demás sin importar su raza y acciones. Siempre le pareció que ese sujeto tenía un gran corazón y amabilidad sin igual. Como seria la ultima vez que lo vería, se armó de valor, levanto una de sus manos para tocar su mejilla y con una leve sonrisa abrió la boca para decir unas simples palabras harían que el contrario se sintiera culpable.

- Te amo, Rimuru. - susurro esas palabras con una voz débil. Poco a poco el brillo de sus ojos se fue apagando al igual que la mano que tocaba la mejilla de Rimuru cayó al suelo.

Esas fueron sus últimas palabras antes de morir en los brazos de la persona mas importante sin obtener una respuesta a su confesión.

Esas fueron sus últimas palabras antes de morir en los brazos de la persona mas importante sin obtener una respuesta a su confesión

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Ruidos en las carreteras de los carros que vienen y van, pasos de las personas que iban a sus trabajos o estudios. Una joven estaba corriendo muy alegre por la calle, todos aquellos que la conocían se caracterizaba por ser una chica responsable, respetuosa, amable, alegre, divertida, entre otras cualidades. Su nombre era Hitomi Sakura, una joven que estaba en su segundo año de Preparatoria, su cabello largo era blanco como la nieve con mechones de color turquesa, pestañas largas del mismo color que su cabello, sus ojos eran de color amarrillo, piel blanca, labios rosados, toda una belleza. Hitomi seguía corriendo para llegar a tiempo a su preparatoria mientras su mente empezó a recordar desde que nació hasta lo que ahora es, no podía quejarse de sus padres, siempre le habían demostrado que la amaban, también tenia muy buenos amigos; tenia mas amigos hombres que mujeres, no era porque no le gustaba juntarse con las mujeres, si le gustaba, pero prefería juntarse con hombres, eso era todo.

Llego a la preparatoria para ir directamente a su salón, cuando llego fue recibida por sus amigos que le molestaron un poco por su atraso, la primera clase del día fue divertida y tranquila al igual que las otras, pero ella no estaba poniendo atención a la clase, su mente estaba recordando algunas charlas de sus amigos que le decían que tenia la vida perfecta, tenia amor, educación, buena economía hasta un buen futuro, sin embargo, ella no lo creía así, tenía la sensación de que algo le faltaba en su vida, creía que era la urgencia de tener novio, ya que sus amigos tenían pareja y ella era la única soltera. Una vez fue una cita con un chico que, por cierto, fue estupenda la cita al igual que el chico, pero algo dentro de ella le decía que no era la persona quien buscaba, no era la otra mitad, a pesar de su intento de ignorar esa sensación de vacío en su pecho, pero era algo... Imposible de ignorar. Las clases siguieron con normalidad, tuvieron su momento de descanso antes de volver a tener clases para luego dar por terminado su horario escolar, su grupo salió del establecimiento y ahora caminaban.

Mi Otra Mitad (Rimuru x OcFem)Where stories live. Discover now