Sangre Noble (Supercorp) Kara G!P

Capitulo 14- El vuelo del dragón

Cuando llegó la mañana y los rayos del sol iluminaron el reino, Kara miró fijamente el techo de su habitación mientras los recuerdos de los acontecimientos del día anterior llenaban su mente. Estaba tan agotada que ni siquiera se dio cuenta de que se había tirado sobre la cama con su túnica y pantalones. Las botas eran lo único que se habían quitado durante la noche, y ahora estaban abandonadas, esparcidas por los azulejos de porcelana de su habitación.

Sin embargo, no fue hasta que Alex entró en su habitación, llevando una bandeja con su desayuno y colocándola en una mesa auxiliar, que Kara apartó el edredón.

- Buen día princesa. - Bromeó Alex, usando el título de Kara para insultarla amablemente. No había malicia ni ningún atisbo de envidia en ello, sólo provocación.

Una grata provocación muy bien compartida. Y Kara pronto gimió de disgusto cuando Alex abrió las cortinas y dejó que la intensa luz del sol entrara e iluminara todo lo demás. El kryptoniano notó lo fuerte que parecía la luz, indicando un día brillante.

— Rao, apuesto a que Sam te saca de la cama a patadas antes de que salga el sol. Y luego vienes aquí para hacer de mi vida un infierno sólo para poder vengarte de alguna manera. - Bufó Kara divertida, arrastrándose fuera de la cama mientras se quitaba la túnica amordazada de su cuerpo. Su cabello dorado estaba despeinado por el sueño, pero aún lucía impecable con sus hermosos ojos celestes. —
Buen día.

Alex no pareció ofendido por esas palabras y observó cómo Kara se sentaba a desayunar.
— ¿Hacer de tu vida un infierno? - colocándose una mano en el pecho y fingiendo indignación, la pelirroja parecía un poco más feliz al jugar con Kara esa mañana. — Soy el ángel que no sabías que necesitabas en tu vida, Kara Zor-El. ¿Qué harías sin mí?

Kara levantó una ceja confundida después de tomar un gran sorbo de su jugo de naranja, mirando a Alex como si buscara alguna imperfección en su ropa.

- Pareces muy feliz por alguien que fue echado de la cama, ¿qué está pasando? - Al notar lo saltarín que estaba Alex, Kara se preocupó un poco de que a la pelirroja de repente le crecieran alas y se fuera volando, pero fue divertido observar ese comportamiento, ya que naturalmente Alex siempre parecía serio y cargado de responsabilidades.

Luego, aclarándose la garganta, Alex abrió una sonrisa que casi le mordió los oídos, y eso empezaba a preocupar a Kara, que estaba presenciando todo.

—Está sucediendo, Kara. - respondió Alex como si fuera muy obvio, y Kara esperó a que siguiera adelante con el tema. — ¡Sam está esperando un bebé!

- ¡¿Qué?! - Kara abrió mucho los ojos como si fueran platillos y luego se levantó de repente, arrastrando la silla hacia atrás antes de arrojarse a los brazos de Alex y abrazar cariñosamente a la pelirroja. — ¡Rao, Alex, esto es perfecto! Kara gritó emocionada mientras ambos se abrazaban fuertemente y reían, luego Kara se alejó, sosteniendo a la pelirroja de músculos delgados por los hombros mientras notaba sus ojos ámbar y emocionales completamente llorosos. Alex se rió abiertamente y asintió con la cabeza.

- Sí... Casi no puedo creer que finalmente tengamos uno. - La pelirroja estaba radiante, mientras Kara parecía completamente conmovida por lo preciosista de aquella noticia. La verdad es que llevaban algún tiempo intentando tener un bebé, pero Sam estaba teniendo dificultades para quedar embarazada. Como pareja enamorada y segura de sus elecciones, la idea de tener un hijo surgió después de tres años de matrimonio, pero junto a tanta felicidad, también hubo un poco de drama porque había un vacío que su amor no tenía. No parece capaz de llenarse. Hasta que finalmente sucedió. Y ahora que el sueño de la pareja se estaba haciendo realidad, Kara no podría estar más feliz por ellos.