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Al igual que las otras chicas en el aula, Lauren estaba tan concentrada en sus pensamientos que no había estado prestando atención mientras Camila continuaba dando la clase. '¡Guau! Ella es muy guapa, su voz es tan sexy y encantadora, además tiene un cuerpo perfecto, parece una princesa...", pensó ella.

"Bueno, me gustaría que un estudiante resumiera lo que acabo de decir", dijo Camila.

La mayoría de las chicas no pudo contener su emoción, levantaron las manos y las agitaron para llamar su atención, todas, excepto Lauren, esperaban ser la afortunada en ser elegida.

"La primera desde la izquierda en la octava fila, por favor levántate y cuéntanos lo que has aprendido hasta ahora", la atractiva voz de Camila apenas se había desvanecido cuando las chicas giraron sus cabezas para mirar hacia donde ella estaba señalando. Para la mayoría, la chica escogida debía ser bastante afortunada, pero cuando vieron quién era la elegida, comenzaron a chismear entre ellas.

"¿No es ella la chica que estaba vigilando la puerta antes de que comenzara la clase?", dijo alguien.

"Exactamente, ella es Lauren Jauregui de la clase 22 comentó otra chica.

"¿Qué? ¿Acaso es la que todos llaman Jefa? Es muy linda, no me sorprende que sea tan popular", exclamaron por ahí.

Mientras tanto, la chica de la que todos hablaban continuaba absorta en sus ideas.

Estaba pensando en la noche en que había dormido en la misma cama que Camila y se sonrojó como una rosa de primavera con una sonrisa torpe en su rostro. Después de que pasaran unos
segundos y al ver que aún no había respuesta por parte de Lauren, Karen, quien estaba sentada a su lado, la hizo volver a la realidad.

"¿Em? ¿Qué pasa?", preguntó Lauren. "¿Por qué todos me miran de esa forma?', se preguntó confundida.

Kristina, quien estaba sentada al lado de Karen, dijo en voz baja: "Jefa, la Sra. Cabello quiere que respondas a su pregunta, necesitas resumir lo que acaba de decir".

Lauren sintió que el corazón se le atoraba en la garganta. ¿Qué fue lo que dijo? Porque no puse nada de atención..., pensó ella.

Avergonzada, se levantó lentamente y abrió el libro que tenía delante sobre el escritorio, pero fue incapaz de pronunciar una sola palabra.

"Ya que no has respondido a mi pregunta, ven aquí y párate en la plataforma", exigió Camila con tranquilidad.

"¿Qué? ¿Pararme en la plataforma?", a pesar de la confusión en su mente, Lauren dejó su asiento y acató la orden.

Camila, con una expresión de seriedad, señaló un rincón y dijo: "Te vas a quedar allí y escucharás mi conferencia hasta que termine la clase".

Los ojos de Lauren se abrieron cuando filas de cabezas se giraron para mirarla, el lugar al que la profesora estaba apuntando estaba a sólo tres metros de la pantalla, si ella se pusiera a la izquierda de la plataforma, la distancia entre ellas se acortaría tanto que estaría a medio metro de Camila.

Lauren estaba mortificada, paralizada en su lugar, se sentía avergonzada, sin poder creer lo que había sucedido, no era la primera vez que un profesor la castigaba. Aunque, en verdad, nueve de cada diez maestros no se atreverían a castigarla incluso si hubiera hecho algo mal en clase y si el restante se atrevía a pedirle que se parara en la plataforma, Lauren simplemente se haría la sorda.

Varios minutos habían pasado y ella todavía continuaba parada alli congelada como una estatua, sin embargo, una mirada indiferente en los ojos de Camila le provocó escalofrios.

¡Maldita sea! ¡Idiota! ¿Cómo te atreves a mirarme asi? ¿Acaso ya olvidaste lo que me hiciste anoche? ¿Eres una bufóna de dos caras!, Lauren la maldijo en su interior.

    Passione Ardente (Camren) Camila G!pWhere stories live. Discover now