Passione Ardente (Camren) Camila G!p

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Camila no solo le proporcionaba todo lo material, sino que también supervisaba, en lo posible, el rendimiento escolar de Lauren. Así que para ella simplemente no tenía sentido no esforzarse más.

Lauren respiró hondo y sonrió jactándose:

-Tendré más éxito que tú, me quedaré con tu cargo y haré que te quedes en casa y hagas las tareas del hogar. Si
me molestas, te haré estar descalza sobre una alfombra de clavos, y, si me haces
feliz, quizás te lleve afuera para unas vacaciones. Se siente muy bien solo de
pensarlo -rio Lauren.

La morena también se rio, divertida por la expresión de regocijo en su rostro.
Besó su mano y dijo:

-Espero ansiosa el día en que se cumplan tus aspiraciones y ocupes mi cargo, estaré encantada de cuidar a nuestro bebé en casa y cocinar para ti por el resto de nuestra vida.

No pudo evitar sonreír mientras imaginaba la escena.

Lauren se sonrojó al escucharla mencionar la palabra 'bebé' y sintió que su corazón saltaba en su pecho, 'Tener un bebé con ella me haría increíblemente feliz', pensó.

De repente, alguien llamó a la puerta y sacó a Lauren de su ensoñación.

Liberó su mano del agarre de Camila, levantó el vaso de jugo de la mesa y fingió tomar un sorbo.

La mano de la morena quedó inmóvil en el aire, se sorprendió tanto por su
reacción que por un instante se olvidó de bajar la mano.

-Lauren Jauregui, ¿te da tanta vergüenza estar conmigo? -preguntó en voz baja.

Sin darse cuenta de que su reacción había herido a su esposa, Lauren
preguntó confundida:

-¿Qué?, por supuesto que no. -De hecho, era todo lo contrario, Lauren deseaba que todo el mundo supiera que Camila era su esposa, pero quería ser discreta, porque Camila era una personalidad muy importante.

Al recordar que habían llamado a la puerta, Camila respondió.

-¡Entra! -

La puerta se abrió y entraron los camareros con numerosos platos. Ya era hora de comer, y los platos fueron servidos con eficiencia. Cuando los camareros se fueron, Camila comenzó a poner comida en el plato de Lauren para que comiera, y lo continuó haciendo hasta que estuvo llena. La morena se ofreció a pedir aún más platos, por temor a que todavía no estuviera satisfecha, pero antes de que pudiera
volver a llamar a los camareros, Lauren agarró su mano, se la puso en el vientre
y dijo:

-Estoy tan llena, toca mi vientre y compruébalo tú misma.

Camila tocó su vientre prominente, cerró el menú con una mano, mientras que la otra se movió hacia arriba alejándose de su vientre.

-¡Camila Cabello! -gritó Lauren, agarrando su mano pícara.

Una sonrisa satisfecha pasó por el rostro de Camila.

-Vámonos -dijo, y se levantó como si nada hubiera pasado.

Cuando comenzó a alejarse de la mesa, Lauren la siguió rápidamente,
deslizando su brazo en el de ella.

-¿Vas a volver a tu oficina? -preguntó.

-No, tengo que reunirme con un cliente en Clouds Road, puedo dejarte en
la escuela si quieres.

-Está bien.

Esa noche, después de la escuela, Lauren fue a la casa de su tía para llevarle
unos lápices labiales antes de regresar a la villa.

-Lauren, esta marca es demasiado costosa, ¿cómo te lo puedes permitir?
¿De dónde viene el dinero? -preguntó su tía Lucinda. Sabía que su esposa la
mantenía, pero no sabía cuánto dinero le daba por mes, ni sabía quién era la
esposa de Lauren.